𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐎𝐒𝐄

𝟣𝟦.

𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎
"𝗣𝗥𝗢𝗙𝗘𝗖𝗜́𝗔𝗦"

01 de Agosto de 1980

Habian pasado unos meses desde la tragedia en la Mansión Blake. Durante un par de días eso fue primera plana en Profeta.

La castaña la había pasado terriblemente mal, lo que había hecho su embarazo muy difícil, pues cargar con la muerte de toda tu familia no era fácil y menos si estas embarazada.

En esos momentos estaba en la sala leyendo un libro acostada en el sofá. Tom no le tenía permitido hacer nada pues tenía miedo de que afectará su embarazo y tenía a elfos domésticos haciendo de todo.

Su esposo estaba a unos metros de distancia. Al parecer esperaba a alguien pues se le veía tenso, tenía que ser importante.

Pronto divisó a una cabellera negra entrar en la sala, se trataba de Severus Snape, uno de los mortífagos más joven en sus filas. Snape se adelantaba manteniendo la cabeza gacha en señal de respeto y temor, mientras su rostro revela una mezcla de nerviosismo y determinación.

—Mi señor —saludó a Tom, luego se giro a Margot— Señora Blake.

—¿Qué es tan importante que tenga que saber Severus? Si no te das cuenta, mi mujer está apunto de dar a luz.

—Mi señor, tengo información que considero de su interés.

—¿De qué se trata, Severus? Te escucho.

—Tuve la oportunidad de escuchar una conversación en el cabeza de puerco hace unos días. Escuché una profecía, mi señor.

La castaña levantó la mirada de su libro y presto más atención. Su esposo también parecía más interesado su expresión mostraba una mezcla de ansiedad y curiosidad.

—¡Habla, Snape! No me hagas esperar —le gritó, pero al ver la mirada de su esposa se relajo un poco.

—No hace falta que grites, estamos junto a ti, te podemos escuchar —le dijo la castaña y Snape carraspeo incómodo para luego continuar.

—Según la profecía, existe un niño nacido a finales de julio, hijo de padres que le han desafiado tres veces. Este niño poseerá el poder de acabar con usted.

Los ojos de Tom se entrecierran y su rostro se tensa, lleno de ira y frustración. La castaña miró al mortifago sorprendida.

—¿Y quién fue el que escuchó esta profecía?

—Albus Dumbledore.

La ira en el rostro de Tom aumento mientras estrujaba el libro que tenía en manos.

—¡Incompetente! ¡Dumbledore siempre ha sido un obstáculo! ¡Ese niño morirá! ¡Si alguien ha de acabar conmigo, seré yo quien lo haga!

Snape asiente, consciente de la furia de su señor, pero también de la importancia de la información que acaba de revelar. Mientras tanto la castaña solo pensaba en el niño.

—Hay dos parejas que te han desafiado tres veces, los Longbottom y los Potter —su esposo asintió— ¿Ellos tiene hijos? —preguntó a Snape, el asintió.

—Ambos tienen niños, y ambos nacieron a finales de Julio —Margot miró a su esposo.

—Los Potter —dijo su esposo— mataré a los Potter.

La castaña divisó algo de ¿preocupación? En Snape.

—¿Porqué a los Potter? —preguntó a su esposo.

—El niño de los Longbottom es sangre pura, no pienso asesinar a un sangre pura.

—¿Matartas a la familia entera? —él asintió.