Buenas noches, querido. (Colección de OS TGCF)

La aventura de Lang Qianqiu

NA: Idea rápida (originalmente) XL Guoshi que tiene una maldición particular que lo hace transformarse en hurón. LQQ lidia con esto. Also, idea tomada de un fic de Ao3, pero no idéntica "My Guoshi Become a ferret?!"

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Xie Lian tenía mala suerte.

Después de todo, transformarse en un hurón —un hurón —, cada vez que estornudaba, en respuesta a cualquier cosa que le picará la nariz, y que la cura para esta pequeña maldición era usar energía espiritual que, o vaya, ¡Xie Lian no tenía acceso ahora y probablemente nunca, a menos que ascienda de nuevo y se preste o se quite los grilletes!

Vamos, ¿cómo se podía llamar esto sino mala suerte?

La primera vez que se transformó, Xie Lian no sabía si reír o llorar. Pero lo primero que hizo fue apresurarse al río más cercano, no soportaba ese olor desagradable sobre él.

Para su desgracia, ese era un olor natural en los hurones, y no había medios para quitarlo, al menos no medios que no incluyeran poder espiritual que, de nuevo, Xie Lian no tenía.

Así que tomó como costumbre buscar el río más cercano y luego revolcarse en las flores tanto como podía, eso cada vez que se transformaba.

Por suerte, Xie Lian siempre había sido alguien de cuerpo fuerte y desde el nacimiento tenía muy pocas alergias. Por lo que su único peligro serían los resfriados y el polvo.

Ahora, Xie Lian era un chatarrero, así que...

—Guoshi, ¿vas a enseñarme un nuevo movimiento? —preguntó un joven príncipe Lang Qianqiu.

Xie Lian, no, Fang Xin, lo miró. —¿Has aprendido correctamente la técnica que te enseñé hace dos semanas?

La voz era fría como el jade, el porte de Fang Xin recatado y distanciado, sus ropas oscuras y ordenadas; ni una sola voluta de polvo había sobre él.

Así que no había necesidad de usar vendas para cubrir su nariz y boca.

Inmune al miedo que otros habían tenido sobre esa voz y esa presencia, Lang Qianqiu contestó enérgicamente. —He entrenado duramente para aprenderla. La he practicado 50 veces todas las tardes y tampoco descuide mi entrenamiento sobre las otras técnicas que me enseñó el maestro —continuó —. De hecho, me gustaría que Guoshi evalué mi avance. Si aprendí bien, enséñame otra técnica. Si...

—Si no aprendiste correctamente, tendrás que copiar 30 veces el Diálogo de Tiempo —sentenció Fang Xin, con un tono severo —. Está bien que Dianxia tenga hambre de conocimiento, pero debe recordar ser paciente y dedicado con lo que tiene.

Con esto dicho, Fang Xin dio un barrido de sus túnicas y se dirigió a la salida del estudio. Antes de salir, dijo. —Quemaré un incienso, cuando acabe, quiero verte en el área de entrenamiento.

Lang Qianqiu lo vio desaparecer, la admiración y el respecto no menguó una sola vez. A sus cortos 14 años, Lang Qianqiu veía en el Guoshi Fang Xin una figura que ilustraba la excelencia y la justicia recta.

Su pecho se llenó de ilusión, ¿lograría impresionar a su maestro hoy día? Realmente se había esforzado en el entrenamiento.

Sin perder tiempo, Lang Qianqiu corrió a sus aposentos para cambiarse a un traje más cómodo para entrenar.

Lang Qianqiu era el Príncipe Heredero de Yong An, y Fang Xin era el Guoshi Principal de Yong An y el maestro de espada de Lang Qianqiu. La primera vez que se conocieron, Fang Xin salvó al príncipe de un secuestro y tras demostrar sus habilidades, los reyes le mostraron su agradecimiento y más tarde lo nombraron con tal alto cargo.