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El traqueteo del carruaje se escuchaba, unos encapuchados habían secuestrado a un japonés... Pero todavía tenían otra parada.

Mientras tanto en una casa, una mujer arrullaba a sus hijos, tres bellos bebés que dormían con tranquilidad, aunque para la mamá era todo un reto lidiar con tres bebés.

La mujer se fue de la habitación al conseguir su cometido y fue a descansar sin saber que esa noche iba a ser la última donde iba a poder arrullar a sus hijos.

—Anda, pero que casa tan linda -Uno de los encapuchados soltó un pequeño chiflado admirando la casa.

—Deja de admirar el lugar y trae las canastas! -Dijo su compañero algo molesto, el estaba viendo cuál era la habitación.

—Ya voy... Ya voy... -Entro con cuidado para no ser percibido por un gran perro que cuidaba el lugar.

—Bien, escucha con atención y no la cagues... Te lo pido de favor -Le susurro mientras agarraba su hombro y lo miraba mal.

—Te  escucho fuerte y claro -Quito su mano mientras rodaba los ojos fastidiado.

—Bien... Tu tarea es fácil, entra a la habitación y sacas a los niños, me los pasa con MUCHO cuidado, yo los meteré en las canastas... Cuando termines sales en silencio para no despertar a la mujer...

—Como sea, el chiste es sacar a los bebés -Suspiro con pesadez y comenzaron a llevar a cabo el plan... Aunque hubo una pequeña falla al final.

—Idiota! Te dije que no hicieras ruido! -Le reprochó mientras ponía al último bebé en la canasta.

Ambos salieron corriendo del lugar, cuando la madre entro a la habitación, se sorprendió al no ver a sus hijos y un gran grito desgarrador se escuchó. Por otro lado, los dos encapuchados celebraban ante su logro y así pudieron irse a su mundo.

Mientras que en aquel mundo se llevaba a cabo la ceremonia de bienvenida a los nuevos alumnos en la academia, todo era llevado acabo por un hombre con vestimenta de ave... Pero todo se le fue de las manos al ver que un joven humano de otro universo abrió la puerta de uno de aquellos extraños ataúdes, después se armó un alboroto más grande cuando un gato apareció escupiendo fuego.

El hombre saco a todos los alumnos y en lo que intentaba refugiarse pudo ver una canasta y como de ella sobre saliendo unas manitas, rápidamente fue por la canasta pero se encontró más, aún así las tomo y se las llevó fuera del humo, al ver con atención se quedó helado y más al ver la nota que llevaban.

"Hola amigo mío, recuerdas decir que tenías todo bajo control y habernos retado? Bueno... Esto es un pequeño castigo y que te dará una lección. Estás tres bendiciones darán un gran vuelvo en tu vida, esperamos que los cuides como se debe y no se los dejes a otros para que te cubran de esta responsabilidad... Y también te trajimos una sorpresa más, un adolescente de otro universo, viendo de Japón, así que intenta ser buen anfitrión. No intentes deshacerte de los bebés, te vigilamos... Tenemos ojos en todas partes.

Atte:                  "

—{Ahora en qué me metí...} -Penso algo molesto al ver la nueva responsabilidad que tenía... Más bien, "las nuevas molestías".

Los bebés comenzaron a soltar quejidos mientras miraban al hombre de forma curiosa por aquella máscara que portaba, uno de ellos estiró sus manitas para poder tocar el pico, pero el los alejo de forma inmediata.

—De todas las cosas que se les puso ocurrir... Escogieron bebés, son sucios, molestos, ruidosos, destructores... -Comenzo a murmurar todo lo malo de tener bebés, también soltaba pequeñas maldiciones.

Pero regreso a la realidad al recordar que tenía otro problema en el salón de ceremonias, así que los dejo en una esquina y escondidos entre la oscuridad para que nadie los viera, regreso al salón de ceremonias para tranquilizar las cosas y encargarse del felino y el muchacho.

—{Bien... Solo lo regreso a su casa y me deshago de el grande...} -Penso triunfante el mago, aunque la jugada le salió mal.

El espejo oscuro no conocía el lugar y no podía llevar al joven de regreso a su hogar, eso molesto al chico, pero el más molesto era el hombre pájaro que maldecía en sus pensamientos y otra nota apareció enfrente suyo.

"Buen intento Crowley, te lo dijimos... No te vas a deshacer tan fácil de tus nuevas responsabilidades y tampoco podrás engañarnos, mira el lado bueno... Ya no podrás escaparte de "Vacaciones", disfruta nuestra regalo~.

Atte:           "

—Tch... Al parecer si tienen ojos en todos lados... -Murmuro por lo bajo mientras miraba a su alrededor buscando algún rastro de magia extraña, pero no encontró nada.

—Director, que tanto hace para ver su alrededor? -Comenzo un chico con un diamante dibujado en un mejilla, aunque también sostenía un teléfono.

El comentario del joven hizo que los presentes voltearan a ver al mayor, el cual se quedó quieto y busco alguna extraña excusa para salvarse de más preguntas incómodas.

Cuando arreglo las cosas y mando a los tres estudiantes a su dormitorio (Heartslabyul), se llevó al joven humano a su oficina, pero olvidó que había escondido a ciertos bebés.

Cuando terminó de hablar con el felino (el cual volvió a aparecer) y el joven, los llevo a un dormitorio que estaba abandonado, al regresar a su oficina se quedó viendo la luna por la ventana, hasta que escucho una voz que provenía de la oscuridad.

—Hola Crowley... Parece que olvidaste algo -De entre las sombras salieron las canastas.

—Esto no es un juego... Si ellos mueren bajo tu cuidado... Despídete de todo los ue conoces -Una mano paso por su hombro, pero cuando el hombre volteo no vio a nadie.

—Vamos, no estén molestos, fue solo una broma -El hombre lucía molesto al tener que cuidar a bebés.

—Ja! Debiste pensarlo dos veces antes de decir eso... Es nuestra pequeña venganza, nos vemos~

Los dos seres desaparecieron dejando a tres bebés dormidos, Crowley gruño enojado y miro con algo de desprecio a los bebés, aunque eso cambiaría.




31/Agosto/2023

Un Pequeño Pero Gran CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora