No llores mi ausencia ahora que no estoy,
ya no me busques más en el cementerio,
pues mi espíritu no está en cautiverio,
ya que está mi alma libre y volando voy.
Me hallareis siempre en el trinar de las aves,
en el susurro del río en la ribera,
en el verde prado de la primavera,
y en la lluvia que cae en rocío suave.
En la brisa que te acaricia la piel,
en la luz de una resplandeciente estrella,
en la voz de un niño y su sonrisa bella,
y una melodía dulce como miel.
No me llores, que no estoy aquí descansando,
porque mi alma eternamente esta contigo,
en las noches velo tu sueño y te abrigo,
porque en tu recuerdo me sigues amando.
Mantenme así en tu corazón viviendo,
gracias por todo ese amor para ofrecerme,
pues sé que nunca dejarás de quererme,
que en lo etéreo tu amor estoy sintiendo.
02/11/2023.
Ismael González Domínguez.
