IV.

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La música era perfectamente audible incluso desde donde estaba

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La música era perfectamente audible incluso desde donde estaba. Al parecer mi papá decidió, de último momento, convertir el baile formal y tranquilo en una gran fiesta de bienvenida, con todos los nobles, de alto y bajo rango invitados. Algunos sirvientes corren de un lado al otro para tener todo en orden durante la fiesta. Leonarda y yo vamos juntos al salón principal en el que mis padres,  los suyos, la alta sociedad y los aristócratas nos esperan. Estamos siendo acompañados por un par de guardias, algo innecesario en mi parecer, pero supongo que deben tener un motivo por el que me protegen tanto. El pasillo no es el más largo del mundo o el más interesante, pero si tiene algunos cuadros que llaman mi atención; disfrutaría de pintarlas bigotes y demás cosas "obscenas"—según criterio de mi papá—. Además me pone nervioso la idea de ser el centro de atención de hoy, desearía que el pasillo se alargara, o mis pies se hicieran más lentos, o tomar la poción que me encoge y desaparecer para los demás.

Era momento de anunciar mi llegada. Tenía que poner la sonrisa más pura, inocente y cálida que pudiera, pero siendo sinceros, realmente dudo que logre evitar que se escape un rastro de incomodidad en ella.

— todo estará bien, Roier—Leonarda tomó mi mano, como si leyera mis pensamientos. He tomando la decisión de que por ahora podía confiar en ella, confío en que he tomado la decisión correcta—.

— eso espero—digo intentando sonreírle, ella parece convencerse con mi respuesta.

Nuestros nombres fueron anunciados en el momento que la inmensa puerta se abrió frente a nosotros. Un mar de aplausos nos dió la bienvenida al salón, sin duda se esmeraron en hacer un evento formidable. Miles de rostros dirigidos hacia nosotros.

Hombres con trajes formales y vistosos que ignoran la importancia de la fiesta y únicamente desean presumir lo que su poder económico les permite comprarse. Mujeres con los vestidos más elegantes, bonitos, y también extravagantes que ha visto también están presentes, portando probablemente todas las joyas que encontraron en su tocador; las más jóvenes portan vestidos cortos y que resalten su cintura, buscando ser el centro de atención.

Es casi como estar en casa.

Leonarda hizo una reverencia a los presentes como saludo. La imité. Pero había algo diferente en el ambiente. Sentí una intensa mirada sobre mí, diferente a las que me daban las demás personas.

Nos indicaron que bajemos por las escalinatas para ir hacia los reyes. Extendí mi mano a Leonarda, ella la tomó con calma y bajamos juntos hacia Quackity, Luzu y Tilín.

— te vez tan lindo, hijo—Quackity volvió abrazarme, poco a poco empezaba a sentirme menos incómodo con eso—.

— gracias, papá...—respondo en voz baja, con mis mejillas un poco coloradas—.

Mi padre Luzu también se acercó a abrazarme. No pude evitar sentir mis ojos humedecerse al oírlo decir que estaba orgulloso de lo que he logrado y por al fin estar de vuelta. La siguiente era Tilín.

❛❛ ִֶָ  ࣪ ˖ ⋆𝐖𝐨𝐧𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝 ִֶָ  ࣪ ˖ ⋆❜❜  | Guapoduo | QSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora