Capítulo VIII: Escuchar al corazón

20 4 52
                                    

Parte 1/2

Desde una edad muy temprana Roseanne Park supo cómo quería ser cuando fuera mayor, quería ser igual a su padre: poderosa e intimidante, tener su mismo éxito y gozar del sumo respeto que él recibía, en pocas palabras, Rose quería ser una alfa. Obviamente pensaba que esta casta era superior en todo sentido, ese pensamiento alfista fue inculcado por su misma familia y reforzado por su progenitor, quien tenía cierta predilección por ella al ser la hija mayor (aunque fuese solo por unos minutos).

Mientras crecía, la rubia reafirmó sus creencias al ver como el mundo era manejado: los alfas dominaban todo, los omegas estaban hechos para ser sometidos y los betas, bueno esos no importaban. Ella sabía perfectamente a que rama estaba destinada a pertenecer y siempre procuró comportarse acorde a esta, desde pequeña desbordaba una actitud llena de soberbia y autoritarismo. Al provenir de una familia adinerada, los lujos jamás le hicieron falta, había nacido con todo y por ende, estaba convencida de que merecía mucho más.

Rosé era la primogénita consentida, más eso no significaba que se llevara mal con su mellizo. A pesar de que Jimin resultaba ser todo lo contrario a ella (gentil, pacífico y algo débil a su parecer) sus personalidades distintas no les impedían ser unidos y durante su niñez temprana eran un dúo inseparable. Claro que la sencillez de la infancia fue desapareciendo con el paso de los años y eventualmente, sus diferencias fueron incrementando; su lazo de hermandad aunque seguía unido, se iba desgastando cada día más.

Durante la adolescencia esto empeoró, los mellizos Park tuvieron una presentación de la casta algo tardía. Poco después de su décimo sexto cumpleaños, como todos lo esperaban, Jimin resultó ser un omega, pero contrario a lo previsto, Rosé compartió el mismo destino. En cuanto su padre se enteró de la noticia, no la volvió a ver de la misma manera, constantemente le recalcaba lo decepcionado que estaba de ella, aun si no era su culpa haber nacido de ese modo.

Gracias a esto, la rubia terminó entrando en un estado de negación absoluta, de ninguna manera aceptaría que era una omega. Decidió fingir entonces cuál era su jerarquía real y siguió manteniendo su actitud dominante frente al mundo. Sin embargo, a pesar de resultar ser una intérprete muy creíble, su mentira no le duró demasiado, pues sus características físicas terminaban por delatarla; su falta de prominentes colmillos, baja estatura y complexión delicada le dejaban ver a la gente que no era como decía serlo. Pero eso no la detendría, estaba muy dispuesta a seguir aparentando, de eso dependía su futuro.

Luego de que el par de hermanos terminó la preparatoria, el señor Park estaba planeando casar a sus hijos para sacarles el mayor provecho; no obstante, su abogado personal y amigo más cercano le hizo ver el error en el que este terminaría, pues un compromiso arreglado atraería a alfas interesados en adentrarse a su firma de abogados e incluso, podrían tratar de arrebatársela.

Por supuesto que no estaba dispuesto a arriesgar todo aquel imperio legal que había construido y la idea quedó descartada, sin embargo el señor Park todavía tenía otro gran problema: no contaba con un sucesor.

Evidentemente los mellizos no eran una opción, pero si fatídicamente algo le llegara a pasar no tendría a quien dejarle la firma, su amigo le sugirió una alternativa de reserva, permitirles a Rosé y a Jimin asistir a la universidad, por si ocurría alguna desgracia ellos se harían cargo de su empresa, por lo mientras, podría dedicarse a buscar un joven alfa que se convirtiera en su mano derecha y heredero definitivo. Pese a no estar encantado, el señor Park decidió seguir el consejo.

El inicio de su carrera profesional era exactamente lo que Rosé estaba buscando. Con este nuevo comienzo donde nadie la conocía le fue más fácil volver a simular ser una alfa y no dejaría ni un cabo suelto. La rubia había escuchado de aquel proceso experimental de transición de castas con hormonas, claro que no era algo bien visto en la sociedad, pero si necesitaba someterse a ello para lograr sus ambiciones, no dudaría dos veces en hacerlo.

= Cielo Rojo = [SOOJUN / YEONBIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora