EL ATAQUE.

909 64 23
                                    

Neville dudó ciertamente si lo que estaba haciendo estaba bien. Horas antes había recibido una lechuza de el chico Slytherin, donde mencionaba el lugar y la hora para que pudiera entregarle la carta que el mismo habia escrito para sus padres.

Ahora bien, todavía faltaban cinco minutos aproximadamente para que llegara Nott, y no sabía con certeza si salir corriendo ahora mismo o hacer uso de su nula valentía y afrontar la situación.

Finalmente, no pudo decidir cuando vio salir a quien esperaba de la profundidad del bosque. Ahora no tenía más opción que pedirle la carta, esperar que él no lo atacará e irse.

Si, solamente eso.

No era tan difícil.

—Ten—le dijo tan pronto llegó Nott. Extendió su mano para entregarle a Neville el pequeño trozo de papel.

Con las manos temblorosas, el gryffindor pudo aceptarlo.

—Gra-gra.. gracias—Apenado por su tartamudeo y su evidente nerviosismo, bajo levemente la cabeza.

Digamos que Theo ya se había acostumbrado a provocar eso en el chico, por qué ni siquiera le tomo importancia.

—Tengo que irme—Se apresuró a decir, con intención de dar la vuelta y regresar por dónde vino.

De hecho, estaba empezando a pensar que fue un tonto error pedirle que se vieran para entregarle la carta. Simplemente pudo enviarla con su lechuza y ya.

Solo que algo, antes de dar un solo paso, le interrumpío:

No era Lomgbottom. El chico seguia sentado, mirando con una curiosidad y asombro increíble la carta.

¿Entonces que era eso que había sonado? Ese movimiento de las ramas, ¿Acaso alguien los estaba espiando?

Decidido, y empuñando su varita con una mano, Theo estuvo dispuesto a descubrir que era lo que había provocado tal ruido. Así que se acercó poco a poco al lugar, pero antes de que pudiera llegar Neville le llamo:

—No la abriste—Lejos de ser una pregunta, era una afirmación. Theo pudo observar cierto agradecimiento en su voz temblorosa—. Gracias.

Dejo de lado la búsqueda para girar y ver al chico con un rostro de confusión.

—¿Por qué debería hacerlo?

Pero la respuesta por parte del otro no llego. Aunque no hizo falta. Sabía perfectamente a qué se refería el Gryffindor con eso.

Un resoplido salió del chico. Tampoco le sorprendió que lo tacharan de lo peor. Está bien, para nadie era un secreto que era un idiota en ocasiones, pero... ¿Por qué el querría ver lo que estaba escrito allí?

Es más, si quisiera saberlo no haria falta abrir ese sobre, con tan solo entrar en la mente del chico le basta.

Y, aunque estaba tratando de no intervenir, si que sabía más que con certeza que sus pensamientos ahora y siempre eran sobre sus padres. A todas horas, sea cuál sea el día.

¿O lo intuía?

Por qué en su caso si era así. No había un solo momento en que las cosas, así sean las más insignificantes, le recordaran a su madre.

—Como sea—Resto importancia, en un tono extremadamente cortante.

Neville se dio cuenta inmediatamente de eso. No quería hacerlo sentir mal, o ofenderlo.

—Yo...

—Solo cuida tus cosas y ya— Le Interrumpío, todavía con desdén—.No todos son buenos, y yo no tendré piedad contigo de nuevo.

THEOVILLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora