COMPROMISO DE PROBLEMAS

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Theodore Nott

Desde que era pequeño mis padres siempre me enseñaron a solucionar mis problemas, y a resolverlos cómo todo un Nott.

Una de mis primordiales y únicas enseñanzas siempre ha sido:

"No involucres los sentimientos. Si realmente quieres algo, lucha por ello dejando a un lado el corazón, eso solo te llevará a la perdición"

Y yo estoy de acuerdo con ello.

Por eso, ahora aquí, frente a mis más reciente descubrimiento en las profundidades del bosque, me encuentro parado sin pronunciar palabra alguna. Sobre todo porque a quien veo no parece tener la misma ideología con la que fui criado

En cualquier caso yo no me atrevería a soltar ni una sola lágrima.

Pero Logmbottom es un caso aparte, el si que no muestra vergüenza al expresar sus sentimientos. Excepto cuando alza la cabeza y me ve observandolo.

Suelta un chillido de sorpresa y lleva sus manos a la cara tratando de cubrirse el rostro, aunque es inútil cuando yo ya lo he visto.

No dice nada, pero puedo notar como lleva una mano a su túnica y saca de ella su varita, la misma que agarra con fuerza por si yo me atreviera a atacarle.

—¿Planeas hechizarme—Esbozo una sonrisa burlona.

El chico mueve la mano con nervios, comprobandome que en verdad no se atrevería.

Baja la cabeza un poco y no me detiene la mirada.

Por los pasillos de hogwarts se murmuran varias cosas de el: Algunas buenas, algunas malas, y otras un tanto vergonzosas.

—¿Acaso no me escuchaste?

Suelto con más frialdad de la que esperaba.

El alza un poco la vista, temeroso.

Balbucea algo que no le entiendo y sus mejillas se tornan rosadas cuando se da cuenta de ello.

—No— Responde finalmente titubeando.

Lleva una mano a su mejilla, y quita de ella un lagrima que resbalaba.Con la mano temblorosa acaricia a lo que parece ser una rana .

—¿No que?

Toma unos segundos para contestar, pasando saliva una y otra vez.

El chico es muy nervioso, o yo le produzco mucho miedo, pero algo de eso debe ser, de lo contrario no encuentro justificación a su comportamiento.

—No quiero hacerte daño, lo siento—murmura muy bajo que, estándo del otro lado del río, es muy difícil escucharle

De nuevo su afirmación me hace reír.

¿El haciéndome daño?

No lo creo.

El chico no es el mejor ni en encantamientos, ni en transformaciones, ni en defensa contra las artes oscuras.

¿De que manera podría hacerme daño?

Cómo si leyera mi mente el continúa.

—No, lo siento—Pide efusivo con un rostro de preocupación —No quise decir que tú eres débil.

Asiento levemente con la cabeza mientras me reacomodo en el árbol de a lado.

Decido enfocarme en los pensamientos que entran en su cabeza. Si algo hay de bueno en ser un Nott, es que casi nací con el don de la Legeremancia. Algo que con el tiempo he ido perfeccionando tanto como la oclumancia.

THEOVILLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora