Este fic nos muestra a una versión en la vida real de nuestros personajes favoritos.
Kazuma es un chico que tiene bastantes problemas con su compañera de cuarto (aqua). Es un chico que va en la secundaria (séptimo grado como se dice en EU) y siempr...
"Honestamente, esperaba que fuera mucho más fácil que esto", se quejó Kazuma mientras salían del pequeño bloque de apartamentos, el cuarto lugar que habían encontrado ese día, sacando su teléfono para escribir algunas notas para revisar más tarde.
"¿Qué esperabas exactamente entonces?" Megumin preguntó, dando una mirada escrutadora, "No esperabas en serio que esto fuera fácil, ¿verdad?".
"No realmente, sé cómo suele ser la búsqueda de una casa", respondió el castaño mientras continuaban por la acera, "pero admito que esperaba tener suerte y encontrar un lugar perfecto de inmediato. Tengo suerte, después de todo.
Ella gimió exageradamente ante su admisión, "No puedo creerte. No puedes simplemente usar la excusa de 'tengo suerte' para tratar de salir de cada situación".
Por la expresión de su rostro, claramente tenía más cosas que quería decirle, pero rápidamente se calló cuando un fuerte gruñido salió de su estómago, indicando su hambre. Se sonrojó de vergüenza cuando Kazuma la miró con incredulidad, riendo un poco a su costa.
"Bueno, por lo que escucho, parece que ambos queremos tomarnos un pequeño descanso de esto", comentó el chico de ojos esmeralda, sus ojos se iluminaron al reconocer un lugar familiar, "Oye, Megumin, quieres hacer ese picnic. ¿ahora?".
"Sí", miró su mochila, "¿dónde vamos a comerlo?".
Kazuma señaló con el pulgar en la dirección en la que había estado mirando anteriormente, "Pensé que ya habrías reconocido dónde estábamos".
Mientras Megumin seguía hacia donde él señalaba, sus ojos pronto se posaron en un pequeño parque infantil abandonado en la distancia. En realidad, ninguno de los dos estaba realmente seguro de si estaba abandonado o no. Todavía estaba en muy buenas condiciones, pero nunca habían visto a una sola persona en todas las veces que habían pasado por allí o pasando el rato en el lugar.
"Oh, cierto. Olvidé que eventualmente veríamos este lugar si seguiamos en esta dirección".
"Es un lugar bastante decente para descansar un poco", evaluó Kazuma mientras se acercaban al patio de recreo, "Podemos sentarnos en uno de los bancos o algo así".
Megumin sonrió mientras se dirigían al patio de recreo, deambulando un poco antes de dejarse caer en uno de los columpios, balanceándose distraídamente de un lado a otro, mientras Kazuma colocaba su mochila en el banco cercano. Observó con anticipación mientras sacaba dos recipientes tupperware y dos pares de palillos y los colocaba en el asiento de madera.
"Toma", dijo mientras le tendía un par de palillos y uno de los recipientes a la chica, "Puede que ya se haya enfriado un poco, pero aún debe saber bien".
"Gracias, estoy segura de que todavía sabrá muy bien", Megumin le mostro una brillante sonrisa, su sonrisa solo se hizo más amplia cuando notó el ceño fruncido avergonzado que tiró de sus labios antes de que él se diera la vuelta para sentarse en el banco a unos metros de los columpios, "¿No vas ccompañarme aquí?".
"Esos columpios no se ven lo suficientemente grandes como para sostenerme cómodamente", comentó Kazuma mientras miraba el columpio junto a ella, "Deberías estar bien, ya que eres bastante pequeña y liviana, pero en serio no me siento confiado en sentarme en uno de esos".
"Aunque no quisiste decir eso como un insulto, no puedo evitar sentirme molesta por haber sido descrita como 'pequeña y ligera'", Megumin frunció el ceño mientras hablaba entre bocado y bocado.
"Confía en mí", exhaló mientras abría su bañera, "si quisiera insultarte, habría dicho algo mucho peor".
"¿Ah, entonces es así?" La chica bajita preguntó con frialdad, su balanceo se hizo más lento, "¿Y qué habrías dicho exactamente? Está bien, puedes decírmelo".
Kazuma tragó saliva, el tono mortal de Megumin y las palabras comprensivas no coincidían en absoluto, "Creo que dejaré de hablar ahora... por mi propia seguridad".
A pesar del tono amenazador de la chica, su almuerzo fue pacífico. Mientras comían, Kazuma sacó su teléfono para revisar los lugares que ya habían visitado y comparó las notas que había hecho sobre cada uno.
"Verás, este no es tan malo", le explicó a Megumin, mientras ella se balanceaba de un lado a otro, "pero es demasiado caro para mí. Si fuera más de una habitación individual, podría haberlo justificado, pero tal como es, simplemente no vale la pena".
Ella asintió con la cabeza antes de tragar su comida, "¿Qué pasa con el primero que vimos? Ese era bastante barato. Claro, no se ve exactamente el mejor, pero dijiste que no eras demasiado exigente".
"Megumin", Kazuma la miró sin comprender, "Había moho por todas partes. Esto no es cuestión de ser 'quisquilloso', lo único que podría sobrevivir en ese lugar es un hongo".
"Yo... realmente no puedo discutir contigo allí", la estudiante de secundaria saltó del columpio para colocar su recipiente ahora vacío y los palillos en la bolsa de Kazuma, sentándose en el banco junto a él, "Así que asumo que ¿Todavía quieres seguir mirando por aquí un poco más hoy?".
"Si te parece bien, entonces sí".
Cerró los ojos cuando sintió una suave brisa hacerle cosquillas en el flequillo, "Sí, por mí está bien".
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