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Estacionó su (pequeño) nuevo auto cerca de un parque, Renjun le dijo por llamada que estaba pintando con sus amigos y que podía unírseles. Ambos sabían, sin palabras, que debían controlarse y no ser tan cariñosos. Se bajó del vehículo dejando su saco en un asiento, necesita descontracturarse un poco. Estiraba los brazos mientras se acercaba a la fuente, donde encontraría a los más jóvenes.

Entonces divisó su bonita silueta encorvada por una risa que salió algo escandalosa. Estaba con tres chicos más, de los cuales solo reconocía a Eric y a Jisung. Ren intentaba pintar un tierno retrato de Jisung y el otro chico (el cual parecía un maldito muñeco), mientras Eric solo los regañaba porque no se quedaban quietos. En cuanto este último lo divisó, hizo una reverencia calmada y corta, llamando la atención del resto.

-¡Jeno Hyung! Llegaste.- Renjun se le acerco alegre, iba a abrazarlo, pero se detuvo al notar las miradas atentas de los chicos.- Oh, mis manos están manchadas...

-Hola, Renren.- Acarició sus cabellos y se esforzó por no entretenerse demasiado o serían obvios. -Ey, Eric, hola.- Sohn lo saludó sin palabras, chocando puños y los otros dos hicieron reverencias. - No hace falta, chicos. Mi nombre es Jeno, es un placer al fin conocerlos, Ren me habla demasiado de ustedes.

-¡Oh mi cachorrito mimoso!.- Casi le salían lagrimas de orgullo luego de decir aquello.

-No te creas, Nana, hablo de lo mucho que me estorban.- No pensó demasiado al decir aquello, lo que significaba que una lluvia de besos caería sobre su rostro hasta que admita que es mentira.

En efecto, fue tomado del rostro por Na Jaemin y, aunque se resistió con sus fuerzas, recibió al menos siete besos. El rostro de Na estaba manchado con pintura y Jisung se apresuró en limpiarlo, molestándose un poco porque perdían tiempo.

-Ellos son Jisung y Jaemin. Son siamesas, pero Jisung es muy reacio al contacto físico y Jaem... Bueno ya lo viste, da amor tanto como respira aire.- Jeno no se sentía celoso, confiaba plenamente en que Ren jamás lo expondría de forma tan cruel. Pero podía ver la diferencia de edad mas que nunca. Jaemin se veía joven, lindo y alegre; con una chispa brillante. Jisung era silencioso, pero si mal no recuerda, su voz es grave y es demasiado alto, quizás mas que él. Eran chicos con los que ningún tipo de cuarenta podría competir y volvía a preguntarse si realmente le gustaba a Renjun o si quizás correspondió a sus sentimientos por compromiso.

-S-señor Jeno. Ronjon está haciendo un retrato nuestro, tome asiento y vea como sus manitas hacen la magia.- Dijo Na, con un tono alegre mostrando su dentadura perfecta. Obedeció con una sonrisa y admiró el sonrojo de Ren. Sabia que no le gustaban mucho los alagos fuera del sexo.

-Ji, necesito que sostengas la expresión de antes ¿recuerdas?.- Jisung volvió a su posición, abrazando a Jaemin, como pocas veces lo hacia y sonrió cerrando sus ojos con tranquilidad. El resto fueron, aparentemente segundos. Eric se dispersó con un balón por la zona, mientras Ren trazaba suavemente con su pincel, con un rostro tan concentrado que solo quería besar casa espacio de su piel. El menor era un artista, no había dudas de ello, era como ver una película sobre un cuadro, su trabajo era bellísimo y volvía a reconocer la vibra que le transmitían las pinturas de su pequeño, como el mural de la escuela, varios cuadros en el sótano de su casa y uno en la sala. Lamentablemente solo tuvo el placer de apreciar aquel último en persona, el resto eran fotografías.

Para cuando Ren terminó realmente quiso besarle, por lo menos abrazarlo, pero Jisung se le acercó antes y le quitó de las manos todos sus utensilios ya limpios, guardándolos apresuradamente, mientras su chico lo regañaba porque Ji no debía preocuparse por ayudarle. De pronto Jeno se sintió inútil, dejando que los dos chicos se llevaran las cosas del chino corriendo, mientras decían que buscarían a Eric para ir a almorzar. Al fin estaban solos; pero aún en público.

Injun!!!  ·NoRen· Donde viven las historias. Descúbrelo ahora