Al rededor de las 11:30a.m, pudo tomarse un corto descanso y caminó automáticamente hacia un cubículo en el baño, se sentó y respiró un poco. Hace más de dos semanas que trabaja con Jeno y no tiene otra palabra más que "castigo" para describir todos estos días. El hombre no lo dijo en voz alta, pero está seguro de que le prohibió a Soyeon acercarse o siquiera cruzar más palabras con él a demás de un saludo.
Mingyu se está haciendo cargo de su lugar en la empresa, pero desea tanto intercambiar puestos y poder sonreír al menos una vez al día. No quiere llorar o terminar creyendo que es injusto porque está seguro de que no lo es. Pero a veces, cuando la sobrecarga de trabajo y el poco alimento ingerido en el día se mezclan, provocan que un par de lágrimas se le escapen después de cruzar miradas con Jeno. Lo extraña tanto.
Su teléfono sonó estruendoso y se quejó, puesto que cuando sobrepasaba los diez minutos en el baño, Soyeon le hacía un pequeño llamado para que el pelinegro no tenga motivos para llamar su atención frente a todo el personal. Ella es linda y siempre le regala sonrisas, apenadas, que le hacen sentir menos solo. El señor Choi le llama casi a diario para preguntarle como se están llevando, pero miente descaradamente e inventa situaciones que no dejen mal a Jeno, siente que se lo debe.
-Huang Renjun ¿Quién habla?.- Ni siquiera sacó la cabeza que estaba apoyada en sus piernas, solo atendió la llamada sin ver de quien se trataba.
-Oh, Hyung, soy Jisung. ¿Todo en orden?. - Su humor cambió radicalmente y se enderezó para hablar más animado.
-Ji, que bueno escucharte, lamento no haber llamado anoche, el sueño por poco y me dejó tomar una ducha.- Rascó su nuca y sonrió aún con los ojos entrecerrados por el ardor que le generaba tener sueño. Entre el estrés y el poco descanso que tenía, debía sumar su creciente insomnio y su pobre alimentación. -T-todo en orden ¿que tal tu?.
-Me alegra escucharte, no pude llamarte más temprano porque tuve demasiadas juntas y casi no llego a la hora del almuerzo. - El menor rió y aquel bonito sonido lo contagio un poco a él. - Te llamaba porque Jaem me ofreció que cenemos juntos hoy ¿que piensas? Eric acaba de confirmar que también irá.
-Me parece una buena idea...- No, Renjun debe descansar, debe llegar a casa y dormir un poco. - ¿A que hora?. - Sabe que sus amigos no se enfadaran si les cancela, después de todo se ven todos los fines de semana, pero enserio necesita verlos.
-Hum... yo salgo a las ocho de la oficina, así que al rededor de esa hora, en casa de Jaem. - Seguro aquello terminaria en una buena noche de películas como en los viejos tiempos.
-Me parece bien, suena a un plan. - ¿Estaba sonando algo cortante? En realidad se sentía tan cansado.
-Ren... ¿todo en orden? Quizás es mi impresión pero, te escucho algo apagado. - Demasiado evidente para su gusto, Jisung ha notado su malestar.
-S-si, todo bien... solo me duele el estómago un poco. Ayer comí algo en un estado dudoso. - Soltó una risa aireada y trató de terminar la conversación rápido, para no tener que meterse en tantas explicaciones. Cuando salió del baño, vio que todos los empleados se dirigían al comedor del edificio y otros al jardín, notando que ya era la hora del almuerzo. Y lejos de ser una buena noticia, eso significa que debe correr, puesto que pasó más de veinte minutos en el baño. Al llegar a su escritorio, el cual se situaba frente al de Soyeon, está lo miró con algo que parecía una mezcla entre miedo y lastima.
-El señor Lee me pidió decirte que fueras a su oficina en cuanto volvieras del baño...- Tragó duro y todos los empleados que quedaban en la oficina lo miraron igual que lo hizo Soyeon. Ciertamente todos pensaban igual sobre él: era un chico demasiado tierno y amable, siempre saludaba a todos y les brindaba bonitas sonrisas a pesar de que Jeno lo trataba horrible.
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Injun!!! ·NoRen·
Teen FictionRen tiene una vida tan aburrida y gustos tan caros, que al final se decide por presionar en "Crear perfil" en aquella página llamada "Sugar Candy!"