Blood of kings

Capítulo 4

Estamos bajando por el túnel de aire, a punto de tocar el suelo.
-¡Ya casi le pillo el truco a esto!- digo entusiasmada.
Estoy como si estuviera volando, al tener que ir hacia abajo, mi cuerpo está inclinado y estoy viviendo esto con mucha más intensidad.
-¡A ver cómo aterrizas que te la puedes pegar!
Al llegar abajo estoy un poco mareada.
Pero consigo aterrizar más o menos bien.
-¿Oye tienes algo de comer?
-No, pero puedes coger cualquier baya que te encuentres, siempre y cuando no cojas las de color azul oscuro casi moradas.
- Vale -digo cogiendo una de color amarillo-¿Nos queda mucho?
La baya está agria.
Diug.
-No, atravesaremos este pequeño bosque y ya llegaremos a la casa de reuniones.
****
Cuando ya llevamos un rato de caminata puedo divisar un gigantesco lago. Y al fondo de este, la casa de reuniones aunque más que casa yo lo llamaría mansión.
-Bienvenida a Crystal-clear, vamos tienes que conocer a Lord Drysten el líder de esta corte.
-Sir Clarke...-me corta.
-Puedes tutearme, ¿me tratas de usted porque soy un caballero de brillante armadura o por la edad que crees que tengo?
-Pueesss , por las dos cosas.
-Espera, ¿cuántos años crees que tengo?- dice Clarke levantando una ceja.
-La verdad no te he visto la cara, solo veo que eres más alto que yo y que tienes los ojos amarillos. No te conozco lo suficiente como para identificar tu edad.
-Tengo 40 eclipses solares. En el mundo mortal serían 20 años.
-Wow, realmente eres como de mi edad- digo un poco sorprendida.
-¿Qué querías preguntarme?
-Emmm, ¡ah si!, que yo aquí no veo ningún poblado.
-Claro que no ves nada, el poblado está en las profundidades.
-¡¿Hay sirenas?!- digo entusiasmada.
-Emmm algo así
De repente veo cómo sale una criatura del lago.
Es como un ajolote pero del tamaño de un perro pequeño, de color azul y con una concha a sus espaldas. A parte de tener patas , su cola tiene dos aletas al final y está cubierto de escamas.
Es monísimo.
-Awwww ¿que es eso?, es adorable- digo mientras observo a la criatura.
-Es un Baampie, es una especie común en Crystal-clear, viven en el agua, son inofensivos. Algunos habitantes de aquí los tienen como mascota mensajera.
Me acerco para tocar al animal, la textura que tienen las escamas es alucinante.
-Venga que tenemos que llegar hasta allí- señala hacia la casa de reuniones.
-¿Me lo puedo quedar? -digo, animada.
-No.
-¿Porquee? Si dices que es inofensivo.
-Porque para empezar, no tienes donde vivir ni cómo alimentarte, ¿como piensas cuidarle a él si ni siquiera te cuidas a ti?, y segundo, es una criatura de agua y no sabes si a ti te van a asignar esta corte u otra.
La criatura me mira con ojitos de cachorro.
Es demasiado cuqui, ¿como le voy a dejar aquí sola?.
A lo mejor si me la llevo escondida en mi sudadera Clarke no se da cuenta.
-Harper, ni se te ocurra llevártela.
-¡Joder!
-Venga que nos están esperando- empieza a andar por la orilla del lago.
Veo como se está alejando.
-Lo siento preciosa, algún día volveremos a vernos- digo acariciándole.
Voy a paso aligerado hasta que consigo ponerme al lado de Clarke.
Cuando ya llevamos un rato caminando, llegamos al jardín de la casa de reuniones.
Al fondo hay unas escaleras que conducen a dos grandes puertas.
El jardín tiene muchas plantas.
La verdad es que es bastante colorido.
Me acerco a una especie de planta carnívora, tiene un color rosa muy fuerte y llamativo, voy a tocarla...
-¡Quieta! - Clarke me da un manotazo para que no la toque- esa planta te puede arrancar la mano si ella quiere. Tienes que tener cuidado, tiene ese color para atraer a sus presas.
-Vaya no lo sabía- digo exculpándome.
-Pues no toques nada si no...
De repente se abren las puertas de la casa de par en par. De ellas sale un hombre de unos treinta años.
Es alto, de pelo rubio y largo. Lo tiene húmedo.
Tiene los ojos más azules que he visto en mi vida.
Lleva una camisa con mangas abombadas y unos pantalones negros, también los tiene empapados.
Lleva puesto una gargantilla.
Va descalzo.
-Bienvenidos-dice el hombre, tiene una voz bonita, pero no tanto como los abdominales que se le marcan por tener la camisa mojada.
Madre mía.
¡Quien pudiera tener semejante cuerpo!
Casi se me cae la baba.
Se me acerca Clarke al oído.
-Nenaa -dice susurrando- cuidado con las bragas que se te caen.
¡¿QUE?!
Rápidamente me miro, me doy cuenta que llevo leggins y que las llevo bien puestas.
¡Pero será desgraciado!
Voy a pegarle un puñetazo pero se pone ha hablar.
-Lord Drystan -dice Clarke, mientras hace una reverencia ,me coge del brazo para que yo también lo haga- es un honor servirle y que nos dejes estar hoy aquí.
Lord Drystan asiente.
-Ella es la chica a la que secuestraron ¿no?-dice poniendo sus ojos sobre mí.
Tengo que relajarme.
-¿Cuál es tu nombre?
-Soy Harper, es un placer conocerle.
Lord Drystan baja las escaleras hasta ponerse enfrente nuestra.
-Bien, me complace informarte que ya tenemos un hogar para ti. Tendrás que adaptarte a nuestras costumbres e intentar encajar, los primeros días te va a ser un poco complicado, pero ya te acostumbrarás.
-¿Qué corte me han asignado señor?- digo mirándole a los ojos.
-Bueno, debido a tus habilidades te hemos asignado Heavenly.
¿Pero de que habla este tío?
-¿Habilidades? Yo no tengo de eso -digo muy segura.
-Se que es un poco chocante, pero por eso estoy yo hoy explicándote esto, realmente podría estar aquí un consejero o cualquier ciudadano hablándote de esto, pero estoy yo. Vamos a dar un paseo.
Me tiende su brazo para que yo me agarre a él.
-Clarke, quédese aquí.
Empezamos a andar por el gran jardín, hasta que dejo de ver a Clarke.
-Harper, ¿alguna vez te has sentido o te han tratado diferente en el mundo mortal?
No pienso dos veces la respuesta.
-Si.
-Eso es porque eres una de los nuestros -dice mirándome mientras andamos.
-Pero, ¿porque?, yo siempre he sido mortal ¿no?.
-No, ¿conociste a tu padre?.
Me paro en seco.
¿Que tendrá que ver aquí mi padre?
Él murió en una guerra.
-No llegué a conocerle, porque murió en una guerra.
-Así es, una de las batallas más sangrientas de Sister-Lands. Él fue un valioso guerrero.
Un momento. ¿Mi padre era de aquí?
¿Como es eso posible?
-Él conoció a una humana en una misión que tuvo que hacer en el mundo mortal. Después de varios meses allí, se enamoró de ella y se la trajo a estas tierras.
-Mi madre.
-Se casaron y vivieron felices por muchísimos años. Por desgracia, el oxígeno de estas tierras contiene una partícula tóxica para los humanos y tú madre empezó a enfermar. Ninguno sabía lo que le pasaba.
-¿Porqué no la llevaron al mundo mortal?
-La llevaron cuando se dieron cuenta del problema, y claro meses después se percataron de que estaba embarazada. Su bebé crecía sano y salvo, pero a ella le iba pasando lo contrario.
Me estoy quedando anonadada.
Mi madre a sufrido durante tanto tiempo.
-Cuando naciste fuiste una alegría para ellos , hasta que quince años después se libró una gran batalla, en la que murió tu padre. Tú madre seguía enferma debido a la cantidad de oxígeno que respiró durante los años que estuvo aquí, pero ella aguantó, aguantó por ti. - casi veo que le duelen estas palabras.
-Hasta que tres años después murió ¿no?- continuo la historia.
Asiente.
Ahora todo empieza a encajar en mi mente.
La historia que me contaba mi madre, era su vida.
-Eres la viva imagen de tus padres -dice observándome- tienes el pelo rubio y largo de tu madre, los ojos almendrados y desafiantes de tu padre.
-Vaya, gracias.
Hace una pausa, la cual agradezco.
Esto me está empezando a superar.
Voy a intentar cambiar de tema.
-Lord Drystan, ¿cuál es mi don?
-Harper, has nacido con el don de poder controlar el clima.
-¿Y que puedo hacer exactamente? -la verdad me esperaba que pudiera ser invisible y poco más.
-Eso lo irás descubriendo tú solita. En Heavenly te enseñarán a utilizar tus poderes.
Está empezando a anochecer.
Me rugen las tripas.
-Vaya, ¿es que no te han dado de comer?
-Pues la verdad es que no, llevo un día bastante largo y encima no he comido -digo tocándome la barriga.
-Bueno, pues ven a mi pueblo. Allí te podrás quedar en casa de Clarke, cenarás y pasarás la noche, a primera hora de la mañana te irás a tu corte ¿entendido?
Asiento.
Pobrecito, tendré hasta el moño a Clarke.