Una historia más de aventura mística, locura, paranormal, dioses, trastornos mentales y traumas del pasado.
Algunos personajes que aparecen en la historia no son de mi persona, todos los derechos a sus respectivos creadores, derechos a Marvel (Disne...
Antes de empezar quiero mandarle un gran abrazo a mi bro user23927853 que me hizo la portada de la historia, te lo agradezco mucho bro, no sé como podría agradecerte por esto.
Sin más que agregar comenzemos por donde lo dejamos.
Pensamiento: (que le pasa a ese estúpido) Acción: *abriendo la puerta*
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Izuku estaría abriendo los ojos viendo un castillo con una estatua en frente de él.
Izuku: ¿Donde estoy? ¿Que pasó? ¿Acaso esto es un sueño?... Estaba en el cuarto blanco y de repente aparecerí en este lugar
Izuku se miraría y se tocaría el cuerpo, vería que todavía tenía la ropa blanca y también los pantalones blancos.
Izuku empezaría a observar todo el lugar viendo que todo estaba oscuro pero en el cielo se podría ver muchas estrellas y una luna llena.
Izuku: Todo está oscuro, solo puedo ver ese lugar, es como si solo ese castillo existiera.
Izuku miraría al castillo nuevamente por unos segundos pero de repente escucharía una voz.
Izuku, Izuku, Izuku, Izuku
Izuku miraría a todos lados viendo que no había nadie.
Izuku comenzaría a asustarse pero también se pondría furioso, ya estaba harto de todo lo que estaba pasando y empezaría a gritar al cielo.
Izuku comenzaría a gritar pero solo el eco resonaba en el lugar.
Izuku: ¡¡Si tienes algo que decirme dime!!
¿Izuku eres tú?
Esa pregunta haría que Izuku se quedara pensando y no sabría que decir.
Izuku: No estoy seguro, ya no sé que pensar, me están pasando muchas cosas *arrodilladose* ¡¡ya no sé quien rayos soy!! ¡¡no se si esto tampoco es real!! Ya no puedo más.
Izuku levántate
Izuku al escuchar eso dejaría de llorar, se limpiaría las lágrimas y comenzaría a levantarse.
Después de poder levantarse Izuku miraría de nuevo al castillo con una mirada decidida mientras la luna llena estaba en todo su esplendor iluminando su cara.
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Ven entonces hijo mío, ven a ver tu verdadero rostro.
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