Odisea divina

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Un gran estruendo haría eco en un oscuro lugar que a continuación sería iluminado por unas llamas naranjas provenientes de las manos del Dios del Sol, Ra.

Este Dios estaba agarrando del cuello a uno de esas momias encapuchados que formaba parte de su culto. Ra parecía realmente enojado y disgustado, parecía que estaba listo para tirarle su fuego en toda la cara, y era entendible, después de todo, ellos habían fallado en su misión de conseguir el escarabajo.

Ra: ¡Malditos inútiles! No debí confiarle alto tan importante a ustedes. -exclamó el dios apretando con más fuerza el cuello de su sirviente- ¡Debí suponer que esto pasaría!

-Lo sentimos, mi señor. -se disculpó el líder de las momias arrodillado frente a su dios-

Ra: Una disculpa no va a borrar el fracaso de su misión. ¿Cómo es que dejaron que un simple niño los derrotara? -rugió-

-No esperábamos que el avatar de Khonshu tuviera dos khopesh capaz de detener nuestra regeneración, eso nos derrotó. Sé que no merecemos su perdón... pero si solo nos da otra oportunidad seguro que esta vez no le decepcionaremos. -habló otro de las momias también de rodillas-

Ra: Tueris les puso un hechizo tan básico que les impide localizar los escarabajos y su mayor virtud, la regeneración instantánea fue neutralizada por Khonshu. Me atrevería a decir que ahora mismo ustedes no son más que inútiles. -alegó, con enfado notable en su voz- Podría borrarlos de la exist-

-¡Pero señor! ¡Danos una segunda oportunidad! -interrumpió otro de las momias con desesperación- ¡Se lo rue-

Intentaría hablar nuevamente, pero esta vez su cara sería estampada contra el suelo por un ya irritado Ra. La otra momia que estaba siendo sostenido del cuello caería al suelo y rápidamente se levantaría y se pondría de rodillas.

Ra: No me vuelvas a interrumpir mientras hablo. Mantén la maldita boca cerrada. -más que una orden era una amenaza- Si hablas de nuevo te exterminaré ¿entendido?

La momia asentiría levemente aunque con mucho esfuerzo para responder a la pregunta que el dios había hecho. Ra al ver eso soltaría su cabeza y se levantaría del suelo pero cuando la momia también intentaba levantarse el dios le pisaría la cabeza con tanta fuerza que su cara nuevamente sería estampado contra el suelo.

Y ahí, Ra comenzaría a hablar nuevamente:

Ra: Les daré una segunda oportunidad... -reveló sorprendiendo a los presentes, aunque esa felicidad  duraría solo unos segundos- ¡pero si logran sobrevivir a esto! -decretó el Dios levantando sus manos y dando una sonrisa macabra llena de emoción mezclada con locura-

Sus ojos brillarían de color rojizo mientras que sus manos serían envueltos por una aura también rojiza al igual que todo su cuerpo del que comenzaría a salir un poco de humo. Un fuego intenso de color anaranjado salieron de sus manos, ese fuego terminó iluminando todo el oscuro lugar y mostrando la cara de sorpresa que todos los presentes tenían al ver eso.

Ellos se preguntaban: ¿Acaso Ra los iba a incinerar?

Y si. Él lo iba a hacer. Estas cinco momias habían sido antes unos seres humanos, más concretamente faraones. Después de que murieran Ra los ató a él, los hizo su sirvientes sin que ellos lo supieran ya que habían olvidado todo de su anterior vida. Ellos iban a ser muy útiles para él, pero ahora... ya no le servían de nada y era momento de desecharse de ellos.

Las cinco momias serían envueltos por una brillante aura rojiza que los dejó anonadados sin saber qué era lo que Ra les iba a hacer. Y... sin que ellos se lo esperasen, un gran fuego aparecería poco a poco por todo su cuerpo hasta que, al final, todo su cuerpo sería envuelto por un violento y abrazador fuego que los comenzaría a quemar por todos lados, en el exterior y en el interior de su cuerpo.

Mente Torcida (Reiniciada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora