Mis ojos al despertar de mi cama,
se abren sin ver a nadie al lado mío,
no está conmigo quien dijo que me ama,
se siente el vacío y se siente el frío.
Al despertar me entero que ya se ha ido
mi cuerpo le ansia en mi cama vacía,
más parece que todo esta perdido,
sin sus caricias que me seducían.
Mis ojos lloran al ver su partida,
pues una nota me dejó escrita,
ahora me deja en mi alma una herida,
y una pena en mi pecho está inscrita.
Razón sin razón, frío corazón,
pena que me ata, pena que me mata,
me asfixia el dolor de su desazón,
porque ha sido ella conmigo una ingrata.
¡Vuelve a mí, amada dama y ámame,
dame amor como dádiva divina,
y que de nuevo este amor se proclame,
dime aún que nuestro amor no termina!
18/08/2023.
Ismael González Domínguez.
