La persona en la que más confía

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NA: Acabo de terminar la primera temporada de Hannibal

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Cuando Hua Cheng abrió la puerta, la plácida expresión de su rostro no cambió ante la escena. 

Era Xie Lian, temblando y apuntando con un arma a la cabeza del criminal fugitivo: Rong Guang. 

—Estaba perdiendo el control, creo, no, no, no sé —dijo Xie Lian, luego rio —. Yo, yo, digo, ¿cómo llegué aquí? 

Hua Cheng no dijo palabra alguna. Los dejo entrar al interior de su casa. Revisó que no hubiera nadie a los alrededores en medio de este complicado invierno lleno de nieve. 

Rong Guang tomó asiento en la cabecera de la mesa. Xie Lian seguía apuntándole con el arma, parecía que no sabía si reír o llorar. Su mirada siempre baja se elevó como una flor hambrienta de consuelo cuando Hua Cheng llegó al comedor. 

—Dr. Hua —llamó —. Dr. Hua, se honesto conmigo, quién... ¿está sentado en esa cabecera? 

Hizo una seña con el arma a Rong Guang, Hua Cheng no le ahorró ninguna mirada al fugitivo (que parecía confundido, pero indiferente). La expresión de Hua Cheng era calma, seria. 

—Señor Xie —dijo —. ¿Sabes qué hora es y cómo llegaste aquí? 

—No me importa. 

Hua Cheng echó un vistazo a su reloj de mano, sus ojos se fijaron en Xie Lian. 

—Señor Xie, son las 7:07 pm. Estás en Gamblin, viniste aquí... 

—¡Te dije que no me importa! —Xie Lian gritó, desesperado —. DIME, ¿QUIÉN ESTÁ SENTADO EN LA CABECERA? 

El ceño de Hua Cheng finalmente se frunció un poco. —¿A quién ves allí? 

La cabeza de Xie Lian se movió abruptamente, sus ojos tomaron un contacto valiente con Rong Guang. 

—Ban Qilai —dijo con determinación —. Ban Qilai. El padre de Ban Yue. 

Hace un par de meses, durante un arresto de vida o muerte. Xie Lian disparó contra el hombre que en ese momento estaba amenazando contra la vida de su hija, Ban Yue. No le basto un disparo, a ese hombre no le había bastado una víctima. Así que disparo tantas veces como ese hombre había matado, puede que hasta más. 

Lo había encontrado emocionante y eso lo aterrorizó. 

Mezclarse con los asesinos, pensar como los asesinos, ¿no se estaba convirtiendo lentamente en uno? 

No. 

Xie Lian es un agente especial del FBI, se supone que debe estar sano para cumplir su deber. E incluso si no lo está, todavía debe forzarse, porque de su trabajo dependen vidas. 

Jun Wu lo comprende y por eso lo manda con el psiquiatra Hua Cheng, el hombre resulta ser tan encantador como una mariposa y si bien Xie Lian realmente no esperaba confiar, lo hace. Confía en Hua Cheng. 

Por eso ahora mismo le suplica, desesperado, para que le digan que no está loco y que Ban Qilai, el hombre que lo está atormentando, el padre de la niña que está adorando; está ahí, persiguiéndolo. 

—¡Dime! 

Le está pidiendo ayuda a la persona en la que más confía. 

Por primera vez, Hua Cheng se digna en mirar a Rong Guang. —No hay nadie allí —responde. 

El acusado guarda silencio. La respiración de Xie Lian se acelera. 

—Dime la verdad —suplica. 

—Esa es la verdad. Señor Xie, viniste a mi casa en Gamblin a las 7:07 pm, completamente solo. 

—SAN LANG —Xie Lian llora, como un niño cuyo mundo se está quebrando, derrumbando; allí, las paredes se caen y su cordura se escapa; se niega, una mueca deformada en su rostro —. JAJA, ¿ME ESTOY VOLVIENDO LOCO? ¡PUEDO JURAR QUE ALLÍ SENTADO, FRENTE A MÍ, ESTÁ BAN QILAI! 

—Ban Qilai está muerto, Señor Xie. Usted le disparó y lo mando al mundo de los muertos, él no aparecerá más. 

Hua Cheng hace un gesto con la mano. —Dame el arma. 

Xie Lian ciertamente no lo escucha, sus ojos siguen fijos en Rong Guang. En su mente, Ban Qilai le está sonriendo de forma sórdida, con el rostro extremadamente pálido y salpicado de sangre. 

Pero San Lang le dice que no está ahí, entonces, entonces... 

—¿Qué me está pasando? —murmulla —, ¿qué me está pasando? 

Las pupilas oscuras se vuelven más pequeñas, por un momento parece que desaparecen, pero en realidad suben hacia el párpado, se esconden, por lo que en apariencia los ojos de Xie Lian se vuelven blancos; su cuerpo tiembla como un cervato recién nacido y su respiración se vuelve errática. 

—Señor Xie —de un solo movimiento Hua Cheng le quita el arma, sostiene su mano —. Señor Xie, responda. Señor Xie. 

Xie Lian no responde, su cabeza se inclina ligeramente hacia arriba y Hua Cheng toma su rostro en sus manos. —Xie Lian —le llama —. Xie Lian, shh, shh. 

Su nombre, escucha su nombre de los labios de la persona que más confía. Tal vez, porque está en el agarre firme, cálido y seguro de está persona, es que Xie Lian se atreve a calmarse y descansar. 

Descansar. Realmente, ¿habrá algún día en el que pueda descansar? 

Hua Cheng ve que Xie Lian se ha calmado y ahora parece dormido. Lleva su mano al frente para comprobar el nivel de fiebre, es aceptable. Acomoda los mechones húmedos de cabello detrás de sus orejas y sus dedos reposan unos segundos de más, de los necesarios, sobre la piel suave de este hombre que lo fascina. 

La anterior preocupación se desvanece y sobre sus labios se forma una sonrisa. 

Hua Cheng deja a Xie Lian y toma el arma. —Gege acaba de tener una leve compulsión. 

Rong Guang alza una ceja. —No pareces preocupado. 

Hua Cheng lo mira por segunda vez, la irritación florece en él al conocer a su imitador. 

—¿Por qué debería? Soy la persona más honesta en este mundo y dije... 

El auténtico asesino se dirige a su imitador. Con un dulce en la boca al referirse al amigo que ha estado buscando y probando, para fascinarse, saciarse. 

—...que Gege acaba de tener una leve compulsión. 

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HC canon: ¡SUÉLTALO! 

Si me pongo exquisita, tal vez HC sería más Alana Bloom, así bien preocupado por XL. Y BWX (JW), sería Hannibal. Y PS podría ser Abigail (?) no sé, solo por poner a PM como su padre que mataba chicas. ¡Pero! Hualian y BY como su hija me pueden, así que no me molesta inventarme nombras para oc's sacados de la nada por nada~

Buenas noches, querido. (Colección de OS TGCF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora