Capítulo 10

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A veces pienso en mandarle algún mensaje a Jennie.

Pero ya la he buscado en Instagram y Facebook, casi no publica cosas y escribirle por ahí parecería que la estoy buscando de forma desesperada y no quiero sofocarla.

Solo necesito saber si mi regalo le gustó. Fue algo que hice en el apuro, pues me enteré por Nayeon el día anterior a su cumpleaños. ¿Cómo hubiese sido posible que ni siquiera hubiese podido decirle feliz cumpleaños el mismo día?

Ojalá para mi cumpleaños ya seamos un poco más cercanas…

Nayeon me había dicho que me quedara, que no era necesario hacerlo para dormir pero si un rato. Pero definitivamente no haría eso, no sin que Jennie lo supiera, estaba satisfecha con mi poco que había hecho.

Al menos me vio su madre y no su padre.

Aunque creo haberme camuflado bien entre el nuevo neutralizador.

Suspiro y termino de atar mi cabello para tomar mis cosas y correr hacia el gimnasio. Tuve que aguantarme las quejas de Momo, no es alguien que llegue precisamente temprano a diferencia de medio equipo, así que muchas tuvieron que esperar afuera ayer varios minutos antes de que Momo abriese. Al menos sé que debo dejarle las llaves a SeulGi o a Jihyo otra vez si quiero volver a llegar tarde.

Es sábado, hoy tendremos un partido amistoso con el instituto de la ciudad vecina. Me siento algo inquieta.

Me gustaría que Jennie volviese a venir a verme.

Al llegar al gimnasio y abrir, está solo. Siempre es así, soy alguien bastante puntual, así que siempre soy la primera en llegar. Solo he hecho excepciones cuando traje a Jennie acá y ayer mismo cuando fui a felicitarla por su cumpleaños.

Muerdo el interior de mi mejilla, en poco más de tres semanas, Jennie se estaba volviendo el foco central de mis pensamientos.

Quizá por eso siento su aroma al salir del almacén con el contenedor de los balones.

ㅡ¿Lisa?

Reconozco su voz inmediatamente. Levanto la mirada y... Oh, Dios, ¿Qué hace aquí? ¿Es ella?

ㅡ¿Jennie?

Definitivamente es ella. Está ahí, en la entrada del gimnasio. Se ve increíblemente bonita con su ropa casual, su cola se caballo me permite observar mejor lo bonito que es su rostro. Jennie verdaderamente es preciosa.

Ella entra con una pequeña sonrisa de labios juntos y por un momento entro en pánico.

ㅡ¡Jennie! Quédate ahí, ¿Sí? No tengo ningún neutralizador encima. ㅡme apresuro a advertir. No soportaría verla huir de mi, no cuando ella misma está aquí sin yo pedírselo.

ㅡLo sé. Puedo sentirlo desde aquí. ㅡdice con calma.

Alzo las cejas, ¿Lo siente y no huye? ¿Acaso estoy soñando?
                  
Ella se acerca a mi. Pero se detiene, está a aproximadamente tres o cuatro pasos de distancia. Desde ahí la noto tensarse.

ㅡJennie, ¿Qué haces aquí?

ㅡQuería... ㅡella traga grueso, la noto nerviosaㅡ, quería volver a verte jugar.

Puedo oír mi corazón en mis oídos, mi loba alborotarse y mis mejillas enrojecer. ¡Vino a verme! ¡Vino a verme jugar!

Si acercarme a ella no significara que es probable que se desmaye, seguramente hubiese intentado abrazarla.

Ella retrocede dos pasos.

ㅡYo... Tu aroma es más fuerte. ㅡrapidamente justifica y asiento. Pues mi emoción es lo que hace mi olor más fuerte.

Coffe & Chocolate | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora