Reconciliación

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Al llegar a su hogar se encontró con el pálido esperándolo en la entrada de la casa. Estacionó el auto en su lugar y salió de él. Escuchó unos pasos que se acercaban con velocidad hacia él y unos brazos que lo abrazaban por detrás.

— Sol — murmuró.

El susodicho volteó por encima de su hombro y se volteó para recibir el abrazo.

— Yoonie —.

Al oír ese apodo el contrario se tranquilizó un poco pues pensaba que tal vez su novio no estaba tan enojado como ayer.

— ¿Estás bien? ¿Ya no lloraste? — preguntó angustiado para tocar las mejillas de su novio.

— Ya estoy un poco mejor — soltó viéndolo.

— Eso es bueno, vamos adentro para que pueda... contarte todo — al decir eso dudo un poco si terminar su oración.

El contrario aceptó y ambos entraron a su residencia.

Las luces estaban apagadas, pero se podía ver gracias a varias varas de luz neón de diferentes colores, además la casa estaba cubierta por una luz azul que las hacía resaltar más, el camino de varas de luz daba hacia la habitación donde había unas rosas manchadas con colores neones y un escrito en una caligrafía exquisita en una tarjeta al lado de ellas.

"¿Perdonarías a este patán?"

Volteó a ver al patán quien le sonrió levemente esperando una respuesta.

— Después de que me digas la verdad te perdonaré — habló decidido.

YoonGi suspiró y asintió para tomar asiento junto a su pareja en el cómodo colchón.

Si saber como comenzar, YoonGi quedó en silencio, siendo esperado por el castaño que no le puso más presiones.

— Lo que pasa es que desde que soy niño papá es como mi héroe, creo que para todos los niños, pero el caso es que lo admiraba mucho, tanto que fue muy difícil para mi salir del closet, porque sabía que decepcionaría a papá, pero por accidente terminó enterandose de que yo era gay, eso provocó una gran ira en papá a tal punto de golpearme por ello, yo me sentí asustado... papá nunca me había golpeado y siempre parecía protegerme, pero me golpeó, el hombre que mas admiraba me golpeó, yo busqué su perdón miles de veces, pero el parecía rechazarse en todos los aspectos, hasta que un día mamá no pudiendo soportar más el escándalo entre nosotros dos le dijo que había uno que ejecutaba el roll "femenino" y uno masculino. Papá se calmó un poco después de ello y me dijo que si yo era la mujer al menos una vez estaría tan decepcionado de mí como en ese entonces que se enteró que yo era gay o peor... puede que hasta no me reconozca como su hijo... no quiero ser una deshonra, soy hijo único y es mi deber mantener ese honor — suspiró con pesadez apretando sus manos en puños para tranquilizarse un poco.

Entonces la teoría de HoSeok era correcta, aún así el propietario de la teoría se quedó pensando unos varios minutos.

— Entonces no dejas ni que te toque la cintura ¿sólo porqué crees que eso es un tacto que sólo se les da a los pasivos? ¿También crees que los pasivos no merecen sexo oral? ¿Qué sólo ellos lo hacen? — preguntó extrañado y su expresión lo revelaba.

— No quiero defraudar a papá — dijo volteando hacia abajo.

— No lo vas a defraudar, además tu padre si te ama, será como seas y una cosa, ¡a tu padre no le tiene que importar o no tiene que saber que roll desempeñas! Eso es tétrico — contestó HoSeok frustrado algo enojado.

— Pero —.

— Nada de peros, Yoonie, el que te diga lindo no te hace pasivo, si te doy nalgadas no sólo para pasivos, tampoco que te tome de la cintura o te abrace por detrás, son sólo toques normales entre pareja, no deberías de ponerle etiquetas a un simple toque. Eso es demasiado retrógrada, ser el que recibe no te hace menos hombre, no te hace más mujer o más afeminado, debes comprender y tú padre también, que por ser gay no te vas a vestir de falda o vas a convertirte en un mujer de a poco, si así fuera, yo me ubiera convertido en una desde hace un tiempo — pausó. — Deben de entender eso, tal vez tú padre ya no lo haga, pero tu estás a tiempo, por favor, Yoonie, tienes que entender que tu vida privada, íntima conmigo es privada y no deben de enterarse las demás personas — dijo esto muy decidido, pero se acordó que le había contado sobre esta situación a JungKook y por un momento se sintió un hipócrita.
YoonGi proceso estas palabras que le venían como vacunas contra un virus dentro de él, realmente las palabras de su amante tenían sentido, pero había algo que no le gustaba de todos modos, algo que lo tenía algo incómodo y no sabía de qué se trataba.

— ¿Y si vuelve a preguntar algo cómo eso? — soltó.

— Le dices, papá ya soy adulto y me incómoda que te involucres en mi vida íntima o sigue diciendo que soy el de abajo, aunque preferiría la primera, porqué me incómoda que tu padre quiera estar al tanto de nuestra vida sexual — hizo una mueca de asco.

YoonGi asintió. — Ahora que lo pienso mejor, sí es bastante tétrico — soltó con pena.

— Por supuesto que lo es — aseguró asintiendo.

El pálido lo aceptó aunque algo le consternaba aún, pero no dijo nada pues ya parecía que HoSeok no estaba enojado con él.

— ¿Ahora su perdonarás a este patán? — preguntó con cierta broma en su tono.

HoSeok sonrió y asintió. — Te perdono, patán — se acercó para darle un beso en la mejilla.

El mayor sonrió y se acercó más a su pareja para darle un beso en los labios que él contrario correspondió. El no estar juntos por un día siendo que en todo el año que habían estado juntos nunca lo habían hecho provocó que se extrañaran en sobremanera, por ello el beso se prolongó más de lo usual al mismo tiempo que se abrazaban, esta vez HoSeok deslizó sus manos a la cintura de YoonGi para ver su reacción y aunque al principio el susodicho se alteró con un temblor no lo apartó y siguió el beso.

Estaba decidido a no ser tan retrógrada como para no dejar a su pareja tocarlo con tantos cariñosos como aquellos.

HoSeok se sintió esperanzado al no ser retirado de esa zona, por eso dio un leve apretón que también el pálido reaccionó con un estremecimiento en mala manera, pero se retuvo y no los detuvo, enfocándose mejor en guiar de manera correcta sus labios para obtener la dominancia a la cual estaba completamente acostumbrado a llevar.

Luego de unos segundos de separaron.

— Yoonie... ¿Qué tal si me dejas hacértelo? — preguntó algo esperanzado.

— Sol... no lo sé, te amo, en serio lo hago, pero... aún no me he preparado mentalmente... da- —fue interrumpido.

— ¿Eso significa que si me dejarás hacerlo? — preguntó sobresaltado.

YoonGi asintió con pena. — Aún no lo sé... lo pensaré, te lo aseguro — acarició la manos del contrario, quien terminó suspirando, pero asintiendo.

— Está bien, lo entiendo, Yoonie — sonrió.

— Gracias — sonrió. — Pero ¿aún así te daremos nuestra reconciliación hoy? — vio los ojos del contrario.

HoSeok rió en un bufido. — Claro que sí, ansioso — sonrió.

— Admite que tú también estás ansioso, Seok-ah — sonrió con lujuria sobando el muslo de su novio con intensiones morbosas que ambos tenían en mente.

— Cállate y bésame — expresó con un poco de desespero para rodear con sus brazos el cuello de su novio y atraerlo para besarlo.

El pálido respondió al instante de la misma manera en la que su pareja lo besaba.

De un momento a otro, HoSeok se tiró en la cama quedando boca arriba, sin soltar a YoonGi quien logró acomodarse arriba del castaño entre sus piernas.

Así empezó la reconciliación.

YoonGi no quiere ser pasivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora