La tensión en el campo de batalla era palpable mientras Ayaka y Aether se enfrentaban con sus espadas. Ayaka, con su elegante espada y sus habilidades Cryo, se lanzó al ataque, sus movimientos fluidos y precisos dejando rastros de hielo en el aire. Aether, por su parte, había imbuido su espada con fuego Pyro, y sus golpes estaban cargados de llamas ardientes que crepitaban con cada movimiento.
Los choques de acero y fuego llenaban el aire mientras ambos luchaban con ferocidad. Ayaka lanzó rápidos cortes de hielo, creando ráfagas gélidas que Aether esquivaba ágilmente. Aether respondió con ataques de fuego, enviando ondas de calor y llamas hacia Ayaka. Cada uno buscaba una apertura en la defensa del otro, y la lucha era un ballet frenético de acero y energía elemental.
Ayaka (con determinación): No subestimes el poder del hielo, Aether.
Aether (gritando): ¡El fuego consume y purifica!
A medida que la batalla continuaba, Ayaka comenzó a ser superada por los ataques ardientes de Aether. Aether aprovechó su habilidad en el combate y su control sobre el fuego para presionar a Ayaka, quien luchaba por mantenerse firme bajo la intensidad del fuego Pyro.
Ayaka (jadeando): No puedo... ceder.
Sin embargo, en medio de la lucha, Kokomi intervino. Utilizando su habilidad para curar, ella se esforzó por sanar a Ayaka cada vez que era herida, lo que permitió que Ayaka resistiera los ataques de Aether con más eficacia.
Kokomi (concentrada): Aguanta, Ayaka. Estoy aquí para ayudarte.
Los ataques de Aether continuaban, pero el constante flujo de energía curativa de Kokomi mantenía a Ayaka en pie. La situación parecía estar volviendo en favor de Ayaka, quien comenzó a recuperar su fuerza y confianza.
Ayaka (con determinación): No me rendiré... no cuando hay tanto en juego.
Kokomi (alentadora): Lo estás haciendo bien, Ayaka. Mantén el ritmo.
Ayaka canalizó su determinación y la energía curativa de Kokomi, y su mirada dominante comenzó a brillar con un resplandor peligroso. Una sonrisa dominante cruzó sus labios mientras su actitud yandere volvía a tomar el control.
Ayaka (con una sonrisa maliciosa): Aether, no subestimes lo lejos que puedo llegar por lo que quiero.
La transformación de Ayaka fue impresionante. Sus movimientos se volvieron más ágiles y poderosos, y su control sobre el hielo se intensificó. Aether intentó resistir, pero las ráfagas de hielo de Ayaka se volvieron más implacables y precisas.
Aether (gritando): ¡Esto no es lo que esperaba!
La batalla culminó con un ataque final de Ayaka, quien combinó sus habilidades Cryo en un golpe devastador que dejó a Aether derrotado. El fuego Pyro de Aether fue apagado por la intensidad del hielo, y él cayó de rodillas, agotado y sorprendido por la fuerza de Ayaka.
Ayaka (dominante): Te lo dije, Aether. No puedes escapar de mí.
Ayaka se erguía victoriosa, su mirada dominante y sonrisa macabra dejaban en claro que ella había ganado el control de la situación. Aether yacía derrotado ante ella, y la atmósfera estaba cargada de tensión mientras Ayaka avanzaba hacia él con una confianza aplastante.
Ayaka (con una sonrisa macabra): Ahora eres mío, Aether. Has subestimado el poder de mi determinación.
Aether se encontraba aturdido por la intensidad de la batalla y por las palabras y actitud de Ayaka. Las cadenas cryo que ella había invocado comenzaron a materializarse, formando un conjunto de restricciones que se enrollaron alrededor de su cuerpo. Las cadenas de hielo se cerraron con firmeza, dejando a Aether atrapado e inmovilizado.
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Renuncia y Redención
RandomAether, el valiente viajero que había sido separado de su hermana Lumine durante siglos, finalmente despertó en el mundo de Teyvat. Habían pasado 500 años desde que ambos habían sido arrastrados por una fuerza desconocida y, durante todo ese tiempo...