サファイア (𝐬𝐚𝐩𝐩𝐡𝐢𝐫𝐞) || Gojo Satoru x OC

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✩⎙⸙͎೫ˑ

El color miel de sus ojos me perseguía, lo haría de por vida.

El simple recuerdo de su sonrisa, de su rostro, del color de sus ojos, de su cabello, la manera en que hablaba y como pronunciaba mi nombre, eran recuerdos que se habían vuelto imposibles de olvidar, y dolía, dolía más que nada en el mundo aún después de tantos años.

-Profesora Nakamura, ¡profesora Nakamura! -Pegué un pequeño brinco en mi asiento por el grito, girando el rostro hacia la persona que me llamaba -¿se encuentra bien?, le he estado llamando durante un buen rato y usted parecía estar perdida.

-¿Ah? -pestañeé repetidas veces, tratando de ubicarme, ¿había estado mirando por la ventana todo este tiempo? -, oh, lo siento Maki, ¿qué me decías? -Suspiré, obligando a mi mente a regresar al presente, a olvidar mis pesares y concentrarme en la realidad, en lo que sucedía a mi alrededor.

-Le estaba preguntando si hoy tendríamos entrenamiento en conjunto con los de primer año. -Ella se cruzó de brazos, con su expresión seria de siempre y yo le sonreí.

-Claro, preparen las cosas, llamaré a Satoru haber si ya están en la zona de entrenamiento. -alegué poniéndome de pie para sacar mi celular.

Busqué su número y lo encontré con mucha facilidad.

"Poste de luz"

Reí por el tonto nombre de contacto que le había puesto hacia ya muchos años y negué, éramos tan tontos cuando queríamos.

Un timbre.

Dos.

Tres.

-¿Chihiro? -escuché su voz jadeante, parecía haber estado riendo por un muy buen rato, porque todavía lo escuchaba carcajearse através del celular.

¿Qué le hacía tanta gracia?

-¿Estás en la zona de entrenamiento con tus alumnos? -interrogué, recogiendo algunos papeles de encima de mi mesa para guardarlos en mi bolso con parsimonia.

-Primero, hola Satoru, ¿cómo te está llendo con los geniales de tus alumnos?, bien, bien, gracias querida -replicó y casi pude verlo asentir cual niño pequeño -, y, segundo, sí, ¿vienes?

-Mira que hablas mierda -rodé los ojos con una pequeña sonrisa, él siempre estaba diciendo tonterías -, sí voy.

-Vale, aquí te esperamos. Gnomo de jardín. -Lo escuché reír y me lo pude imaginar con su maldita sonrisa de suficiencia.

-¡Satoru! -me quejé, pero él ya había colgado. -Maldito mocoso -Apagué le celular y agarré mi pequeño bolso negro en la mano -. Vamos chicos, nos están esperando.

-Atún -anunció Inumaki.

-Tal vez, pero lo más seguro es que solo entrenen, no creo que vayamos a hacer competencias hoy. -contesté mientras salía del aula, aún me sorprendía a mi misma el hecho de poder entender lo que él quería decir, era tan extraño.

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-¡Qué no y punto! -grité molesta, ¿cómo se atrevía a aceptar algo como eso?, ¿quería verlo muerto tan joven?

-¡Pero Chihiro! -Parecía un niño pequeño haciendo berrinche, aún cuando medía más de 1.90.

-¡No! -demandé cortante, con ese tono que no daba lugar a discusión -, ¡mi Megumi no hará eso!, no lo pienso permitir.

-Chihiro, es una misión de segundo grado, puedo hacerlo. -Habló el causante de esta discusión, en tono bajo, como si le avergonzara el espectáculo que estaba montando.