Tomandose de la mano

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El repentino cambio de comportamiento de la Tierra no paso desapercibido para su los otros planetas, ni su creciente cercanía con su Luna. Estando la mayoría del tiempo juntos, charlando entre ellos y no socializando con los demás, como si estuvieran sumergidos en su propio mundo.

No es que la Tierra quisiera que esto pasara, aún no estaba listo mentalmente para enfrentar a sus antiguos amigos, ni siquiera tenía la valentía para disculpase con Titan de forma adecuada. Limitándose solo a observarlos a la lejanía, eventualmente tendría que confrontarlos pero eso no sería hoy y posiblemente, tampoco lo sería mañana.

Recientemente solo se dedicaba a observar a su humanos, si bien antes le gustaba presumir sobre lo increíbles que eran y lo genial que era tener vida, nunca les presento atención realmente. Con su extenso tiempo libre se dedicó a mirar, muchas cosas no le gustaron pero otras si.

También hablaba mucho más con su Luna, tratando de recuperar el tiempo que estuvieron 'separados', pasaban horas, quizás días, charlando entre ellos.

Había veces en donde solo se miraran y se perdían en los ojos del otro, sin decir nada y dejando que extenso vacío del espacio llenará el ambiente.

Era reflejantes, incluso hogareño.

En esta pequeña parte del sistema solar donde ya nadie quería estar, solo estaban ellos dos, si la Tierra hubiera estado solo probablemente hubiera sucumbido a la locura. Tal cual Neptuno lo hizo.

Por reflejo llevo su mano a la de su Luna, dándole la mano y entrelazando sus dedos, manteniendo un agarre firme entre ellos

La Luna lo miro sorprendido, apartando su vista de Marte y Venus para mirarlo a el. Pero la Tierra simplemente mantuvo su vista en el Sol, preguntándose aún fugazmente como se sentiría su calor.

Si bien no tenía intencion de suicidarse, ya que no quería dejar solo a su Luna, el pensamiento estaba allí. Carcomiendo su mente como un parásito.

El toque fue bienvenido y correspondido por la Luna, quien le dio un pequeño apretón mientras el también miraba al Sol.

Preguntándose al igual que la Tierra que hubiera pasado si no lo convencía a tiempo.

_"Te quiero"_ Susurró la Luna.

_"Yo también"_ Respondió con cariño la Tierra, acariciando con el pulgar los nudillos de la Luna.

Ambos apartaron la vista del Sol y se miraron, contemplando la forma rocosa de sus cuerpos mientras se tomaban de la mano.

Se sonrieron con cariño, agradecidos internamente de que el otro estuviera aquí.

Órbita de dos cuerpos ║Solarballs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora