|Primeros auxilios|

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-Era muy bonito para ser cierto- Zayn resopló desanimado viendo como un chico alto, con abundante barba y un cuerpo bastante formado se sentaba justo al lado del chico de ojos verdes. -de seguro es su pareja-

-No necesariamente Zayn- susurró Carl haciendo un café -puede que sea su hermano, no sé-

-¿Tu crees que un chico como él no es capaz de tener a cualquier hombre a sus pies?- preguntó con obvia razón -Gordo, no me sorprendería si tuviera hasta hijos. Créeme si por mi fuera lo tuviese embarazado todo el tiempo posible-

-Asco Zayn, eso es mucho detalles- dijo Carl.

-Ay como si no me contaras tus sucias noches con ese tal Alejandro- dijo riéndose haciendo que el pequeño chico de veinte años se sonrojara hasta la médula.

Zayn volvió su mirada a la pareja sentada a una esquina del café. Vio como ambos chicos reían a carcajadas y supo que ese chico era muy feliz y eso era lo que importaba. De hecho no lo conocía pero estaba cien por ciento seguro que ese chico se merecía toda la felicidad y amor del mundo.

-Toma...- interrumpió Carl el pensamiento del moreno -mesa siete- dijo señalando a un grupo de chicas.

Arregló sus espejuelos para luego agregar a la bandeja azúcar, servilletas, cucharas y dos cupcakes de limón y red velvet. Observó nuevamente la mesa donde estaba el chico de ojos claros antes de llevar la bandeja a la mesa siete. Sonrió dulcemente cuando sus ojos encontraron su mirada con el chico. Definitivamente tenía la mirada más bonita y dulce que había visto en toda su vida.

-Aquí tienen chicas, ¿desean crema de leche o leche de almendras?-

-Desearía tu numero de teléfono. ¿Está incluido en el menu?- dijo una de las cuatro rubias que estaban. El chico sonrió por cortesía.

-Lo siento dama pero temo decepcionarla- dijo Zayn bien tranquilo y con la sonrisa más amable en sus labios.

Siempre tenía ese problema. Las chicas se empeñaban en observarlo y hacerle cumplidos aveces hasta siendo inapropiados incluso llevándolo hacerlo sentir incómodo. Cuando no era así solo sonreía y en su mente se burlaba de ellas porque a él solo le interesaba y le atraían personas de su mismo sexo. Quizás pensaban que era un desperdicio de hombre porque solo sus gustos eran hombres pero él era así, nació así. Y quizas era eso el motivo por el cual su abuela no lo quería.

En silencio y bajo las miradas acosadoras de las chicas recogió las copas de agua que no consumieron y se giró para llevarlas a la parte de atrás. Pero no contó con el pequeño desastre que tendría segundos después por culpa de un lindo pero egoísta rubio de ojos azules.

-Ugh maldita sea- gruñó sin ver con quien había chocado.

Mordiéndose la lengua para no gritarle del mal que iba morir al culpable del desastre que ocasionó comenzó a recoger los vidrios con cuidado. Sabía que el idiota que ocasionó eso no lo ayudaría ni aunque se lo pidiera. Así, lastimosamente, era la clientela que acudía al céntrico Habits Coffee.

-Lo siento tanto, déjeme ayudarle- Zayn escuchó una disculpa genuina.

-No se preocupe tranquilo yo lo hago- dijo Zayn viendo, por mas tiempo del que debía, los ojos azules que hacía un par de horas habían chocado con los suyos. -puede cortarse- dijo y como si hubiese dicho "córtese"

El quejido del rubio le pareció tan inapropiadamente sugestivo que incluso se puso nervioso. Pero lo que más nervioso le puso fue la sangre salir de la mano del rubio egoísta. Nadie, o muy pocas personas, sabían que él odiaba ver sangre incluso podría desmayarse con tan solo verla. Tratando de hacer lo mejor para no mirar el rojo carmesí brotar de la mano del rubio tomó el paño que tenía e hizo presión en la herida volviendo a escuchar un quejido como el anterior.

-Ya te dije que si quieres que me coma eso tienes que hacer mucho más que invitarme a comer bizcocho y cortarte la mano- dijo Zayn como si con el no fuese la cosa

A Niall se le escapó una sonrisa sin dejar de observar los ojos sugestivos del mesero. Quizo replicar pero el chico no le dió la oportunidad levantándose rápidamente.

Zayn no podía negar que ese chico era realmente atractivo. Esa mirada con el azul más hermoso que había visto podía tener a cualquier chico a sus pies. Pero con él sería mucho más difícil. Porque sí Zayn podía sentir una atracción por el chico pero el anillo en su dedo le advirtió peligro rápidamente.

-siéntese le traeré el botiquín de primeros auxilios- pidió lo más sereno y profesionalmente posible.

Niall frunció un poco el ceño al ver como el chico, de un segundo a otro, cambio su energía. Le dolía el corte en su mano, pero extrañamente le desconcertaba el comportamiento del chico. Parecía que había herido a alguien importante para él, se había ido muy nervioso. Se sentó a esperarlo sin quitar la mirada de donde el cuerpo de Zayn había desaparecido.

-Amor, ¡¿que te pasó?!- preguntó Harry con horror al ver el pedazo de tela ya rojo envuelto en su mano -¿Hola?- dijo el chico de ojos verdes sin tener respuesta solo veía que su esposo miraba en un punto fijo a las puertas dobles en el fondo. -¡Horan!- tronó sus dedos frente a los ojos perdidos de Niall

-¿Ah?- reaccionó el castaño volteando su mirada a la de su esposo.

Niall odiaba la sangre, verla le revolcaba el estómago y definitivamente lo mareaba. Así que trataba por todo los medios no prestarle atención a la herida. Pero escuchar a su esposo alarmado lo trajo a la realidad y ver como ya el pedazo de tela no paraba el sangrado por más apretado que estuviera lo estaba poniendo nervioso. Su esposo lo tomó de las mejillas al ver que su piel se ponía más pálida de lo normal. Y es que estaba sintiéndose un poco mareado y avergonzado al mismo tiempo. La herida no era tan grande como para preocuparse pero para él el hecho de que tenga sangre ya estaba haciéndolo sentir muy mal.

-No vayas a desmayarte...- escuchó como la voz profunda del chico hacía eco en sus oídos y levantó la mirada de su mano para encontrarse con un par de ojos asustados mirándole.

-E-Estoy bien- susurró el rubio muy pálido.

-No te hagas el valiente, amor- dijo su esposo preocupado -¡Niall!- gritó Harry al sentir como el rostro de su esposo se enterraba en su hombro. El cuerpo de Niall inconsciente hizo tambalear hasta caer a Harry al suelo.

Por fin minutos después el pelinegro regresó con el botiquín encontrándose al hermoso chico de ojos verdes y al otro chico hermoso rubio uno encima del otro. Por un momento sus pensamientos no lo hicieron reaccionar a tiempo, hasta que el grito de alerta de Harry lo trajo de vuelta. Soltó el botiquín y ayudó al rizado a levantar a un inconsciente Niall.

-Dame el alcohol- pidió dándole unas palmaditas en las mejillas del rubio -Le tiene pavor a la sangre y a las agujas- explicó con una sonrisa preocupada. -y ya ves lo que le pasa-

-Tenemos algo en común.- agregó el chico de espejuelos - le tendió unas gazas con alcohol puro para que ayudara al rubio recobrar la conciencia.

Harry se giro a mirar al chico agradeciéndole mientras seguía paseando la gaza por la nariz de Niall. Era muy desconsiderado de su parte pensar que ese chico se veía tremendamente guapo todo preocupado por su esposo. Sus ojos eran hermosos, su labios perfectos, sus cejas atrayentes y su voz era hipnotizante. Por unos largos segundos sus ojos se perdieron en los del mesero y sintió un cosquilleo en su estómago y mucho más abajo.

Era imposible, como él un hombre felizmente casado con el amor de su vida, estaba sintiendo cositas por un hombre que no era su esposo. Merecía el infierno por pensar en alguien más que no sea la persona por la que juró amor eterno en un altar.

-A-amor...- susurró Niall recobrando la conciencia -ya estoy bien- agregó aclarando su vista encontrándose a su esposo y al chico que había virado su cabeza en un solo día.

Harry y Zayn se aclararon la garganta y el último le brindó su mejor sonrisa -Estás mejor- dijo visiblemente preocupado. Niall asintió con una sonrisa. Jamás pensó que podía existir una sonrisa tan hermosa como la de su esposo.

Can I love both? •AU•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora