extra 2

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Nos despertamos después de la siesta, me pare para hacer el almuerzo, para que cuando mi hijo despertara estuviera listo.

Hoy terminaría mi mudanza así que estaría un poco ocupada en ello.

—guaaaa.— escuche el llanto de Alessandro.

Subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto.

— mami.— dijo con puchero.

—¿por qué lloras?, estoy aquí en casa— dije llendo hacia el para cargarlo.

— Tete, tete.— dijo llorando mientras jala mi camisa.

— no hay Tete ahora, tenemos que comer pequeño.— dije secando sus lágrimas.

—¡Tete!— dijo incómodo.

— no te lo voy a repetir.— bajamos a la cocina.

— hola.— saludé a mis padres.

— hola.— respondieron.

— Tete.— Alessandro con sollozo.

—¿Que le paso a mi nieto?— dijo mi madre estirando sus manos mi hijo correspondió y mi madre lo cargo.

— mami, no me quiere dar Tete.— dijo con hipidos.

— si te comes la comidita ella te dará Tete.— dijo mi madre en su oído.

Lo cargue de nuevo y lo puse en su masita para que coma.

Lo cargue de nuevo y lo puse en su masita para que coma

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— te comes todo

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— te comes todo.— le dije a mi hijo, este asintió sin llorar.— te has portado muy mal hoy hijo, y tú sabes cuándo los niños se portan bien hay premios para ti hoy no hay.— dije regañandolo.

— guaaaa.— lloro.

— no siempre se tiene que dar cosas, te la tienes que ganar y lo sabes.— dije.

— déjalo, come mi vida.— dijo mi madre.

Mi hijo no paro de llorar mientras que comía.

Yo terminé de comer y dejé el plato para que lo lavaran las sirvientas.

LACTANCIA INDUCIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora