Desafío

62 8 1
                                    

La base se encontraba totalmente silenciosa a las cinco de la mañana algo que le encantaba a la teniente quien sale de su barracón lista para correr y terminar de explorar la base. Con la katana atada a la espalda,  Morrigan corre con paso firme observando los alrededores y memorizando las únicas dos entradas y salidas de la base. 

Una hora más tarde divisa a sus compañeros Ghost y Soap apoyados en la pared junto a la puerta del barracón de los tenientes, sus miradas puestas en la teniente quien se dirige hacia el barracón para ir a ducharse antes de desayunar. 

-Buenos días tenientes- saluda Morrigan deteniéndose frente a la puerta del barracón.

-Buenos días Morrigan, cómo te atas la katana para que no te moleste mientras corres?- Soap inclina la cabeza hacia un lado observando la katana con curiosidad.

-Luego te enseño a atarla si quieres, nos vemos en el desayuno- asiente mirando a Ghost durante varios segundos antes de adentrarse en el barracón encontrándose con Alejandro.

-Buenos días linda, hemos empezado el día activos- sonríe observando el sudor en la frente de la teniente, ésta sonríe de lado.

-Buenos días Alejandro- asiente retomando su camino pasando por el lado del teniente rumbo a su habitación.

-Puedes llamarme Ale, le diré a Craig que te deje tu bandeja preparada- grita a las espaldas de la teniente cuando ésta llega a la puerta de su habitación, ésta se gira en su dirección y asiente con una sonrisa antes de adentrarse en su habitación. 

-Se ve caliente incluso sudando- asiente Alejandro saliendo del barracón encontrándose con Ghost y Soap. 

-Llevábamos media hora observando como corría alrededor de la base, parece una superhéroe corriendo con la katana en la espalda- explica Soap ante el silencio de Ghost quien, aparentemente,  no era un hombre de muchas palabras. 

-Vayamos al comedor, pediré que le dejen su bandeja preparada- murmura Alejandro recibiendo burlas de Soap y el continuo silencio del enmascarado. 

Minutos más tarde las puertas del comedor son abiertas por la teniente llamando la atención de los soldados dentro de la estancia, Morrigan se dirige hacia la barra de comida notando las miradas puestas en ella.

-Tengo tu bandeja preparada- anuncia Craig con una gran sonrisa antes de girarse para tomar la bandeja previamente preparada para la teniente a pedido de Alejandro. 

-Gracias Craig- la teniente le sonríe tomando la bandeja antes de girarse para dirigirse a la mesa de los tenientes donde hay un sitio vacío guardado para ella entre Alejandro y Soap. -Gracias- la teniente asiente a Alejandro dejando su bandeja sobre la mesa.

-No es nada linda- el teniente mejicano le guiña un ojo sonriente. 

-Después del desayuno al barracón de entrenamiento- anuncia el capitán Price situado en la cabeza de la mesa, la teniente asiente ligeramente con la cabeza cuando la mirada del capitán cae en ella. 

-Veamos de que pasta estás hecha- Gaz observa divertido a la teniente, todos sentían curiosidad por la teniente y habían oído las hazañas que ésta había logrado pero querían verlo con sus propios ojos. Sin ponerle mucha atención a las miradas dirigidas hacia ella, Morrigan toma su desayuno tranquilamente escuchando las conversaciones de los tenientes a su alrededor y contestando a las preguntas dirigidas hacia ella. 

Tras desayunar, el comedor empieza a vaciarse rápidamente, casi todos dirigiéndose al barracón de entrenamiento, todos querían ver a la teniente Morrigan en acción, apuestas eran susurradas entre soldados quienes esperaban impacientes a la lucha cuerpo a cuerpo entre los tenientes. 

-Tenemos bastante público por lo que veo- Price se sitúa sobre uno de los rings de lucha en la parte exterior del barracón del gimnasio donde se habían apelotonado muchos soldados, la mayoría cadetes. -Bien, ¿Quién quiere empezar?- los soldados animan a los tenientes, Soap se termina adentrando en el ring recibiendo aplausos por parte del público el cual aplaude con furor cuando el teniente señala a Morrigan para que ésta se acerque. 

Bajo las expectantes miradas de todos, incluidas las del capitán y los dos enmascarados, Morrigan se adentra en el ring mientras desata su katana para dejarla sobre el borde de ésta. 

-¿Lista para morder el polvo?- Soap la observa con una sonrisa ladeada mientras los soldados animan a ambos. Tras la señal del capitán el combate se da por empezado. Morrigan adopta una pose defensiva observando la posición y movimientos del teniente quien tras observarla durante varios segundos se lanza al ataque. Morrigan lo esquiva con agilidad ganándose los aplausos de varios soldados. 

-Vamos teniente- Soap señala para que Morrigan ataque cuando éste se limita a esquivar sus ataques, la teniente sonríe de forma ladeada antes de atacar tomando desprevenido al teniente aunque éste se lo hubiera pedido. En un ágil y rápido movimiento logra atrapar al teniente en una llave lanzando a ambos al suelo del ring ante la fuerza ejercida al atacar. Ambos enmascarados observan de brazos cruzados y ojos divertidos como Soap trata de deshacerse del agarre en vano. 

-Ríndete- murmura la teniente viendo como el rostro de Soap empieza a tornarse cada vez más rojo a causa de la falta de aire. Varios segundos más tarde la mano del teniente golpea varias veces la pierna de Morrigan rindiéndose y haciendo estallar al público mientras algunos se intercambian dinero. 

-Te atreves a luchar contra mi linda?- Morrigan se gira viendo como Alejandro se adentra en el ring con una gran sonrisa mientras Soap palmea el hombro de la teniente recuperando el aire.

-Buen combate- murmura con una pequeña sonrisa. 

-Igualmente- asiente Morrigan dándole una pequeña sonrisa al escocés antes de dirigir su atención al mejicano. 

-¿Aceptas el desafío?- Price observa a la teniente con atención y una gran sonrisa estira sus labios cuando la teniente asiente con la cabeza adoptando de nuevo una pose defensiva. Ambos tenientes rodean el ring en sincronía, observando con atención al contrario antes de que Alejandro se lance sobre Morrigan logrando encajar un golpe en el abdomen. 

-¿Estás bien?- el mejicano se acerca a la teniente preocupado cuando éste se dobla ante el golpe.

-Mejor que nunca- murmura Morrigan antes de atacar con más fuerza y rapidez que la que había usado con el escocés sorprendiendo a más de uno. Morrigan encaja varios golpes, uno de ellos en el rostro del mejicano dejándolo algo aturdido, aprovechándose de ello, Morrigan gira sobre sí misma para barrer las piernas del teniente derribándolo haciendo un golpe seco cuando éste golpea el suelo. Sin siquiera detenerse a pensarlo, la teniente se sitúa sobre Alejandro elevando el codo antes de moverlo con rapidez hacia el rostro del teniente deteniéndose a escasos milímetros de su rostro, los soldados aplauden entusiasmados ante la demostración de la teniente Morrigan. 

-Buen combate- Morrigan ayuda a levantarse al mejicano cuya mandíbula se estaba tornando cada vez más roja a causa de su golpe. 

-Recuérdame no meterme contigo- ríe Alejandro, Morrigan sonríe divertida tomando la katana para volver a atársela a la cadera. 

Juego de almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora