= Cielo Rojo = [SOOJUN / YEONBIN]

Capítulo III: Entre alianzas y secretos

Parte 1/2

Tras despedirse de Yeonjun de la manera seca posible, Soobin se dirigió a la sala donde se llevaban a cabo las reuniones en la hacienda, intentando no morir por la presión.

Las empresas Kim organizaban una junta mensual con algunos socios y todos jefes de cada hacienda (o séase sus tíos y sus padres) para revisar el desempeño de cada uno; no hace falta decir que las presentaciones anteriores del muchacho habían sido terriblemente deficientes.

Esta vez Soobin quería hacerlo mejor, a lo largo de su corto trayecto fue practicando y rectificando todos los datos que desde la noche anterior había estado memorizando; también se aseguró de llevar todos los documentos necesarios para apoyarse y milagrosamente, estaba llegando puntual a la reunión.

Rezándole a la Madre Luna para que sus errores no fueran tan garrafales, porque inevitablemente los iba a cometer, el peli azul entró junto con los otros miembros de la empresa y la junta comenzó.

Pero no importaba toda la preparación a la que Soobin se sometió, ese día su mente le jugaría una mala pasada. A pesar de su titánica lucha por mantenerse concentrado, una gran parte del joven alfa se encontraba distraída en una cosa y solo una cosa: Kai.

Luego de que Jungkook los interrumpiera, no lo había vuelto a ver y tampoco tenía el valor como para mandarle un mensaje, no sabía que decir después de aquel beso pero tarde o temprano tenían que charlar sobre ello, pues Soobin no quería que aquella bonita convivencia que había generado con el omega se fuera por el caño todo porque le ganaron sus pensamientos intrusivos al decidir besarlo.

Lamentablemente, esa platica sucedería hasta el lunes, pues aquella reunión le robaría tanto tiempo que sería casi imposible poder ir a verlo y la mañana siguiente, al ser domingo, significaba el día de descanso del trabajo.

– ...bin, Soobin ¡Soobin!

– ¿Sí? – respondió el peli azul reaccionando muy tarde al llamado de sus padres. Namjoon puso sus ojos en blanco antes de hablar.

– Es tu turno.

El joven alfa asintió sudando frio y se levantó para comenzar con su presentación. Sabía que embobarse le iba a traer problemas y ahora podía sentir como la ansiedad lo invadía.