Hoy recordé que uno de mis hijos salía de viaje, y fue recordarlo, y se me vino a la mente un trágico accidente, lo que le podía pasar y mi reacción si sucedía, en un momento, como en una película, vi una tragedia, pero al mismo tiempo me di cuenta quien me la había hecho ver, lo reconocí en seguida, porque eso es lo que quiere el mal, hacer daño de la manera que sea, si no puede de una manera, lo hace de otra, con el pensamiento te hace ver el mal de todas la formas, de todas las maneras que te puedan hacer mas daño, porque él conoce las debilidades de cada uno, ya que fue quien sembró en cada uno la mala semilla, y sabe de que manera tentar y hacer caer a los hombres en sus engaños y trampas.
A mi era por el amor a mis hijos, a otros será por el amor a su cuerpo, para que se le enciendan los malos deseos, pero siempre busca como hacer daño, y como los hombres no lo conocen, caen con facilidad en sus engaños.
A los que saben amar los engaña y les causa dolor por medio del amor, cada uno sabrá de que manera lo engaña para hacerle caer y poder hacerle daño, los que no lo conocen y aman su cuerpo, le enciende las pasiones por medio del pensamiento y los hace caer, pero no se dan cuenta, porque al no conocer el mal, se creen que es un bien y les sirve de placer.
Otros por vivir oprimidos, con miedo, tal vez anulados, se sienten humillados, y son celosos, rencorosos, desconfiados, y el enemigo que lo sabe, (fue él quien sembró en ellos la mala semilla) sabe como atacarlos, le está siempre recordando aquello que les hizo daño para inquietarlo, y que viva sin paz, y se sienta mal sin poder olvidar.
Yo he aprendido a conocerlo con la gracia que me da el Señor para ello. Y como le descubrí el juego, intento ponerle freno con la ayuda de la fe.
Porque lo que siempre busca es causar inquietad o dolor, y ¡cuantas personas le siguen el juego! Sufriendo por lo que no ha pasado y tal vez nunca pasará, es mas, los engaña con su juego, haciéndoles creer que porque sufren y se inquietan mas, pensando y preocupándose sin motivo por lo que puede pasar, aman mas que los demás, y no es así, porque el que ama de verdad ha puesto su confianza en el Señor, y sabe que en la vida en la muerte, en la salud o la enfermedad, somos del Señor, y todo lo que nos quiera inquietar o nos haga daño sea de pensamiento palabra y obra es cosa del enemigo, que se ríe de nosotros cuando nos ve inquietos o sufriendo sin motivo, por algo que ya ha pasado y no tiene sentido sufrir al recordarlo, o por lo que no ha pasado y tal vez no va a pasar, solo por hacerle caso a la inquietud que nos pone en el pensamiento porque no nos quiere, ya que él no sabe querer, solo sabe hacer daño, y, ¡que pena que los hombres no lo sepan!
Así se lo estaba contando al Señor cuando me dijo:
¡Mi querida campanilla!
"Dejad que los niños se acerquen a mi".
¿No te das cuenta que un niño no le teme al peligro ni le teme a la muerte?
¿Por que?
Porque no los conoce, y como no los conoce no les teme.
¿Por qué no los conoce?
Porque todavía no tiene conocimiento para ello. Todavía no está maduro, no está preparado para ello.
¿Recuerdas aquella vez que te descubrí las edades del hombre por medio de un melón?
Un melón está cerrado, y para abrirlo, tienes que esperar su tiempo de maduración, porque si lo abres antes de tiempo, que es lo que hacen ahora con los niños, lo estropeas al no estar la semilla madura, y no sirve para nada si no tiene semillas, las semillas son esos valores para vivir en la vida, pero si esos valores no han tenido tiempo de formarse y madurar en su tiempo en la vida, se desperdician y no sirven para nada.
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DEJAD QUE LOS NIÑOS SE HARQUEN A MI
Espiritual¿Por qué desde niños nos alejamos de Dios? Es algo incomprensible, pero es así, porque el niño nace lleno de amor, lleno de inocencia, somos los hombres los que alejamos a los niños de Dios. Me he podido dar cuenta a través de una experiencia en un...