Pizza - Camren G!P

XVI - Un beso no fingido

-C-Chel... tartamudeé dejando el sable de luz en mi espalda.

Verónica estaba atrás de mi diciendo todas las oraciones que se sabía y haciendo un círculo de sal para protegerse.

-¿Qué demonios le sucede a Iglesias? _preguntó mirando lo histérica que se encontraba

Tuve que darle un golpe con el sable para que se calmara.

-¡Auch! _se quejó tomando su cabeza entre sus manos.

-Ten más cuidado, Jauregui. Pobre sable. _Chelsea me quitó el sable de las manos y lo acarició como si fuera un bebé.

-¿Por qué gritaste cuando llegaste, Chel? _pregunté intentando ocultar mi nerviosismo.

-Porque el alíen gritó entonces para darle más drama al asunto también grité, pero si quieren seguir jugando a ser Jedi bien por mi. Podríamos jugar las tres y yo decir con voz de robot: "Soy tu padre".

No sabía si Chelsea se estaba haciendo la loca o de verdad había gritado sin saber que sucedía. Valoraba mi vida así que preferi pensar la segunda opción.

-No estábamos jugando, Chel. Estábamos en una discusión. _dijo Verónica saliendo del círculo de sal.

-¿Y por qué discutían? _preguntó con interés acomodando su traje.

-Porque ... Ella... No quiere admitir que Camila le gusta. _dijo Verónica orgullosa por saber disimular.

-No será más bien... _empezó a decir la conserje acercándose. -¿Qué a ti te gusta mi hija, Iglesias?

Se me paralizó todo y a Verónica creo que se le olvidó respirar porque se está volviendo morada. Como última opción, agarré el sable de Verónica que estaba en el suelo y se lo lancé a Chelsea a la cabeza logrando que cayera noqueada.

-¡¿Qué hiciste?!_exclamó una horrorizada Verónica.

-Salvarte el pellejo. respondi caminando hasta la inconsciente conserje.

-Chel... Chel... llamé dándole unas palmadas en el rostro.

Chelsea poco a poco empezo a despertar y пnalmente abrio sus ojos de golpe.

-¡¿Qué demonios sucedió?! se quejó tocándose la cabeza.

-Emm... ¿Te caíste y te golpeaste? _dije no muy segura.

-¿Volví a drogarme? Joder, debo dejar esa mierda o terminaré con dos cabezas debido a tanto golpe._empezó a levantarse y después miró a su alrededor. -.Una estampida de elefantes pasó por aquí o que?

Miramos a nuestro alrededor y estaba hecho un asco.

-Será mejor que arreglen eso, les ayudaría pero dos cosas me lo impiden: Tengo pereza y llego tarde a la convención de Star Wars. _Chelsea tomó los dos sables, se despidió y salió de nuestro departamento.

-¿Crees que se acuerde? _preguntó Verónica aún mirando la puerta.

-No lo creo, le di con mucha fuerza. _contesté empezando a organizar los muebles.

-Entonces... ¿Le gusto a Lucy? _Veronica sonrió ampliamente y yo reí al verla tan emocionada.

-Le gustas tanto que me pidió que la ayudara a darte celos.

-No fui a la única..._murmuró.

-¿Qué?

-Nada, nada. _empezó a silbar mientras recogía los pedazos del jarrón que no tenía idea de lo que hacía allí.

(...)

-¡DESPIERTA!

-¡¡AAAAHHHH!!

Las carcajadas de Lucy y de Verónica se escuchaban por toda mi habitación mientras que esta pobre alma se recuperaba de tremendo susto.