V.

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Como odio a ese gato

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Como odio a ese gato. Verlo frente a mí disculpándose por no poder llevarme a explorar sino hasta dentro de dos días me puso de mal humor, pero tampoco esperaba más. Tampoco entendí a lo que se refería cuando me dijo que "su reino estaba demasiado colorido hoy", quizá solo no quería llevarme. Con razón el sombrerero y él son tan buenos amigos, los dos solo saben decir incoherencias.

Pasé de estar emocionado por salir a explorar un poco de este lugar, a estar sentado frente a un escritorio escuchando al mago Wilbur enseñarme cosas básicas para poder empezar a estudiar como parte de la realeza. Tallulah está junto a mí, pero en contraste ella sí está prestando atención y parece interesada en el tema.

No puedo evitar tener pensamientos intrusivos en los que tengo al gato en mis manos y le aplasto el cuello, pero no dejo que pasen a más que eso. Simples pensamientos agresivos de enojo.

Que desgracia la mía. Con mi "traje de aventura" y frente a un pizarrón que tiene un mapa conceptual con las clases sociales y otro con la jerarquía de títulos en la realeza. Suspiro estirándome hacia atrás en mi lugar. Mis huesos tronando son lo suficientemente sonoros para interrumpir al profesor Wilbur.

— ¿Se siente bien, Alteza?—pregunta con algo de preocupación, deteniendo la clase. ¿Realmente sonó tan mal mi espalda reacomodandose?—.

— Todo bien, solo que siento que necesito un pequeño descanso de estar sentado—digo con una sonrisa tranquila, aunque algo avergonzado—.

— Papá, ¿por qué no tomamos una pequeña clase de magia entre clases?—pregunta Tallulah, captando mi atención de inmediato—.

Wilbur mira a Tallulah con algo de preocupación, aunque de inmediato sonríe y vuelve a hablar en un tono amigable.

— Lo siento, Tallu, pero no tenemos autorizado-.—lo interrumpo levantando mi mano—.

— Hagámoslo, yo le explicaré luego a mi papá—sugiero con una amplia sonrisa. Wilbur duda un momento, mirando hacia la puerta de salón, empieza un repiqueteo ansioso con la suela de sus zapatos, como si alguien lo estuviera observando; seguro no saben lo que es romper una regla, no, como deformar una regla. Finalmente suspira algo angustiado antes de volver a hablar—.

— ¿Qué hechizos sabe hacer, príncipe Roier?—pregunta mirándome, aunque creo que pudo notar mi cambio de emoción—.

— ¿H-hechizos...?—me quedo callado igual que él, Tallulah hace una expresión de sorpresa, yo siento el calor subir a mi rostro y alojarse en mis orejas y mejillas— solo se hacer... un hechizo...—admito bajando mi mirada y restregando mi cara en el escritorio—.

— ¿Cuál es, Alteza?—pregunta Tallulah poniendo una mano en mi hombro, intentando ayudarme—. Si sirve de algo, solo puedo hacer dos, aún estoy pequeña para más—me sonríe dulcemente. Intento no demostrar que me dolió en el orgullo que ella supiera más de magia que yo siendo que vengo de un linaje de magos—.

❛❛ ִֶָ  ࣪ ˖ ⋆𝐖𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝 ִֶָ  ࣪ ˖ ⋆❜❜  | Guapoduo | QSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora