サファイア (𝐬𝐚𝐩𝐩𝐡𝐢𝐫𝐞) || Gojo Satoru x OC

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✩⎙⸙͎೫ˑ

En ocasiones las personas a mi alrededor se centraban en intentar acabar con mi paciencia.

Y eso que tenía mucha.

-No.

-No es algo debatible, irá y punto. -demandó ordenando los papeles sobre su escritorio con rápidez.

Por ejemplo, Yaga era un experto en hacerme perder mi gigantesca paciencia.

Y yo la de él.

Posé una mano sobre el puente de mi nariz, me estaba hartando.

-Pareces estar quedándote sordo por la edad -rechisté acomodándome mejor en el sillón de cuero oscuro, abriendo un poco las piernas y encorvándome hacia adelante -, déjame repetirte: No irá.

-¡Gojo, no eres su padre y ella tiene trabajo que hacer! -replicó dando un manotazo a su mesa de roble oscuro, molesto, si intentaba darme miedo, había conseguido todo lo contrario -, deja de comportarte como un padre sobreprotector y agradece que te haya avisado sobre su misión, aún cuando no me veo en la necesidad de hacerlo.

¿Padre sobreprotector?, sí, me preocupaba por su salud, por su bienestar, pero no era sobreprotector.

O quizás sí.

-Venga, que te doy un abrazo por la obra de caridad -me burlé sin gracia, hacia un tiempo le había obligado a contarme con lujo de detalles sobre cada misión a la que la enviasen-. Hay muchos más hechiceros, no veo la necesidad de tanta insistencia en que sea Chihiro quien vaya a esa misión, no le encuentro la lógica.

Y era cierto, la misión era en un pequeño barrio dentro del distrito de Shinjuku, muy alejado de Sendai -la ciudad en la que nos encontrábamos-, y habían muchos más hechiceros ahí, ella no tenía porqué ir.

-La mayoría de esos hechiceros están en misiones -me explicó, suspirando con molestia mientras tecleaba algo en su computadora -, algunos fuera del país y otros se han tomado vacaciones, además, Chihiro es la única por la zona con la suficiente fuerza para hacerlo -informó, levantando la vista para fijarla en mi por apenas un segundo, antes de regresarla a su pantalla, ¿qué estaba haciendo? -, puesto que desconocemos el poder real de la maldición, que varía entre una segunda a semi-primera clase.

-Ya, exacto, no saben una mierda y la enviarán al matadero. -objeté, señalándole con mi dedo índice, me molestaba el hecho de que quisieran enviarla a una misión sin siquiera saber la gravedad de esta, era peligroso.

-Ella es casi una clase especial, puede con esto.

-Casi, lo acabas de decir.

-Esto no está en discusión, le enviaré el informe de misión. -habló como si estuviera irritado y por fin entendí qué era lo que tanto tecleaba en aquel cachivache.

-No, no lo harás. -Me puse de pie al instante, él no lo notaría por la venda, pero tenía el ceño fruncido, ¿en serio iba a hacer algo como eso?

Estaban locos.

-Estás olvidando que el superior aquí soy yo, no trates de darme órdenes, Gojo. -Levantó la vista nuevamente, podía notar el destello de la irritación en su mirada y no podía darme más igual.

-Puedo ir yo en su lugar.

-No puedes, debes ir a Londres.

-Que vaya alguien más.

-Basta -dijo con tono autoritario, como si con eso fuera a hacer que cerrase el pico -, fuera de mi oficina, no tengo tiempo para ti.

-Yaga -lo llamé con tono amenazador, ¿él quería ser autoritario?, pues yo sería una amenaza.