-¡Arriba Harper! Tienes que irte a Heavenly.
Clarke lleva cinco minutos achuchándome para que me levante.
-Es muuy tempranoo, ¿porque no me puedo quedar aquí?- digo sobándome la cara.
-Ya oíste a Lord Drystan, ¿no querrás que te ahogue no?.
Me levanto como si me fuera la vida en ello.
-Nono, yo ya me voy.
Cuando terminé de hablar con él Lord de esta corte, fuimos a su poblado, que está en las profundidades del gran lago.
Vi con mis propios ojos como Lord Drystan separaba las aguas como si fuera moisés.
Él puede manipular el agua a su antojo, ósea que si quiere, me puede ahogar.
-Pero antes de irte tienes que comer algo- dice mientras se va del cuarto.
Cuando llegué al pueblo me quedé asombrada.
Los habitantes de esta corte viven en conchas gigantes, pero por dentro son casas normales.
Su suelo es arena, está muy suave.
Hay peces y criaturas marinas por ahí nadando a su antojo.
Sus ropas son diferentes a las de Heavenly.
-Ten, te he traído algo de ropa, la vecina me la ha dado para ti.
-Vaya gracias -digo cogiendo la ropa.
Cuando se va de la habitación, me pongo la ropa, me levanto y nado hacia el espejo.
Me contemplo.
Tengo una burbuja alrededor de mi cabeza para poder respirar y no ahogarme.
Mi pelo está flotando por el agua.
Llevo un top cruzado de color blanco decorado con conchas, a juego con una falda larga hecha de algas.
Es como si tuviera tentáculos ya que como están separadas se ponen a flotar cada una por su lado. Menos mal que me han dado unos shaping panties del mismo tono que la falda.
Siempre he sido delgada, tengo poca cintura y da la sensación de cuerpo de arena, aunque no tengo mucho pecho.
He llegado a tener complejo de mi cuerpo, pero parece que aquí eso da igual.
Me giro para observar el cuarto.
La cama está pegada a una ventana, cuando me he despertado he visto muchos peces.
Las cómodas que hay están hechas de piedra junto con un escritorio.
Hay un gran armario.
Los corales están por todas partes, pegados a la cama, en las cómodas, el armario...
No sé de qué material está echo el suelo. También hay un cofre grande a modo de decoración.
Los tonos que reinan en mi habitación son el azul y marrón.
Me rugen las tripas. Ya va siendo hora de que desayune algo.
Bajo por las escaleras hasta llegar a la cocina donde veo a Clarke cocinando algo.
-Oye no te lo he dicho, pero tu casa es preciosa- le digo, apartando una silla hecha de conchas de la mesa.
-Gracias, la verdad es que me encantó decorarla. Si no fuera caballero, me hubiera gustado dedicarme a algo que tenga que ver con artes.
Por su cara noto que está empezando a divagar por su mente.
-Por cierto, ¿qué cocinas?- digo intentando oler, pero me es imposible por la burbuja.
-Algas rojas, las estoy cortando. Aquí la comida nos la comemos cruda, aunque puede haber excepciones.
-¿Me voy a tener comer eso?
-Si no quieres morir de hambre si. ¡Ves!, no estás hecha para esta corte.
-Claro solo porque tengo estómago ¿no?
-No, ¿sabes que no aquí todos tenemos poderes de agua? Yo tengo mis propios poderes que no tienen nada que ver con el agua. Pero han visto que donde más voy a encajar es aquí.
-Vaya, eso sí que no me lo esperaba.
¿Pero como respira bajo el agua?
-Mi armadura me da oxígeno para que pueda respirar,¿ves esto de aquí?- señala su casco, más concretamente la nariz- tiene un mecanismo y crea oxígeno, por eso no me ves parte de la cara.
-Pero en la superficie si te lo puedes quitar ¿no?
-Si, pero no quiero.
-¿Porqueeee?
-Quiero seguir guardando mi identidad.
Clarke pone el plato de algas rojas sobre la mesa de coral.
-Venga a comer.
Cojo un alga y me la meto en la boca. Mastico lentamente. Mi cara de asco es más evidente cada segundo que pasa, pero consigo tragármela.
-¿A que no es para tanto?- pregunta Clarke intentando aguantarse la risa.
-No me pienso volver a meter otra alga de esas en la boca, un poco más y vomito.
-Venga no seas quejica, si están riquísimas- dice mientras se mete un puñado en la boca, ya que en su casco se abre una apertura para que entre la comida.
Se levanta de la silla, abre la nevera y saca un plato con pescado.
-Sabía que iba a pasar esto, así que toma- pone el plato sobre la mesa- es salmón.
-Tomaaaa esto si me gusta- digo mientras cojo un trozo y me lo como- bueno, ¿cuando salimos?
Él se queda callado unos segundos.
-Harper, mi misión ya ha acabado, no puedo ir contigo.
Casi me atraganto con otro trozo de pescado.
-¿Qué? No no no, tienes que venir conmigo, solo me fío de ti y eres de las pocas personas que me han tratado bien en esta vida, eres mi amigo.
Un sentido de tristeza empieza a invadirme.
-Ojalá pudiera acompañarte, pero tengo que trabajar, y si, la verdad se te coge cariño por muy porculera que seas.
Levanto una ceja.
-Ves, ya se te ha quitado la cara de tristeza- dice con un tono contento- te prometo que iré a visitarte y te mandaré cartas.
-Eso espero, yo también haré lo mismo.
-Venga que se nos hace tarde.
****
Vamos hasta la superficie.
Veo que hay un bicho bastante grande esperándome, supongo que ese será mi transporte.
Me giro hacia Clarke, que me ha acompañado hasta aquí y veo que empieza a quitarse el casco.
¡Al final voy a ver a este mendrugo!
Por fin le puedo ver la cara y no solo su mirada salvaje.
Cuando se lo quita, observo que es de tez clara, tiene una nariz recta, labios no muy delgados, todos los dientes rectos y afilados.
Pelo castaño y abundantes rizos.
-Madre miaaa si estás echo un tiacoooo- empiezo a reírme por mi comentario.
-Dijo la enana
-Oyeee, yo no soy una enana, tengo una estatura estándar que lo sepas.
Los dos empezamos a troncharnos de risa.
-Cállate y dame un abrazo- le digo, abriendo los brazos.
Él se acerca a mí.
Puedo apreciar que tiene alguna que otra escama en la piel.
Nos fundimos en un gran abrazo.
-Anda vete ya, no vaya a ser que te pongas a llorar-me dice al oído mientras seguimos abrazados.
Le miro con cara de pocos amigos, pero me separo.
Me giro a mirar a el bicharraco.
Espero no morir en el camino.

ESTÁS LEYENDO
Blood of kings
FantasyCuando Harper tiene una vida llena de complicaciones viviendo en un orfanato no le queda otra que irse y buscarse la vida . ¿Qué pasaría si por una mala decisión cambia su vida entera? Una vida a la que ahora está en peligro de poderes.