CAPÍTULO 7

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Después de varios días de estar inconsciente, Aether finalmente despertó y se dio cuenta de que algo había cambiado drásticamente en su apariencia. Se levantó y se miró en el reflejo del agua cercana, sorprendiéndose al ver que ahora era más alto y musculoso, con cabello corto de color castaño y un misterioso tatuaje alrededor de su ojo derecho. Una ropa negra de aventurero y una espada negra con un filo rojo brillante y afilado estaban cerca de él.

Aether (ahora Saito): ¿Qué... qué ha pasado conmigo? Mi apariencia, mi voz, todo ha cambiado. Pero... siento una nueva fuerza dentro de mí. Me han dado una oportunidad para renacer, para comenzar de nuevo.

Saito se vistió con determinación y se equipó con su nueva ropa y espada, sintiendo una extraña conexión con ellas. Salió de la cueva, agradeciendo en silencio al líquido que había bebido por otorgarle una nueva identidad y poderes desconocidos. Ahora, se presentaría al mundo como Saito.

Saito: Aether ya no existe. A partir de ahora, soy Saito. Con esta nueva apariencia y fuerza, encontraré mi propio camino y haré que mi presencia se haga sentir.

Con su nuevo nombre y confianza renovada, Saito se adentró en el mundo, listo para enfrentar cualquier desafío y descubrir el propósito detrás de su transformación.

Aether, ahora conocido como Saito, intentó regresar a la ciudad de Inazuma, pero en el camino fue detenido por un grupo de samuráis errantes. Se rieron al ver su nueva apariencia y se lanzaron a atacarlo sin piedad. Aunque Saito todavía se estaba adaptando a su cuerpo transformado, no se dejó intimidar y decidió enfrentarlos con determinación.

Saito: (con voz firme) Así que creen que pueden burlarse de mí, ¿eh? Les mostraré de lo que soy capaz.

Los samuráis errantes se abalanzaron sobre Saito con sus espadas desenvainadas. Saito, confiando en su fuerza recién descubierta, bloqueó y esquivó sus ataques hábilmente. Con cada golpe que recibía, su determinación se fortalecía.

Saito: (mientras se defiende) No puedo confiar en los poderes que solía tener, pero eso no significa que sea débil. Puedo superarlos con pura fuerza y habilidad.

A medida que la batalla continuaba, Saito se adaptaba rápidamente a su nueva forma física y desarrollaba un estilo de combate más agresivo y poderoso. Utilizaba su espada negra con destreza, golpeando y contraatacando con movimientos precisos y rápidos.

Saito: (mientras lucha) No subestimen mi determinación. Me he reinventado a mí mismo y seré más fuerte que nunca.

Con cada samurái que derrotaba, Saito ganaba confianza en su nuevo cuerpo y en sus habilidades de combate. Su resistencia y destreza superaban las expectativas, y pronto había dejado a los samuráis errantes en el suelo, derrotados.

Saito: (mirando a los samuráis caídos) No me subestimen de nuevo. Ahora sé lo que puedo lograr, y no permitiré que nadie se interponga en mi camino.

Después de su victoria sobre los samuráis errantes, Saito continuó su camino hacia la ciudad de Inazuma, con una determinación renovada para descubrir el propósito de su transformación y hacerse un nombre en aquel nuevo mundo que se abría ante él.

Saito, con su capucha negra puesta, ingresó a la ciudad y se encontró con el cartel de búsqueda con la imagen de Aether. Una mezcla de emociones lo invadió mientras recordaba su antigua identidad y todo lo que había dejado atrás.

Saito: (pensando) Aether... mi nombre anterior y mi vida anterior. Ahora soy Saito, un nuevo comienzo. Debo mantener mi verdadera identidad oculta y hacer lo necesario para seguir adelante.

Decidido a seguir adelante, Saito se encaminó hacia el gremio de aventureros. Al llegar, fue recibido por Katheryne, la recepcionista del gremio.

Katheryne: Bienvenido al gremio de aventureros. ¿En qué puedo ayudarte?

Renuncia y RedenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora