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𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎  𝟏𝟏
"𝗠𝗔𝗟𝗗𝗜𝗧𝗢 𝗣𝗥𝗘𝗪𝗘𝗧𝗧"


01 de Noviembre de 1971


La castaña estaba en su tina de baño. En la mansión había mucho movimiento, elfos acomodando sillas y mesas, y sus padres caminando por todos lado. Hoy era la boda.

Margot pensaba si era prudente ahogarse en la bañera, no imaginaria la cara de su madre si la encontrará muerta. Probablemente le daría mar vergüenza quedar mal con las personas que su propia vida.

Sacó la cabeza de la tina cuando tocaron la puerta.

—¿Quién es? —preguntó.

—Soy tu tía cariño —contestó la mujer— Aria va a llegar pronto y ya trajeron el vestido, tienes que arreglarte.

Margot gruñó pero salio de la tina, se envolvió en una toalla y abrió la puerta. Su tía se encontraba sonriendole, ella le regreso la sonrisa. En los últimos días parecía que su tía era la única que le importaba como se sentía y eso que ni siquiera compartían sangre.

—Vístete, no tardan en llegar las brujas que te van a maquillar y peinar —después de decir eso salio de la habitación.

Tomó su varita para secar su cabello con un hechizo cuando una bola azul entró por su ventana y se convirtio en un lindo perro. La castaña sonrió y se acercó a ella.

¡Maggii! Se que hoy es tu boda y probablemente no estés muy feliz, pero sabes que cuentas conmigo para todo. Quería decirte que el profesor Dumbledore quiero que tu hermana se una a la orden en cuanto salga de Hogwarts, te prometí cuidarla y es lo que voy a hacer. Espero verte pronto, nos vemos y ojalá tu día mejore.

El perro desapareció y cuando estaba a punto de responder el mensaje tocaron la puerta. Al abrirla entró Aria junto con dos brujas que no conocía.

—Ellas dos te van a dejar divina —dijo su amiga— Ahora siéntate frente al espejo y deja que ellas hagan su magia.

Media hora más tarde la castaña estaba lista, solo faltaba ponerse el vestido.

—¿Tú no lo escogiste? —la castaña negó para tomar el vestido y cambiarse.

Después de ponerse al vestido se miró al espejo. No podía negar que se veía muy bonita, el maquillaje no era nada exagerado pues así lo quiso su madre y su cabello había quedado suelto, con un adorno de flores por un lado.

—¡Te ves increíble! —exclamó Aria— ¿No te sientes increíble? —preguntó al ver su cara.

—No es eso... me estoy preparando para poner mi mejor cara el resto del día —dijo girando hacia su amiga— Tenemos que irnos, la ceremonia empezára pronto.

El patio trasero de la mansión era enorme, y con toda la decoración se veía hermoso. Tenía que esperar a que llegara su padres pues él la entregaría. Había cientos de magos qué ella no conocía, pero sabía que eran seguidores de Voldemort, algunos llevaban máscara.

Pronto llego su padre. La música empezó a sonar mientras el sol decencia por el horizonte, su nerviosismo aumento cuando vio al hombre esperándola en el altar viéndola fijamente, a paso lento se acercó al altar junto a su padre, al llegar la castaña pudo observar al hombre mejor. Llevaba un traje negro con un pequeño arreglo de flores en el chaleco, era igual al que ella llevaba en el cabello.

—Estás muy hermosa —Fue lo primero que él dijo.

Las ceremonias mágicas eran bastante comunes, quizás era lo que más unía al mundo muggle y Mágico.

𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐎𝐒𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora