Capitulo 7

142 11 0
                                    

¿Cómo puedo sacarte de mi mente?



Templo del culto al paraíso



                           DOUMA


Después de lo que pasó, solo regresé directamente a mi templo. Por alguna razón no tenía hambre, así que no me ví en la necesidad de buscar a alguna mujer para comer esa noche.

Digamos que ahora estoy algo pensativo...

Acostado en mi cama, seguía recordando una y otra vez la forma en la que Akaza me trató... Pensándolo con detenimiento fue un poco raro, o sea conseguí lo que quería, vino al bosque cuando pudo irse lejos y me dió una "oportunidad", pero todavía me preguntó algo... Si siempre me ha detestado ¿Por qué fue el quien volvió a besarme?

Me parecía sospechoso su repentino cambio de actitud...

¿Pensaría el lo mismo de mi comportamiento?

Bueno la respuesta realmente me daba igual, lo más crucial era que ahora podía intentar acercarme cada vez más a la tercera. Solo debo tomar precauciones en caso de que también hayan otras intenciones detrás de su "interés" por mi...

Lo último que dijo antes de irse fue: "Pediste una oportunidad para lograr que te mirara de otra forma que no fuera con repulsión, por lo cual he decidido dartela, será mejor que no me desepciones niño bonito..."

Es muy bueno para mi plan que accediera a darme la oportunidad, solo que ¿No es extraño que haya aceptado una cosa así tan rápido?

A lo mejor solo son ideas mías, no obstante creo que cuidarme las espaldas no está demás. No se si Akaza también esté tramando algo, por eso es mejor tomar las medidas necesarias...

Creo que estoy sobre pensando mucho todo esto.

Entre otros asuntos que no puedo dejar de recordar están esos gratos golpes que me dió y ese exquisito beso que hubo entre nosotros...

Cielos, eso sí que fue espléndido... Si existiera un verdadero paraíso en este mundo, diría que ese demonio de cabello rosado me hizo tocarlo por un instante...

Su lengua y la mía rozándose una contra otra a un ritmo acelerado y demandante... Era como si nos desearamos desde hace mucho...

Aunque ese desgraciado solo lo hizo para que bajara la guardia y el pudiera escaparse de mis manos.

De cualquier forma si a él se le ocurría continuar, las cosas se habrían puesto... Peor...

Debería dejar de pensar en eso ya, claro si no quiero que cosas que no deberían pasar en este momento ocurran...

Pero es que esa bonita cara... Esos fuertes nudillos que siempre me destrozan el cuerpo... Esa mirada de desagrado... No puedo negarlo...

¡Es el demonio más perfecto que pueda existir!

Lo que más me gusta es que el nunca deja de golpearme, creo que si supiera que me gusta que lo haga se detendría. No entiendo cómo es que no se da cuenta de que no esquivo los golpes aproposito, o a lo mejor si lo hace pero ignora el hecho...

Quien sabe.

Probablemente el, porque es un hecho que yo no lo sé.

Carajo... Creo que está noche no voy a dormir...

De pronto pasó lo que me temía... Baje un poco la mirada y sonreí al sentir como ese duro problema crecía cada vez más...

Mierda... Eso duele...

¿Por qué no solucionar este contratiempo aliviando mi dolor?

Aquella noche invernal dónde te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora