𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐎𝐒𝐄

𝟣𝟧.

𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎
"𝗖𝗔𝗜́𝗗𝗔 𝗗𝗘 𝗩𝗢𝗟𝗗𝗘𝗠𝗢𝗥𝗧"

31 de octubre de 1981

Era halloween por la tarde.

La castaña cambiaba a su bebé qué hace no mucho había cumplido su primer año de edad. Madre e hija bajaron a la cocina, la castaña la sentó en la sillita especial y comenzó a darle de comer.

En el comedor había mucho ruido. Su esposo había convocado a una reunión de emergencia, y le había dicho que se quedara con Neferet en la habitación. Pero su niña tenía que comer, así que estaban en la cocina.

Dejó a la niña al cuidado de su elfina doméstica cuando escucho a su esposo gritar. Salió al comedor.

—¡Habla ya Colagusano!

Había mortífagos encapuchados alrededor de la mesa. Solo se puede ver la silueta de Colagusano, encapuchado y temeroso, acercándose al grupo de mortífagos.

—M-mi señor. He reunido información valiosa que podría llevarlo a los Potter.

Su esposo sonrio maliciosamente, deleitándose con el miedo que emanaba Colagunaso. Los mortífagos rodean a Colagunaso, atentos a cada palabra. La castaña miraba algo preocupada desde la puerta de la cocina.

—Habla, Colagunaso. No toleraré demoras innecesarias.

Colagunaso trago saliva, intentando controlar el miedo que lo consumia. Se quitó la capucha revelando un rostro pálido y ojeroso. Miro a Voldemort a los ojos y se armó de valor.

—James y Lily Potter se encuentran escondidos en un lugar llamado Godric's Hollow, al sur de Inglaterra.

«¿Pero el como sabe?» Pensó la castaña.

Voldemort frunce el ceño, procesando la información mientras se regodea en su victoria anticipada.

—¿Estás seguro de esto, Colagunaso? No toleraré mentiras ni incompetencias.

—Por favor, mi señor —Colagunaso se arrodillo— puedo decirle cómo llegar hasta allí. Solo le pido que me permita vivir... por favor.

Voldemort sonrío con malicia, saboreando la suplica de Colagunaso. Ese era el comportamiento al qué la castaña temía, cuando se portaba como un monstruo.

—Muy bien, Colagunaso. Si me guías con éxito a la ubicación de los Potter, te concederé el privilegio de seguir vivo. ¡Ahora larguense todos!

Los mortifagos comenzaron a salir del el lugar dejando solo a su esposo.

—Esta noche muere el niño Potter.

Margot regreso con Neferet. Tenía un mal presentimiento de todo esto. La mujer estaba entrando en pánico, tomó a su hija y regreso a la habitación. No paso mucho tiempo antes de que su esposo entrará.

Se cambio de ropa y se puso una capa bajo la atenta mirada de su mujer.

—¿A dónde vas? —Él la miro sonriendo.

—Ya se donde están los Potter, ahora voy hacia allá.

La castaña miró por la ventana, eran alrededor de la ocho de la noche. No tenía ninguna manera de avisar a nadie y no podía dejar a su niña sola.

—Esta noche saldrá muy bien, no habrá ningun mocoso qué de derrotara y seremos felices —la mujer sonrió nerviosa— ¿Qué te pasa?

—¿De verdad crees que sea buena idea? Digo, imagina que a quien viene a matar es a nuestra hija...