Capítulo 9

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~Ángela~

Hace ya media hora que llevo buscando a Evalie por los alrededores de la institución y no logro dar con ella. Hay chicos que van saliendo de las instalaciones, salen en grupo de tres o cinco y no logro distinguir su rostro entre ellos, lo que es de esperarse, ya que Evalie no le agrada mucho lo de socializar. Sería realmente extraño verla salir con algunos de aquellos grupos.

Me doy por vencida. Por la hora, supongo que debió irse a su casa. Así que sólo le envío un mensaje a su móvil para saber si ya ha llegado.

Á:  "Evaaaa"
Á:  "¿Ya estás en casa?"

No hay respuesta. Tal vez ya estaba dormida. Por lo que no me molesto y me voy junto a André que se ofrecía para llevarme de regreso a casa.

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~Emily~

*11:30pm*

Ya me empieza a inquietar un poco ver la hora y no tener ninguna señal de Evalie. Se supone que llamaría para que Matt la fuera a recoger, y la fiesta no duraría más de las once de la noche, por lo que mi preocupación va en aumento.

—Iván, ¿La niña no te ha llamado?— pregunto a mi esposo recostado en la cama viendo un programa en el televisor.

—No cariño. Nada— me responde, sin inmutarse—: Tal vez se ha ido con Ángela— añade despreocupado.

—Es lo que pasa por no llevarse el celular— digo ya molesta.

Su teléfono vibra sobre la mesita de noche junto a nuestra cama. Puedo ver las notificaciones, llegaron dos mensajes de texto. Es Ángela.

Á:  "Evaaaa"
Á:  "¿Ya estás en casa?"

Pero... ¿Qué? ¿No se supone que ella está con Evalie? ¿Por qué preguntaría si ya estaba en casa? Esto no me da buena espina. Y puedo sentir un escalofrío desgarrador recorrerme el cuerpo.

—Iván— llamo su atención golpeándole el brazo—: Iván, tenemos que salir a buscar a la niña— le digo levantándome lo más  rápido posible de la cama.

—¿Qué pasa?— pregunta ya angustiado siguiéndome hasta el baño.

—N-no sé— tartamudeo a la vez que voy subiendo unos jeans por mis piernas—: Pero debemos salir a buscarla— le repito observándolo a los ojos—: Ángela no está con Eva.

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~Ángela~

Recién llego a casa, y suelto mi bolsa en la mesita de noche. Me estiro en la cama, cansada de todo el baile, el estruendo de la música y el alcohol que aún marcaba sus efectos en mí, sentía que el mundo me daba vueltas.

Estaba a poco de quedarme dormida cuando oigo sonar mi teléfono. Me estiro sobre la cama hasta alcanzarlo, y al ver la pantalla el remitente de la llamada estaba identificado como "señora Emily", lo que me resulta extraño.

Porque... Si Eva estaba en su casa ¿Para qué me llamaría del teléfono de su mamá en lugar de escribirme del suyo directamente? Algo no cuadraba...

—¿Aló?— contesto al fin.

—¿Ángela?— evidentemente algo no andaba bien. Y la vos ronca de doña Emily lo confirmaba— Nena dime por favor, que Evalie está contigo.

«¿Qué?»

—N-no señora Emily— intento hablar. Pero ya se empezaba a formar un nudo en mi garganta y mi estómago empezaba a doler—: Yo la estuve buscando antes de salir de la institución y... No la conseguí. Pensé que ya estaba en casa.

—¡Dios mío! Pero, ¿Dónde está esa niña?— la escucho hablar al otro lado del teléfono—: Voy en vía al instituto con Iván, para buscarla.

—Pero... Ya ahí no queda nadie— le digo, mientras siento la angustia crecer.

—¿Cómo que no Ángela?— me reprocha—:  Entonces... ¿Dónde está?— me vuelve a preguntar. Su voz suena cada vez poco audible y puedo imaginarme la preocupación y la desesperación que debe estar sintiendo en estos momentos.

—Sii señora Emily— le recalco, sintiendo mis latidos descontrolados— Cuando yo salí de la institución ya casi no había nadie. La busqué entre los pocos que quedaban y no la conseguí— le digo soltando la primera lágrima— Le juro que pensé que ya estaba en casa.

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~Emily~


Esto no puede estar pasando. ¡Dios mío! ¿Dónde estará metida Evalie?

Ella no sería capaz de hacernos algo así. No deseaba siquiera pensar en lo peor. No podía. Y aunque así fuera no lo podría aceptar. Me moriría al saber que algo malo pudiera haberle pasado.

Pero necesitamos saber algo de ella, alguna señal, una pista, un rastro... ¡Joder! Cualquier cosa.

—¿Cuándo fue la ultima vez que la vieron?— pregunta un oficial de la policía.

Iván se hace cargo de las preguntas que suelta aquel hombre uniformado. Mientras que yo, por otra parte, no logro procesar nada de lo que está pasando.

«¿En qué momento llegamos a esto?»

Tan solo hace unas horas estábamos bien, todos juntos, emocionados por ella y ella... estaba tan feliz. No quiero pensar en que este en algún lugar oscuro, sola y sin comida.

«¿Qué te habrá pasado, mi pequeña niña?»

En este punto ya mis lágrimas no tienen contención. Me vuelvo un río de llanto inconsolable. Y mi dolor se siente infinito, casi que interminable.

«¿Por qué?– son mis preguntas– ¿Por qué ella? ¿Por qué hoy? ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué nuestra familia? ¿Por qué no nos dimos cuenta?»

Los brazos de Iván me acurrucan cálidamente. Acaricia mi espalda con una de sus manos, brindándome seguridad. Una seguridad que mi hija no tenía y que al pensarlo me dolía aún más.

—Esto no puede ser verdad Iván— le reprocho—: Dime que no es verdad. No nuestra Eva.

Él no respondía, no hablaba, ni siquiera me veía. Tenía la mirada perdida en un punto ciego detrás de mí. Y eso me mataba. Yo sabía dentro de mí que estaba intentando ser fuerte por los dos. Pero por dentro, estaba hecho añicos, y su dolor se veía reflejado en sus ojos negros. Han perdido todo el brillo y la alegría que alguna vez en ellos se irradiaban.

Broken Soul 💔 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora