Capítulo 7: Los celos

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Hermione caminaba nuevamente por el pasillo rumbo a la oficina de Draco, ya había entregado los papeles firmados por ella que urgían, y que ella podía firmar, pero había mucho papeleo aun por hacer, solo esperaba que Draco si estuviera en su oficina esta vez, si no, se los dejaría ahí en su escritorio con una nota, llego a la oficina, toco y se escucharon ruidos extraños adentro Hermione decidió esperar, cuando de repente se abrió la puerta y salió una mujer rubia que estaba segura era modelo, su corazón se rompió un poco pero mantuvo su expresión profesional.

-Adelante.
-Hola Draco buenos días.- cuando Hermione entro Draco se estaba acomodando la ropa, pero como no había tenido tiempo de mirarse en un espejo no se dio cuenta que aún tenía lápiz labial en el cuello, era un desastre manchado.
-Buenos días Granger ¿Qué haces aquí?- dijo el rubio osco lo que extraño a la castaña, y a la vez la molesto, dejo caer la bola de papeles pendientes que tenía a su escritorio y entrecerró los ojos.
-Bueno, si te importa, traje los pendientes que tienes que firmar, son urgentes desde antier pero el señor no se ha dignado a venir, ayer intente traerlos pero como siempre tampoco estabas, llene los que tuve la autoridad de llenar y aquí están las demás, van en orden de importancia, cuando lo tengas mándalo con tu secretaria.- y sin esperar respuesta se dio media vuelta dirigiéndose a la salida ¿Quién se creía que era para hablarle así después de prácticamente hacerle su trabajo?
-Granger espera.- dijo Draco sin emoción en su voz, ella se volteo para mirarlo.
-¿Qué?- ella se cruzo de brazos.
-¿La pasas bien con Potter?- Hermione lo miro molesta.
-¿Qué?
-Ayer escuche que están saliendo ¿La pasas bien con él?
-No es que sea de tu incumbencia, pero lo hago.
-Así que me dejas a mi y corres tras él, debí suponerlo cuando me dejabas en la cama por ir a su lado.- Draco se cruzo de brazos altivo.

Hermione se comenzó a reír.

-¿En serio Malfoy?
-No veo que sea tan gracioso.
-¡Me estas armando una escena de celos! Y déjame decirte que no te queda, Harry en ese momento me necesitaba, siempre ha habido una afinidad entre nosotros y hemos decidido explorarla, ya que como sabes, el hombre al que le dije que quería tener algo con él me dijo que no quería compromisos – Draco se encogió como si lo hubieran golpeado -y los demás son idiotas, así que estoy dándome la oportunidad de ver a donde me lleva lo que siento por Harry.
-¿Entonces lo nuestro no te importo un carajo?
-¿A ti si? Porque te veo muy ocupado desfilando con fulanas por todas partes.- Draco se volvió a encoger.- Draco...- El rubio volteo a mirarla esperanzado.- cuida tu trabajo ¿Quieres?- Draco suspiro.- he intentado cubrirte, pero los demás se están dando cuenta y hay quejas por la lentitud, hago lo que puedo pero hay cosas que solo el jefe puede hacer, que no te extrañe si terminan destituyéndote.

Y con eso ultimo dicho Hermione salió de la habitación rumbo a su oficina, sin embargo la escena la hizo sentir algo cálido en su interior, quizá Harry tenía razón y había esperanza para ellos, sin embargo si ese era el caso, ella lo haría trabajar por ello.

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Hermione corría de un lado a otro buscando su arete, Harry estaba sentado esperándola, llevaban un mes "saliendo" y ya eran noticia en todo el mundo mágico, había quienes aún los veían con escepticismo, pero extrañamente la mayoría estaba entusiasmados con la idea de ellos como pareja, aún no habían tenido ningún tipo de beso, se habían conformado con abrazos e ir tomados de las manos y estaba bien para ellos, afortunadamente siempre habían sido reservados con sus relaciones, esa noche, iban a ir a la primer gala del ministerio como pareja, era un evento a beneficio del orfanato para niños de la guerra, era una causa muy cerca del corazón de ambos y no podían faltar.

-Simplemente no puedo creer que el maldito arete no esté.- Harry se rio ruidosamente.
-¿Has buscado debajo de la cama?- Hermione abrió los ojos y corrió hacia allá, se escucho desde lejos como gritaba "Lo tengo" Harry sonrió nuevamente.
-¿Cómo supiste que estaba ahí?- pregunto mientras volvía y se ponía su arete.
-Porque te conozco Mione- se rio Harry.- así que se donde pueden quedar tus cosas.- él se levanto y le dio un beso en la mejilla.- te ves preciosa por cierto.- ella le sonrió.
-Tú también luces muy guapo.

UNA AMISTAD INQUEBRANTABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora