Un pasatiempo muy interesante.
Lugar exacto, desconocido.
AKAZA
Se que dije que al llegar a este lugar me distraje de mi verdadero objetivo por el problema ya mencionado, lo cierto es, que no solo deje de buscar el lirio de la araña azul debido a unos simples fuegos artificiales, digamos que se involucraron también un par de cosas que lograron desviarme completamente de lo que vine a hacer...
—Tierra llamando a Akaza ¿Estás escuchandome? —me preguntó el rubio que estaba sentado en la misma cama que yo.
—Perdón ¿Que decías? —gire la cabeza para mirarlo, encontrandome con ese expuesto y hermoso cuerpo.
Hablando del rey de Roma... Una de las razones por las que deje de buscar lo que el señor Muzan me había pedido estaba hablándome y al parecer no lo escuché. Este humano me había estado persiguiendo desde que llegué, a pesar de saber que soy un demonio eso nunca le importó.
Suelo comerme a distintos tipos de hombres, pero por alguna razón hice una excepción con este, y después de conocernos un poco comenzamos a tener como una especie de "aventura". Obviamente no es nada serio, pues si él quiere irse a coger con otras personas es libre de hacerlo, al igual que yo.
Últimamente la gente está detrás de mi, primero este individuo y luego Douma. Extrañamente ellos dos tienen una increíble similitud. Ambos son igual de rubios, probablemente tienen la misma estatura, la musculatura de sus cuerpos es notable, solo que este hombre no tiene ojos de colores como el desquiciado, si no unos grises completamente normales... Hasta parece que podrían ser familiares de lo mucho que se parecen físicamente, pero eso es imposible.
Tampoco puedo pasar por alto sus formas de actuar, ya que los diferencia muchísimo, ambos piensan muy diferente y aunque los dos buscan de mi, se puede apreciar a simple vista quien es un humano y cuál es el verdadero demonio.
No estoy entendiendo mucho las cosas que están pasando, pero creo que tener estos pasatiempos es extremadamente placentero. Si ya tengo a un humano detrás de mi ¿Por qué no tener a un demonio también?
Por más que la segunda sea realmente insoportable, hay algunas cosas que me atraen de el...
—¿En qué tanto piensas como para tener que hablarte más de tres veces sin que me prestes atención? — preguntó el contrario acercándose a mi y volviendo a sacarme de mis pensamientos.
—En nada importante... Por favor repíteme lo que habías dicho antes.
—De acuerdo... Te estaba preguntando que si querías que continuaramos con lo que hacíamos... —termino diciendo el rubio sobre mis labios, pues ya se había acercado lo suficiente como para subirse sobre mi.
En ese momento, volvió a mi cabeza el recuerdo de unas horas antes.
Un totalmente diferente Douma encima de mi, atrapando mis manos, mientras me miraba de una forma tan depravada que por dentro me gustaba, pero por fuera no lo demostraba porque no le iba a dar el gusto a aquel ser.
Y cuando lo bese haciéndole pensar que de verdad dejaría de forcejear con el, arranqué su lengua con una satisfacción inmensa al ver su cara de sorpresa.
Podrá sonar algo retorcido... Pero en realidad todo eso me había gustado, solo espero que de verdad aproveche está oportunidad para acercarse a mi, quiero ver hasta donde puede llegar.
Supongo que si ese es el caso tendré que seguir yendo al mismo bosque, no obstante eso es lo de menos. Justo ahora, solo quiero divertirme y saborear un poco más de el...
Entre tanto recordar a ese demonio, una gran exitación llenó mi cuerpo, por lo que tomando con fuerza las caderas del joven sobre mi, sonreí y finalmente le respondí —Por supuesto, vamos a disfrutar mucho de está maravillosa noche... Ryuji...
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Aquella noche invernal dónde te vi
Fantasía.°•"Siempre fue un simple entretenimiento, pero me apegue tanto a él, que dejarlo ir se convirtió en la decisión más difícil de mi vacía vida"•°. Douma siempre pensó que el era su diversión y Akaza tenía la seguridad de que aquel rubio solo era otro...
