"... ¿Y que me beneficia ser un cazador de demonios? Yo los mató sin ser parte de ese culto extrañó del que formáis parte." Dijo Genya mirando a Senjuro como si hubiera dicho una estupidez.
Esas palabras hirieron a Senjuro y a Kaigaku, cómo si les hubieran dado un golpe en el abdomen, o en el caso de Kaigaku, otro golpe en las bolas.
Si, esas palabras les dieron en el alma.
"¡N-no es un culto Genya! ¡Es una organización muy importante!" Gritó Senjuro tratando de aclarar para que Genya no le falte respeto a la organización.
"¿¡Nos llamaste cultistas maldito perro!?!" Kaigaku quería pegarle a Genya, y lo hizo, pero le dió con su zori el cuál se quitó del pie y le dió en toda la cabeza al de peinado diferente.
"Bueno, es una 'organizacion'" Genya hizo comillas con los dedos no muy satisfecho. "¿Pero que me beneficia unirme? Ya mató demonios yo solo, lo único que necesito son esas espadas que tenéis." Señaló con sus manos las espadas de los dos cazadores.
"... Genya, solamente puedes conseguir estas espadas uniéndote a la organización, con la organización colaboran unos herreros que se encargan de forjar estas espadas nichirin... Te estoy ofreciendo unirte, ayúdanos a matar a los demonios, cuando más gente se una, más probabilidades hay de vencerlos. Y si vencemos a más demonios, mas probabilidades hay de vencer al causante de todo esto..." Dijo Senjuro.
"...¿Él causante de todo esto?" Cuestionó Genya.
"No puedo dar mas información a parte de está, todo depende de si aceptas unirte o no" Informó Senjuro, él cuál extendió la mano. "¿Aceptas ayudarnos Genya?"
Genya se quedó mirando la mano por un rato, Senjuro se puso un poco nervioso de que el chico no aceptará, pero se sorprendió al recibir un apretón de manos por parte del Shinazugawa.
"Acepto, ahora dime que tengo que hacer para unirme a esa organización, no creo que sea tan fácil solo dando un apretón de manos..." Supuso Genya y Senjuro sonrió.
"Menos mal, no es un imbécil del todo." Suspiró Kaigaku, aliviado de que no fuera como el resto, pensando que simplemente aceptando serían cazadores de demonios. "Muy bien estúpido, ahora vamos a tener que prepararte para la selección final." Dijo Kaigaku, él cual se levantó y fue a por un futón que había en el cuarto, tranquilamente se metió en éste. "Prepárate para cuándo comience tu entrenamiento." Comentó antes de disponerse a dormir.
Él otro cazador y niño que estuvo mucho tiempo en la calle se quedaron mirando a Kaigaku él cuál intentaba dormir, los dos estuvieron en silencio hasta que Senjuro lo rompió.
"¿Quieres dormir en mi futón?" Ofreció Senjuro con una pequeña sonrisa.
"... No es necesario." Dijo Genya para después acostarse en él suelo pero fue detenido por Senjuro.
"No,no, tu no dormirás en el suelo, puedo notar que no dormiste en un lugar cómodo desde hace mucho tiempo, así que duerme en mi futón." Volvió a ofrecer Senjuro aunque eso parecía ser mas una orden.
"He dicho que no." Dijo Genya en un tono enojado.
...
Después de unos minutos los dos acabaron durmiendo en el futón de Senjuro.
Genya era mas grande y Senjuro más pequeño al ser menor por dos años.
Él Shinazugawa mayor no pudo evitar pensar como extrañaba ser abrazado por sus hermanos menores, como un Senjuro dormido hacia ahora mismo...
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"Genya."
Se escuchó a una voz hablar, una voz familiar y la cuál Genya no pudo escuchar desdé hacé un tiempo.
"Genyaaaaa~" La voz dijo en un tono cantor.
No quería abrir los ojos, tenía miedo de abrirlos.
Y a él le gustaba dormir, dormir para no tener hambre.
"Genya, hijo, despierta de una vez, tus hermanos van a hacer una huelga de hambre si no te unes a nosotros." Volvió a hablar la voz.
Esta vez el chico no tuvo más opción que abrir los ojos.
Kyogo estaba delante suya, su padre estaba delante de el, vivo.
Quería gritar, disculparse, abrazarlo, pero no podía controlar su cuerpo, no podía moverlo, sólo podía mirar, su cuerpo se movía por si solo.
¿Ésto es un recuerdo?.
"Veo que ya te despertaste general." Él hombre adulto se rio y puso su gran mano sobre la cabeza de su hijo y la empezó a mover, con el propósito de despeinar al niño.
"Papá, no hagas eso..." Se quejó Genya, no el Genya que observaba, sino el Genya que controlaba.
"¿Cómo no voy a hacerlo? Si tu peinado es genial y muy difícil de no arruinar." Dijo Kyogo con una pequeña sonrisa en su rostro. "Pararé si te levantas y vas a desayunar con nosotros, conseguí unos ricos oniguiris que seguramente te van a encantar." Informó Kyogo mientras seguía despeinando a su hijo mayor.
"Vale, vale, ya me levanto." Se quejó Genya, este salió de su futón y se levantó mientras se dirigía al salón, Kyogo lo seguía y ya dejó de acariciar su cabello.
Ya estaba llegando al salón, podía escuchar las voces de sus hermanos menores.
Y cuando entro pudo ver las caras de todos los niños que se fueron.
Todos estaban hablando entré ellos, pero dejaron de hablar al sentir otra presencia y se giraron a ver a su hermano mayor.
"¡Aniki!" Gritaron todos con una sonrisa.
Genya solamente sonrió para devolver el saludo y se sentó junto a Sanemi, el cuál le sonrió.
"¿Hoy que haremos?" Preguntó Sanemi.
"... Lo de siempre." Respondió Genya con una sonrisa.
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"¡Despierta novato!" Gritó Kaigaku a un Genya dormido.
"¡Kaigaku!" Grito Senjuro en modo de queja a su amigo cercano.
Genya solamente gruñó enojado y aprovechando que Kaigaku estaba discutiendo con Senjuro le mordió la pierna.
Y Kaigaku obviamente gritó del dolor.
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Se despertaron temprano y fueron a desayunar con el resto de cazadores que se encontraban en aquella casa de glicinas, la mayoría veían a Genya por no tener su uniforme, pero no preguntaron nada.
Al terminar de desayunar, lo cual Genya no pudo hacer después de un tiempo, fueron guiados por Senjuro a algún lugar.
El chico Rengoku en él camino le explicaba ciertas cosas a Genya, le decía detalles, algunos no muy importantes, otros importantes.
Se quedó con el hecho de que debía de superar la selección final, si no lo hacía le esperaba la muerte.
Genya planea pasar esa llamada selección final, lo hará si o si...
Y si no lo hace, entonces matará a todos los demonios que pueda en la selección.
"No te confíes mucho novato, aún tienes mucho que aprender." Dijo Kaigaku interrumpiendo el habla de Senjuro. "Hasta los mas prometedores pueden morir en esa prueba, no te confies." Advirtió Kaigaku.
Ese era un buen consejo viniendo del hombre más confiado que conoció.
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¡MONSTRUO!
Fanfiction"¡MONSTRUO! ¡ERES UN MONSTRUO!" Gritaba un niño de cabellos blancos, su cara poseía tres arrañazos profundos los cuales seguramente dejarían cicatrices de por vida. El niño se encontraba abrazando el cuerpo de un hombre grande ya sin vida. Por otro...