𝗝𝘂𝗹𝗶𝗲𝘁𝗮 𝗖𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼

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Este es un pedido de Ivss_x

¡Ojalá que lo disfrutes!


ADVERTENCIA: en este capítulo hay contenido subidito de tono, leer bajo su responsabilidad. ¡No estoy intentando sexualizar a nadie!

Veía como Juli se estaba haciendo fotos con ese vestido que le quedaba genial. Estaba guapísima, no sabía como una sola persona podía ser todo lo bueno. Las poses que hacía se veía muy sensual, sexy. 

—¡Se te cae la baba, amiga! -dijo mi mejor amigo.

—¡Oh, cállate!

—No, en serio, no sé por qué no le pides que sea tu novia. Yo veo que le gustas. 

Solté una carcajada tan fuerte que algunas personas del estudio me miraron diciendo "¿puedes callarte?". 

—Ahí viene, os dejo solas.

Adam se fue y Julieta caminó hacia mí.

—Hola Ivi. No sabía que estabas aquí. 

—Sí, bueno, eh... quería verte, y pues eso. ¿Cómo estás?

Vi como sonreía disimuladamente si mostrar sus dientes. Mis ojos se desviaron a sus pechos, que estos estaban algo descubiertos. 

Mierda... compórtate.

—¿Después tienes algo? Podríamos ir a comer a algún sitio. Aunque hoy es día de fiesta, no creo que haya muchos restaurantes abiertos —pregunté.

Necesitaba decirle lo que he sentido estos días, porque si no me quedaría con las ganas de decirle toda mi vida.

—Podría ser en mi casa. Podemos pedir algo y que nos lo lleven, ¿qué te parece?

¿En su casa? Dios...

—¡Claro! Ahí estaré. Hasta luego.

Ella se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Me sonrojé por completo. Me dijo adiós y fui con mi mejor amigo, que estaba viendo la escena con una sonrisa en el rostro.

—¡AAHH! ¡Lo conseguiste! Tenemos que ir a mi casa, ya. ¡Pero ya! Tienes que ponerte algo bonito, no lo que tienes.

Miré la ropa que tenía puesta.

—Yo no me veo tan mal...

—Shh, ya verás, ya verás.

—¿Qué veré?

—¡Pues que te verás divina!


***


—Arni, no me gusta tu maldita ropa, ¡ya déjame en paz! Creo que sería mejor llevar mi ropa normal. Sería más yo.

—Ni hablar —fue a la habitación de su madre y volvió con muchos vestidos—. Mi madre tiene estas cosas de tu talla.

—¿Tu madre está de acuerdo con esto?

—Ehh, sí. Bueno, no lo sabe, pero ella te quiere como a una hija, lo entenderá.

Estuvimos como dos horas probándonos vestidos. Un verde muy corto —dije a eso un rotundo no—, un azul con demasiados volantes y un rojo con mucho escote. Tenía entre estos tres vestidos. El verde era un no definitivo, pero el rojo y el azul eran muy bonitos.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 - 𝙛𝙖𝙢𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙮 𝙩úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora