Broken Soul 💔 (Pausada)

Capítulo 7

Mayra y Matt debieron haber llegado ya hace una hora, pero aún no hay señales de ellos. May se había llevado el vestido para realizarle unos detalles extra, así que debía esperar su llegada para poder estar lista.

Ya temprano mamá estuvo peinando un poco mi cabello y haciendo unos pequeños rizos en el. Ya me había maquillado también. Sólo faltaba el vestido.

Sentía un dolor en el estómago, los nervios subían y bajaban por todo mi cuerpo. La ansiedad era tal que bajaba a la cocina por algún refrigerio y volvía a encerrarme en la habitación a esperar.

Comí mucho, muy rápido y encima mezcle dulce con salado. Mi estómago colapsado por los nervios, no lo resistió y salí de corrida al baño del pasillo para vomitar.

¡Diiooss qué agonía!!

Vomité hasta lo que había desayunado esta mañana. Me sentía horrible. Mi cabeza retumbaba. Mi estómago no dejaba de doler, pero, no era exactamente mi estómago lo que dolía.

El pecho me arde y me cuesta un poco respirar. Lo ignoro, pensando que son efectos de la recién vomitada que solté. Me recompuse, hale la palanca del inodoro, lavé mis dientes con pasta y pasé mis manos por la cara tratando de no estropear el maquillaje.

Me dirigí nuevamente a la habitación y al cabo de 20 minutos oí el carro de Matt aparcar en la entrada. No me moví. La verdad esa vomitada me dejó sin fuerzas y sin ganas de salir.

Mayra entró de golpe en la habitación, lo que me sorprendió y dí un pequeño brico en la cama.

—¡Hombre, que susto!— le digo.

—Perdóname Evalie— me ruega May haciendo súplicas con las manos— Se nos hizo tarde haciendo unas cosas, pero ya estamos aquí que es lo importante ¿No?

Detrás de ella venía entrando Matt, con una gran bolsa negra en las que tenía estampadas unas letras en dorado.

—¿Qué haces ahí?— pregunta Matt—: Levántate tienes que arreglarte— me anima.

—¿Qué hora es?— le pregunto a May.

—Ehm...— busca su celular en el bolso antes de responder—: Son... Las 6:45pm, ¿Por qué?— pregunta confundida.

—Me imagino todo lo que podrán pensar al decirles— le respondo luego de un corto silencio—: Pero, no sé si quiera ir.

—¿Y eso, por qué?— pregunta May—: ¿Estas desanimada? Te aseguro que queríamos llegar más temprano pero, se nos presentaron algunos inconvenientes.

—No, no es por eso. Sino que... hace un rato comí demasiado y tal vez por la emoción y los nervios, me dieron ganas de vomitar— le explico tranquilamente.

—Entiendo Eva— me consuela May, sentándose a un lado en la cama, pasando una de sus manos por mis piernas—: Tal vez es la emoción que te tiene así. ¿Gustas una pastilla para el malestar?— le niego con la cabeza—: Ok, ésto es lo que haremos... Te daré diez minutos para que lo pienses bien, si no quieres ir no hay problema, al fin y al cabo es sólo una fiesta. Si cambias de opinión y decides ir, te ayudaré a ponerte el vestido y Matt te llevará hasta el instituto. ¿Qué te parece?

—Esta bien— le respondo— Diez minutos contando desde ya.

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Diez minutos después... voy camino abajo por las escaleras con May detrás de mí. Mamá, papá y Matt están en la sala esperando verme con el vestido ya puesto y completamente lista para el baile.

El vestido sin duda alguna era todo lo que esperaba y con el toque especial que le había agregado May, era realmente perfecto.

La tela que lo formaba era de una textura única, en color melocotón. Se sentía suave al contacto con mi piel, me sentía cubierta por una nube. Tenía dos tiros delgados a ambos lados, no era exageradamente largo. Tenía un fino corsé con algunas pedrerías incrustadas, varias capaz que salían desde la cintura y caían un poco después de mis rodillas en estilo tutú. De calzado me puse unos pequeños botines color crema que hacían juego con el vestido.

—Estás hermosa— dice papá, que es el primero en reaccionar. Se acerca para abrazarme mientras mamá y Matt aún estan perdidos observándome.

—Gracias papá— respondo, correspondiendo su abrazo—: Se los debo todo a ustedes.

—Sabíamos que este era el vestido perfecto para tí cariño— dice mamá al fin. Acercándose igual para darme un abrazo.

—Gracias mamá— le sostengo el abrazo por más tiempo del que lo hice con papá—: Muchas gracias de verdad. Por todo lo que has hecho. Estoy muy felíz.

—¡Ay mi amor!— me dice, y la oigo moquear un poco, lo que es señal de que está por llorar—: Te mereces esto y mucho más, por ser tan buena estudiante, además de una hija maravillosa.

—Bueno ya— dice Matt—: Es mi turno de abrazarla. Déjenme algo de amor a mi también— comenta en broma, haciendo que mamá se despegara y se fuera a un lado de papá.

—Si, claro el más amoroso de la familia— le bromeo.

—Ah, ¿Qué no lo soy?— me reta. Luego de la nada me abraza y habla en mi oído—: Te quiero hermanita, esta noche será tuya. Con este vestido, ya verás que vas a ser la envidia de todas las chicuelas del instituto.

—Si Matt, yo también lo creo— le digo dándole un beso en la mejilla—: Pero mejor vaya encendiendo la carroza para poder irnos que se nos hace tarde.

Me giro hasta ver a May y le doy un grato abrazo.

—Gracias May— le digo honestamente—: Gracias por tu ayuda, tus palabras y los ánimos que me has dado. Te quiero mucho.

—Yo también te quiero mi pequeña Eva— me devuelve un beso en la frente—: Estas muy muy guapa.

Escucho a Matt gritar desde el auto y sé que ha llegado la hora de irnos.

—Bueno ya es hora— les digo a todos.

—¡Que te vaya muy bien cariño!— dicen papá y mamá.

—¡Que la pases bien Eva!— dice May uniéndose.

—Chaaoo, los quieroo— digo al subir al carro de Matt. Lanzando besos desde dentro.

Entro con cuidado de no arruinar el vestido y cierro la puerta. Matt no espera dos veces y arranca el carro en dirección al instituto.