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𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  𝟏𝟎
"𝗟𝗔 𝗢𝗥𝗗𝗘𝗡 𝗗𝗘𝗟 𝗙𝗘́𝗡𝗜𝗫"

20 de Septiembre de 1971

Todo era un desastre.

Margot no había tenido contacto con sus amigos en más de un mes, no sabía nada de lo que pasaba en el exterior.

En esos momentos se encontraba con su madre y su tía. Estaban probando vestidos de novia, la castaña tenía la esperanza de poder elegir el vestido pero su madre rechazo los qué a ella le habían gustado diciendo que eran horribles y nada apropiados para la ocasión.

Tampoco sabía nada de su hermana, pero esperaba que ella estuviera bien. Sus padres había estado molestos todo el día desde que se fue, pero después lo olvidaron diciendo que era una carga menos y que la traidora se fuera.

Lo que hizo pensar a Margot si sus padres realmente la querían. No les importo en lo mínimo que Lena se fuera, lo que les habia molestado era qué habian quedado mal con la familia del chico con el que habian planeado casarla.

La castaña se miró al espejo, el vestido no le gustaba para nada, lo único que podía hacer era aguantar las lágrimas y sonreír.

—¡Este es divino! —exclamó su madre mientras su tía asentia.

—Estoy segura de que le va a encantar —dijo la madre de Daniel— ¿A ti te gusta cariño?

«¿Acaso importa lo que yo opine?»

—Si... es lindo.

Al final compraron el vestido que le gusto a su madre y salieron de la tienda. Caminaban por el callejón Diagon cuando su madre y su tía entraron a una tienda hablado de la decoración.

Ella camino por el callejón mientras cargaba sus bolsas. Levantó la mirada y a lo lejos divisó una cabellera pelirroja qué conocía muy bien. El brillo de sus ojos volvió y corrió hacia él.

—¡Caleb! —el pelirrojo sonrió al verla.

Lo abrazo y no se había dado cuenta de cuanto lo necesitaba hasta ahora. Se separaron y la castaña tenía una sonrisa en labios, pero luego frunció el selo y lo golpeó.

—¡Auch! ¿Pero que...?

—¿Porqué no respondiste mis cartas?

—Tengo una gran explicación... —Margot lo miró esperando a que continuara— No puedo hablar de eso aquí, nos vemos en la wafleria a la que fuimos hace unos años, por la tarde.

Dijo para dejar a una Margot confundida viendo cómo se iba su amigo.

—¡Caleb! ¡Maldito Prewett!

Por la tarde, la castaña caminaba por las calles de Londres muggle, esta vez si había sido más difícil convencer a su madre de dejarla salir, pues con la boda estaba estresasa todos los días.

Entró a la tienda donde fue anteriormente con Caleb, recordaba ese día. Casi la atropellan y un muggle la había salvado, ese día sus pensamientos hacia los muggles y los nacidos de muggles habían comenzado a cambiar.

A fondo vio una cabellera pelirroja qué leía el Profeta, en la portada del periódico hablaba sobre las recientes muertes. La castaña tomó asiento frente a él. El pelirrojo bajo el periódico.

—¿Se puede saber porque tanto misterio? —su amigo sonrió— ¿Qué ha sido de ti?

—Entre a la academia de Aurores —la castaña sonrió— Aún no terminan mis entrenamientos, para el próximo es terminaré, Fabián ha sido mi tutor.

𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐎𝐒𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora