mi ser

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Hace  más de dos meses que llegue a esta nueva ciudad, la gente aquí está totalmente diferente a lo que estoy acostumbrada, aquí todos te dan la mano sin importar de dónde eres, la gente de esta ciudad es magnífica, y siempre te va a ayudar cuando más lo necesitas.

Adoro mi trabajo, yo sabía que estudiar algo que realmente me guste, sea donde sea voy a estar muy feliz, mi trabajo está relacionado con la empresa en la que me encuentro en estos momentos, al principio creí que la gente seria muy mamona, ya que la primera quien me atendio fue Marcela, admito que me asombro con su belleza pero me terminó decepcionando en la forma que trata a sus compañeros de trabajo, me presento con los de contaduría, me pareció algo normal, creí que Marcela sería la encargada de enseñarme las instalaciones pero no, en su lugar me presento con un guapa mujer, Verónica por supuesto, admito que me deslumbraron el color.de sus delicados ojos verdes, que te pueden llegar a teletransportar a un lugar magnífico la definición de su bello rostro, y la delicadeza de su espectacular cuerpo, pero sus ojos fueron los que difinitivamente me cautivaron por completo.

Verónica fue la que se encargo de enseñarme todas las instalaciones, la verdad casi no le puse atención a lo que decía si no a lo que hacía, se miraba tan perfecta, tan linda, sus ojos color esmeralda que se iluminaban cada que hablaba de las cosas que a ella le gustaba, se miraba tan linda.

Terminó el día, pero en mi mente seguían esos lindos ojos ver, no lo sé es algo no tan nuevo para mí pero aún difícil de descifrar, aunque está vez es algo más fuerte, algo en el que jamás había experimentado.

Déjeme decirles que yo soy abiertamente lesbiana, me gustan, amo y adoro con todo mis ser a las mujeres, he tenido muchas aventuras con varias mujer guapas, y la mayoría a Sido por sexo, ahora en mi corazón está pasando algo distinto, ya no es simplemente atracción mucho menos el deseo físico, esto le está perteneciendo a mi... corazón, no lo sé, aún me falta saber con exactitud lo que realmente mi corazón está sintiendo.

Con esa misma duba me fui a la cama, no tarde mucho en dormirme, estába cansada,y lo que más deseaba era ir a dormir.

A la mañana siguiente, continue con la misma rutina de todos los días pero con un cierto ánimo de llegar a trabajar, cosa que no es muy común a mi.

La llegada a mi trabajo la sentí eterna, apessr de que las calles.de las ciudad estaban completamente despejadas, mi ser sentía que jamás Hiba a llegar a la oficina, tan pronto llegue, me baje para poder tomar el desayuno en la cafetería, aunque primero decidí ir por un café para después ir a dejar mis cosas y avanzar con el poco trabajo que tenía.

De pronto siento como la puerta de mi oficina se habré, alse la mirada y pude ver unos.lindos ojos verdes, sonreí al verla, es realmente hermosa, me levanto de mi lugar para poder saludarla.

-hola Verónica- le extendí la mano después darle un pequeño habraso

-hola Anita, te quería invitar a desayunar ya es un poco tarde, no sé si tú quieras acompañarme- me preguntó, me miraba tan linda

-si está bien, vamos, de hecho ya casi iba a ir a desayunar- le dije

Pasamos por el elevador, al momento en el que el elevador cerró sus puertas pude sentir como la tensión se formó entre nosotras dos, nunca habíamos estado en un lugar tan pequeño y sin personas viéndonos. Pude notar como se puso nerviosa, no les voy a mentir yo también me puse muy nerviosa al tenerla a mi lado, mis manos comenzaron a sudar, sentía que mis piernas en algún momento me iban fallar gracias a dios el elevador no tardó mucho en abrir tan pronto sentí el aire por mis fosas nasales pude respirar con normalidad.

Al terminar de desayunar, decidimos continuar con nuestro pendientes que no eran mucho, poco después nos volvimos reunir está cosacion pudimos charlar por horas, descubrí muchas cosas de Verónica y ella sobre mi.

-anita te quisiera invitar a cenar a mi casa, bueno si tú gustas- me miro y no me pude resistir a admiras sus ojos

-claro que si- le respondí con una ligera sonrisa

-puedes hoy en la noche?

-hoy en la noche?- no estaba preparada para convivir con ella en una cena y más sabiendo que estarías sus hijos

-si no puedes hoy, podrías ser otro día- su mirada se transformó a una triste

-ohh claro que puedo Verito, que te parece a las 7 de la noche

-estaria muy bien, entonces nos vemos a las siete- se despidió de mi con una enorme sonrisa

Buen Ana ahora qñte toca asimilar que vas a ir a una cena con la probable persona de la cual te estés enamorado pero que jamás vas a poder tener para ti.






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mientras yo exista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora