Y tan solo quiero descansar
de este ser destructivo y macabro.Quiero recostar mi cabeza
en suelo verde y suave.
Quiero que mi corazón lata
lento y sin temor.
Quiero que mi mente calle
y se concentre en un solo momento,
un solo camino,
mi propio destino.Mi cuerpo está cargado
y mi mente se está derrumbando.
Mi corazón late,
pero mi conciencia
ya yace en un hueco
a dos metros bajo tierra.Soy la inundación de críticas,
el dolor de ser adolescente.
Soy experimento del
"¿podrá o no podrá?".
Juzgada cada mañana,
ejecutada cada noche
por guillotina de plata.Mi cabeza rueda y rueda
por escalones de miseria,
de ruin impotencia.Seré humana,
seré mujer,
seré adolescente.Pero también soy:
sobrevaloración,
"belleza sin cerebro",
"corazón sin sentimientos",
"cabeza hueca",
"tonta ingenua",
"caprichosa malcriada",
"perra barata",
"ridícula"...
Y miles más.Soy opiniones de personas.
Soy mi propia cárcel.
Mi propio obstáculo a la felicidad.
Mi propio motivo para querer matar.
Mi propio nombre,
el cual quiero quemar.Soy yo.
Pero donde preguntes mi nombre,
será distinto.Lamento lo triste que sonó
lo que el mundo me hizo
y cómo me formó:
creó una recolectora de llanto
y una imagen física
de lo que la depresión logra matar.
