𝗔𝗹𝗲𝘅𝗶𝗮 𝗣𝘂𝘁𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀

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Nombre de (t/n): Laura

Sídney, Australia

Final del mundial femenino


Hoy era la final del mundial femenino. Mi novia, Alexia, jugaría en este partido, por eso yo iba a verlo. Además de que algunas de mis amigas también jugaban. Ahora mismo yo estaba conduciendo mi auto hasta el Estadio Olímpico de Sídney. Aunque estábamos muy cerca gracias al hotel donde estábamos, queríamos llegar temprano para que Lex pudiera calentar y yo poder hablar con ella antes de que entrase a jugar.

-Amor, vais a ganar, ya verás. Todas sois unas campeonas, sobre todo tú. No te preocupes -dije estirando mi mano hacia su muslo para apretarlo sin quitar la mirada de la carretera.

-Si ya sé que vamos a jugar bien, pero los nervios nos juegan en contra -puso su mano arriba de la mía -Pero estoy más segura sabiendo que mi novia estará ahí para animarme. -dijo para deslizarse de su asiento para darme un beso en la mejilla. 

Sonreí para llegar al estacionamiento para aparcar el coche. Nos bajamos y entramos en el estadio para encaminarnos al vestuario dónde estaban las otras jugadoras de la selección española.

-¡Ahí está la parejita! -dijeron cuando nos vieron.

Estuvimos unos minutos ahí para hablar antes de que empezara el partido. Alexia y yo siempre nos dábamos un beso antes de cada partido y ya era una costumbre para nosotras. Me encantaba estar con ella, y aunque por los entrenamientos, partidos y por mi trabajo como fotógrafa, a veces nos era difícil vernos todo el día seguido, pero teníamos y seguimos teniendo esperanza para que nuestra relación siga así muchos años más.

Ella y yo nos conocimos cuando me contrataron para hacer unas fotos a las jugadoras del FC Barcelona. Fue uno de mis contratos que me pusieron más feliz porque amaba este club. Aunque yo ya conociera a Alexia por las noticias de ella y sus títulos, ella no me conocía a mí porque no era muy conocida. Cuando hice las fotos, tuve que hablar con ella para decirle qué tenía que hacer para que las fotografías quedaran bonitas. Aunque para qué engañarnos, haga lo que haga, Lex seguirá siendo bonita en la peor foto que tenga.

En los minutos que estuvimos juntas, no sé cómo le gusté, y sus compañeras la animaron para que me pidiera mi Instagram y así hablar. No fue después de un mes que empezamos a salir para conocernos más y ahí nos enamoramos.

Desde aquellos pequeños momentos supe que sería la persona más importante de mi vida y así lo es. Y estoy segura de que así será de aquí muchos años. Hasta a veces hemos empezado la típica conversación que empieza con una pregunta: "¿y a ti te gustaría tener hijos?".

Un grito de euforia saliendo de todas las jugadoras me hizo volver a la realidad. Cuando ya se estuvieron dispersando para salir al campo, me acerqué a mi novia para sostenerle el rostro entre mis manos.

-Lo petarás en este partido, ¿me oyes? Vas a salir a jugar y lo vas a petar. Lo sé porque te conozco lo suficiente para saber que saldrás con todas las ganas del mundo. Y aunque no hagas ningún gol, has hecho tu esfuerzo y eso vale más que el oro -sonrió para darme un beso lento. Cuando nos separamos, le di otro beso, pero esta vez rápido -Te amo.

Jo t'estimo*, Lau. -me besó la frente para salir.

Cuando salió, escuché los gritos y su nombre entre las gradas. Salí de ahí para sentarme en mi asiento correspondiente.


***


Grité con todas mis fuerzas cuando Olga marcó gol en el minuto 29. Vi como muchos de los que estaban ahí hacían lo mismo. Ahora íbamos 1 - 0. O era intentar quedar así lo que quedaba de partido, o intentar hacer más goles. Tenía el presentimiento de que después del partido saldríamos todas contentas con una sonrisa en la cara de oreja a oreja. 

Estuvimos todos muy atentos al partido: había mucha tensión en las gradas. Hubo veces que las del otro equipo estaban a punto de hacer gol, pero la paraban antes de eso. Al igual que las jugadoras españolas, que estaban a punto de hacerlo, pero algo pasaba que no lo conseguían. Todos mis músculos estaban tensos, lo notaba porque cada vez que hacía algún movimiento para liberar tensión, sentía un poco de dolor.

Hubo un penalti a favor de España, que lo tiraba Jennifer Hermoso, pero falló y no entró. 

Cuando salió Lex a jugar, miró hacia mi dirección y me tiró un beso. Yo hice lo mismo. Pasaron los minutos y cuando pensaba que ya se había acabado, añadieron trece minutos más. Bufé para acomodarme mejor en mi asiento. Esos trece minutos fueron un infierno. Puede que no sea tan exagerado, pero me gusta decirlo así, así que lo diremos así: un infierno. Se parecía al infierno porque cuando ya se acercaba el último minuto, las inglesas estuvieron a punto de marcar gol.

Cuando acabó el partido, vi como muchas personas de las gradas gritaban y saltaban de emoción. Yo fui hacia el campo para colarme e ir corriendo hacia Lex. Cuando ella me vio, extendió sus brazos para así poder sujetarme cuando salté encima de ella. Rodeé mis piernas en su cintura y la besé no sé cuantas veces por la cara para después estampar sus labios contra los suyos.

Me bajé para abrazar a todas las jugadoras y cuando pensaba que ya se iban hacia dentro del Estadio, Lex me tocó el hombro para que me girara. Cuando la vi, ella estaba con una cajita de terciopelo en sus manos. Observé a todo el estadio y la persona que estaban alrededor de nosotras para centrarme otra vez a ella.

-¿Lex? ¿Qué es esto? -no sé cómo, pero encontré la voz para preguntarle.

-Ya hace más de dos años que estamos juntas y con lo que hemos estado han sido los mejores momentos y me gustaría que tuviéramos más de estos. Así que, para que estos momentos sean más importantes de lo que ya son, ¿te gustaría casarte conmigo?

Se me pusieron los ojos llorosos. Como no pude encontrar mis palabras, asentí con la cabeza para tirarme encima de ella y empezar a besarle los labios. Oí como todos los que estaban viendo la escena gritaban de emoción.

-Te amo -dije al separarme. 

-Te amo -me besó otra vez.

Vi cómo todas las jugadoras se abalanzaban encima de nosotras para abrazarnos. Estaban muy felices, lo notaba y comprendía.

Después de que las jugadoras se hicieran las fotos con la copa, fuimos a celebrarlo dentro del Estadio, pero Lex y yo quisimos regresar al hotel para descansar un poco. Y aunque dijeron que harían un poco de fiesta, no quisimos ir para estar juntas esta noche.

-Lo has hecho genial -dije abrazándola -. Estoy muy orgullosa de ti, amor.

Me besó para llevarme a la cama de nuestra habitación repartiendo besos por donde mi piel estaba descubierta. Me tiró a la cama para subirse encima de mí.


***


Mi cabeza estaba apoyada en el pecho de Lex. Ella me estaba acariciando el pelo mientras yo la abrazaba por la cintura. 

-Laura, ¿podría hacerte una pregunta?

-Sí claro, la que quieras -me levanté apoyándome con mis codos para verla mejor.

-¿A ti te gustaría tener hijos?

Y ahí empieza la conversación que os nombré antes.

-Me encantaría, además si es contigo mejor. Pero hoy me has pedido que si quería casarme contigo y ahora que si quiero tener hijos... ¿en qué estás pensando, Alexia Putellas?

-En tener un futuro contigo. 

Sonreí para besarle e intentar dormir pensando en todo lo que ha pasado hoy. El mejor día de mi vida, sin duda.


*Jo t'estimo (yo te quiero en catalán)

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 - 𝙛𝙖𝙢𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙮 𝙩úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora