P. 6. EL MUNDO

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¡Campanilla! Se lo que piensas, se lo que sientes, se lo que quieres.

Porque me amas y me conoces quisieras que los niños se acercaran a mí, siempre lo has intentado por ti, sin saber cómo era todavía, me hubieras consagrado a todos tus hijos, sin saber que todos los hombres sin querer estarlo, están consagrados a Dios que es quien le dio la vida.

Los hombres a lo largo de los tiempos, al irme conociendo, han ido ideando distintas formas de vida para poder seguirme, te das cuenta que esas formas de vida con el tiempo, van desapareciendo y surgen otras formas nuevas de servirme y de amarme en la vida.

¿No lo haces así sirviéndome y amándome en tú familia?

¿No has intentado acercar a tus hijos a mí sin impedírselo?

¿Que ha pasado?

Que después cada uno elige el camino a seguir, recuerda lo que te decia del padre que tenía dos hijos y los mandó a trabajar a su viña, uno le dijo voy padre, y no fue, y el otro le dijo no quiero, luego se arrepintió y fue, ¿cual de los dos hizo la voluntad del padre?

Recuerda que te llamó la atención un anuncio de una clínica para niños hiperactivos que tú hace poco no sabias lo que quería decir esa palabra. Hoy a todo lo llaman una enfermedad, y un niño hiperactivo, es como un niño superdotado, son niños que nacen con una inteligencia superior a la normal, y los otros niños son niños con una inquietud superior a la normal, pero no son enfermos ni unos ni otros, ni hay por qué sepáralos de los demás como si fueran algo extraordinario, en ellos es normal ser así.

¿No has tenido hijos hiperactivos?

Son niños inquietos juguetones que no descansan ni se cansan, ni dejan descansar a los demás, a los superdotados le pasa lo mismo, pero lo que no descansa en ellos es su imaginación, su inteligencia, esos niños, unos y otros cuando les llega la hora de darse cuenta, la hora de decidir cambian, el inteligente seguirá siendo inteligente, y el hiperactivo se centrará y será un joven normal, quizás un poco inquieto que siempre le gustará conocer cosas nuevas, pero eso es natural.

¿No has conocido a niños así que luego eran corderitos?

Según en las manos que hayan caído, porque son niños sensibles que se dejan llevar por todo lo que les llame la atención, si se la llama el bien correrán tras él y si se la llama el mal también correrán tras él.

Has conocido niños que eran modelos cuando pequeños y cuando llegan a cierta edad han cambiado, se han ido por un camino distinto del que andaban, y has conocido a niños de los que no esperabas nada y han mejorado su camino.

Todo depende con quien se hayan encontrado, si alguien le ha mostrado el bien, (Dios) en su camino, o no lo han visto, lo han visto roto y no han creído lo que le han dicho.

Te digo que los hombres lo quieran o no tienen un destino, ese destino es Dios, y a él tienen que volver, porque en la vida y en la muerte son suyos, si en la vida no los dejaron acercarse a él porque le enseñaron una imagen rota, o porque el enemigo al sembrarle la cizaña los desvió del camino, en la muerte, cuando se desprendan del vestido que los cubre que es el cuerpo, cuando se quiten esa marcara que llevan y lleguen a su destino sin nada, todo será distinto, porque tu si sabes que Dios es luz, y lo mismo que ilumina a los que creen en él en este mundo que viven, cuando dejen este mundo, y entren en el mundo de la luz sin mascara ninguna, se llenaran de luz, una luz que no conoce el ocaso en donde no existen las sombras, y entonces verán con claridad lo que son, lo que han sido, y lo que se han perdido de ser en un mundo que Dios hizo para ellos un paraíso.

Un paraíso suspendido en el aire, el universo entero está suspendido en el aire, sin apoyo ninguno, siempre en su sitio, el cielo y la tierra como el universo entero, como el amor y la verdad, solo es uno, y todo el universo vive en Dios, porque el Espíritu de Dios lo llena dándole vida cada día.

¿A donde van a ir los hombres que no lo han conocido?

Tienen que llegar a él, porque, aunque escondan su vestido, su careta en el fondo de la tierra, allí está Dios, recogiendo su imagen de vida que no muere.

Dios quiso hacer para el hombre un paraíso en la tierra, un cielo donde viviera feliz, y el hombre al ser engañado por el enemigo de Dios, que enemigo de Dios es todo aquel que tiene poder y se vale de él para engañar y dominar a los demás, y con ese poder, que no es el poder de Dios sino del mal, lo convierte en un infierno, y lo que fue creado como un cielo, un paraíso, el hombre lo convierte en un infierno, por no creer en Dios que le da la vida cada día, y no dejar que los niños se acerquen a él para enseñarlos.

Yo era el maestro, así me decían mis discípulos. ¿Lo que mas le gusta a un maestro no es enseñar a los niños? ¿No es la mayor alegría para un maestro enseñar al que no sabe?

Los hombres no saben nada, no piensan, no reflexionan, no quieren ver la realidad, no la quieren saber, prefieren ignorarla, cerrar los ojos y creer que son los dueños del universo y de sus vidas, y, ¿de que le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?

No sabe nada, no le sirve de nada ser amo del mundo entero, porque ser el amo del mundo es querer quitarle el poder a Dios, que no es ese el poder que le dio, sino el de conquistar el mundo por amor.

Y ese afán de poder se lo da el enemigo que quiere conquistar el mundo y convertirlo en un infierno para el hombre, y si no lo cree no tiene mas que mirar y ver como está.

Guerras fratricidas, guerras por religión, guerras por poder, guerra en la familia, separaciones, no hay quien se aguante, los padres no soportan a los hijos, por eso no los tienen, prefieren tener dinero y trabajo y disfrutar como dicen de la vida antes que tener un hijo.

Los hombres quieren ser mujeres, las mujeres quieren ser hombres, los animales son tratados mejor que las criaturas a las que dejan morir de hambre.

Se mata a los inocentes, a los ancianos se les abandona en manos extrañas por dinero para que no molesten, se manipula la vida, se manipulan los niños a los que no dejan acercarse a Dios, pero si los acercan al mundo, el mundo les abre las puertas desde pequeños para que se integren en él, para que el mundo les enseñe bien, los enseñe como jugar, como aprender, como divertirse, en quien creer, y a eso los padres no les ponen ningún obstáculo.

Solo algunos permiten que se acerquen a Dios una vez a la semana, mientras se preparan para un nuevo acontecimiento mundano, porque en eso han convertido mis enseñanzas, solo para realizar fiestas sociales, es la única manera que tienen de dejarlos acercarse a mi, para provecho de los padres, para diversión de los padres, no por el querer de los hijos que a veces no quieren lo que quieren los padres.

Y ese paraíso que los hombres (algunos, los que pueden) se han formado en la tierra, es lo que le enseñan a sus hijos, y eso es lo que los separa de mi, los acercan al mundo, a sus costumbres, sus pasatiempos y diversiones, pero no dejan que los niños se acerquen a mi.

Porque a los niños desde pequeños, ya el mundo les impone obligaciones como el quiere, y los padres, dejándose llevar de esas obligaciones que el mundo les impone, no los dejan acercarse a mí, sin saber que los están enseñando para ser desgraciados, porque cuando les llegue la hora de la verdad, no estarán preparados.

Porque a los niños desde pequeños, ya el mundo les impone obligaciones como el quiere, y los padres, dejándose llevar de esas obligaciones que el mundo les impone, no los dejan acercarse a mí, sin saber que los están enseñando para ser desgraciado...

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