= Cielo Rojo = [SOOJUN / YEONBIN]

Capítulo II: (In)compatibles

El incesante sonido de las gotas de lluvia cayendo contra la ventana acompañaba la tierna canción que Seokjin le estaba entonando a su pequeño, quien se había despertado abruptamente de su siesta debido al estruendo de un rayo. Sin embargo, ahora la tenue brisa y el arrullo de su padre lo calmaban hasta volverse a dormir.

Luego de que Soobin cerrara sus ojitos nuevamente, su padre lo acostó sobre su cuna y le dio otro par de caricias antes de salir de la habitación y regresar a la sala de estar.

– ¿Todo bien? – preguntó Jisoo sentada en el sofá.

– Si, Soobin solo tuvo una pesadilla pero ya se volvió a dormir.

Jin estaba a punto de sentarse junto a su hermana cuando el sonido del timbre lo detuvo. Confundido, el omega caminó hasta la puerta, no esperaba a nadie ese día en la hacienda y no tenía idea de quien podría tocando afuera con tal tormenta azotando el pueblo.

Al abrir la entrada su duda tampoco se resolvió del todo, parado frente a él yacía un muchacho, hasta diría que todavía era un adolescente, pues no se veía muy grande. Estaba empapado de pies a cabeza temblando de frio, su cabello negro escurría tapándole el rostro, pero al levantarlo le permitió a Seokjin visualizar sus ojos, unos enormes y brillantes ojos llenos de miedo.

– Bu-buenas tardes señor, lamento molestarlo así pero ¿Usted es Kim Seokjin? – preguntó el desconocido.

– Si, lo soy.

– Lamento molestarlo, mi nombre es Jeon Jungkook. Mi madre trabajó aquí hace años – ese último dato hizo un ligero clic en la cabeza de Jin, quien después de analizar el rostro de aquel muchacho encontró un ligero parecido con la persona antes mencionada.

– ¡Oh si, la señora Jeon! La recuerdo, trabajaba aquí cuando yo era más pequeño ¿Cómo está ella?

– Bueno, en parte es a lo que he venido, ella desafortunadamente falleció hace poco.

– ¡Ay no! Lamento escucharlo ¿Puedo ayudarte en algo?

– No me gusta tener que abusar de su confianza, pero creo que si la necesito. Verá, me he quedado solo después de su muerte.

– ¿Qué hay acerca de tu padre?

– Esa es la otra razón por la que he venido a usted, pues es que yo soy su medio hermano – y con eso Jin le encontró explicación a la otra misteriosa similitud facial que había notado en el muchacho.

= ∆ =

Namjoon movía ansiosamente su pierna mientras su mirada inquieta se paseaba de un lado al otro, estaba nervioso, hablar con su padre siempre lo ponía así.

Si tuviera a su esposo junto a él los nervios serían menores, pero para su mala suerte, antes de partir hacia la Hacienda de la Paz comenzó a llover y como no querían exponer a su pequeño de dos años a un clima tan húmedo y helado, la pareja optó porque Seokjin se quedará a cuidarlo. Así Namjoon terminó asistiendo solo a la junta de negocios con su padre.

Luego de unos minutos que se sintieron como una agonizante eternidad, el alfa entró a la oficina donde su progenitor lo esperaba. No le dieron muchos rodeos al asunto, simplemente tomaron asiento con el escritorio separándolos de extremo a extremo y dieron inicio a la temible plática.

– Como sabrás, hijo, tu suegro y yo nunca fuimos mucho del agradado del otro – soltó el mayor sin filtros aunque no es como que Namjoon desconociera ese dato.

A pesar de que su matrimonio con Seokjin conllevó a la alianza de las haciendas y empresas rivales, sabía que la enemistad había terminado por completo, los roces entre los patriarcas Kim eran inevitables.