|Sueños|

31 3 1
                                    

Cada mañana el rizado iba a la misma hora a la muy conocida cafetería por una rebana de pastel y un café. Ya había pasado prácticamente un mes en que para Harry se había hecho un hábito visitar Habits Coffee con la esperanza de ver aquel chico para entablar una conversación. Habían hablado de todo a cada ratito que Zayn podía. Por un lado Zayn supo del matrimonio del rizado y del rubio y por el otro lado Harry supo que el moreno estaba esperando a terminar de estudiar para mudarse de casa de su abuela.

-No sé de quien debo sentir envidia...- susurró con una sonrisa admitiendo lo que estuvo varios días quitándole el sueño.

Harry soltó una sonrisa mientras sus mejillas tomaban ese característico color rojo. Sus manos jugaban con los anillos de sus dedos nerviosamente. Esa sensación que le hacía sentir el chico sentado al frente de él le desconcertaba y mucho. Amaba a su esposo, claro que sí, pero esa sensación de calor y sentir querer pasar mucho más tiempo con él no le desagradaba.

-Que dices...- susurró viendo los ojos oscuros de Zayn apartándola al instante si él quería que el moreno no supiera sus más oscuros deseos

-Seré sincero...- comenzó a hablar con la característica sinceridad que poseía -Eres un chico increíble Harry...- el rizado pudo jurar que escuchar su nombre en la boca del otro se escuchó exquisito -y créeme que quisiera decir y hacer tantas cosas que a los demás sería indecoroso. No sé quien tuvo más suerte si él conociéndote o tú conociéndolo.- agregó con una sonrisa ladina.

Harry frunció por un momento el ceño, al principio no entendió nada pero tampoco era tonto. Sabía de que hablaba, el chico frente a él, prácticamente, le había confesado que su esposo y él le parecían increíble -Y créeme que no quisiera joder una relación como la de ustedes- el moreno interrumpió los pensamientos del rizado -pero, demonios, he soñado con ambos...- soltó una sonrisa de alivio -haciéndoles tantas cosas que ninguno de los dos se ima...- se calló abruptamente.

El teléfono del moreno vibró en su bolsillo y maldijo pensando que sería su abuela peleándole por algo que no tenía alguna importancia pero estaba muy lejos de ser su abuela. Sonrió y decidió a contestar la llamada frente al chico que aún no se recuperaba de la bomba que le había soltado. -Hola...- Harry le hizo señas para irse y darle privacidad y él negó poniendo su mano en la del rizado sintiendo como una pequeña corriente recorría su cuerpo entero y ambas miradas se encontraron -veo que aún estoy en tus contactos. Me gusta- sonrío genuinamente -¿me vas a invitar a comer bizcocho?- Zayn escuchó la risa a través de su teléfono y juró que podía escuchar esa sonrisa siempre junto a la de su compañero justo al frente.

La mano de Harry se deslizó entre la suya haciendo que el moreno frunciera el ceño. Pero la realidad era que ese coqueteo que tenía el moreno a través de la línea lo estaba incomodando. Mas allá de lo incomodarlo extrañamente lo estaba haciendo sentir un sentimiento de puro resentimiento. No estaba preparado para escuchar como esa sonrisa, tan sincera, inundaba su espacio y él no era el motivo. Aunque a decir verdad varias veces había sido el culpable de esa hermosa y coqueta sonrisa pero le molestaba que esta vez el motivo fuese otra persona. Carraspeó haciendo que su presencia se notara haciéndolo ver como niño caprichoso pero no le importaba ya era mucho tiempo de pláticas.

-Bien, me envías el nombre del lugar y tan pronto este en camino me comunico contigo. Un beso- habló dando por terminada la llamada

-Debería irme...- susurró el rizado. Se levantó sin dejar que el moreno tuviese la oportunidad de seguirlo.

Zayn se quedó con una sonrisa confusa viendo como Harry abandonaba la cafetería. Pensó en ir detrás pero el reloj avisándole que debía entrar de su break lo detuvo. Así que volvió al trabajo deseoso de que ya fuese la tarde para salir e ir a su encuentro.

Can I love both? •AU•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora