Otro mundo

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"Dioses". Ese fue el término usado por los humanos en la antigüedad para referirse a unos seres que escapaban completamente de toda su lógica. Eran seres que los humanos no eran capaz de comprender, no sabían lo que eran...

Y al no saber lo que eran, y al ver todo lo que eran capaz de hacer, los comenzaron a adorar y a venerar como si estos seres fueran unos dioses que cayeron a la Tierra para ayudarlos a ellos, los humanos.

Era algo muy alejado de la realidad, después de todo, estos seres a los que ellos llamaron "dioses" no eran más que unos seres extra-dimensionales, es decir, seres de otra dimensión que mediante una grieta en el espacio-tiempo, lograron llegar a nuestra dimensión. Para los humanos, era como si a todo lo que ellos rezaban se volviera realidad... eran dioses para ellos, después de todo, tenían un poder que solo los humanos eran capaces de imaginar.

Pero que los humanos comenzaran a adorar a estos seres de otra dimensión como si fueran dioses, enojó mucho a alguien... Mikaboshi, que fue encarcelado en Yomi por toda la eternidad... aunque bueno, mejor dejemos eso para otro día.

Sigamos....

Esa grieta interdimensional que unía las dos dimensiones era algo que los humanos de esa época no podían explicar. Solo podían decir que ese "portal" era el puente hacia el paraíso, el hogar de los dioses. Que después de la muerte, cruzarías ese puente y llegarías a Ama, en donde descansarías en paz por toda la eternidad. Como un puente que conectaba el cielo y la tierra.

Y no estaban tan alejado de la realidad...

Y como en el interior de esa grieta parecía haber un puente que llevaba hacia arriba, ellos lo interpretaron de esa forma y lo bautizaron como:
Ame no uki hashi (天浮橋) -Puente del cielo-

Y justo en estos momentos, nuestros dos protagonistas, Jake y Momo, estaban por pasar a ese portal interdimensional para seguir con su misión de encontrar a Amaterasu.

La pelinegra fue la primera en dar un paso hacia el portal, y aunque estaba un poco nerviosa, no lo pensó demasiado y dio un salto entrando por el portal, desapareciendo por completo frente a los ojos del peliverde que con una mirada seria seguía contemplando el portal.

Dio un breve suspiro y también se adentró en el portal mientras pensaba en lo fastidio que estaba siendo el día de hoy....

Dejó sus pensamientos de lado y se concentró en el presente poniéndose en guardia ya que al entrar a ese portal, todo a su alrededor comenzaría a cambiar rápidamente pasando por muchos colores diferentes que estarían dejando maravillado al peliverde.

Todo se pondría oscuro alrededor. Jake ya no era capaz de ver nada. De repente todo el lugar dejaría de brillar y ahora todo estaba oscuro.

Ahora se encontraba en lo que parecía un callejón bastante estrecho en el que era muy difícil para él moverse, y cuando miró hacia so frente, vio una pequeña luz brillando al final de ese camino. Además, lo que estaba pisando tenía la misma textura que en esa montaña, era nieve...

Jake: Esto no me está dando muy buena espina. -se dijo a sí mismo y comenzaría a caminar hacia delante pegándose a la pared-

Estaba caminando a pasos lentos debido a lo estrecho de ese pequeño callejón. Y después de un poco de empeño y esfuerzo, logró llegar hasta el final de ese camino, aunque fue bastante complicado ya que no podía agarraste a nada en la pared para poder impulsarse bien y caminar. Pero eso no era lo importante, acaba de llegar al final y veía esa luz muy cerca de él, solo faltaban dos pasos más para salir de ese callejón.

Se adentró a esa luz y tuvo que cubrirse la cara con sus antebrazos por lo intenso que era ese resplandor, hasta que sintió una brisa por todo su cuerpo haciendo que nuevamente abriera sus ojos y se encontrara con un paisaje hermoso.

Mente Torcida (Reiniciada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora