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Segundo día de entreno y 30 minutos, repito ¡media hora!, llevábamos esperando sentadas en la puerta a que nos abrieran el pabellón. La coordinadora del club que era quien tenía las llaves no me daba señales de vida. Al principio había optado por sentarme a esperar allí mismo con las niñas. Pero iban pasando los minutos y allí seguíamos. Por lo menos las bolsas y los aparatos estaban dentro y no teníamos que preocuparnos de vigilar eso también.

Para pasar el tiempo hablé un rato con ellas y me explicaron sus cosas, reímos un rato pero ya empezaba a desesperarme y ellas a quejarse.

- Voy a llamar a Julieta a ver que nos dice.- comenté sacando el móvil del bolsillo y todas miraron expectantes. Marqué su número y puse el manos

libres para que escucharan. Al tercer tono contestó.

- Hola Sofi! Que ha pasado algo?- preguntó extrañada.

- Hola, verás es que estamos aquí todas esperando en la puerta del pabellón y todavía no ha venido nadie a abrirnos.- dije explicando la situación.

-Como que no? y has llamado al responsable?- preguntó todavía más extrañada.

-Sí pero no me contesta.- comento apoyando la cabeza sobre mi mano, la situación ya empezaba a hacerme gracia.

-No te preocupes ahora mismo soluciono yo esto. No puede ser que se empiece el entreno 40 minutos tarde por culpa de eso! Hasta luego- y seguidamente me colgó. A mi ya me salía la risa incrédula.

- Por que te ríes?- preguntó curiosa una niña.

- Por no llorar Nara, me rio por no llorar- dije y me recosté en la pared que tenía detrás. - si tardan 10 minutos más nos vamos a aquel bar a hacer un helado, os parece? - dije señalando el establecimiento de la esquina y todas asintieron contentas.

Al final no fuimos a por el helado ya que no tardaron lo suficiente para desgracia de las niñas. En cuanto estuvimos dentro nos pusimos manos a la obra. Empezaron con unas series de ejercicios físicos mientras yo observaba tranquilamente desde mi silla.

- No se vale, al final no hemos tenido helado y estamos aquí muriéndonos del calor- hablo Amalie en un descanso entre ejercicios.

- No te quejes mucho que hoy entrenamos una hora de menos.- advertí desde mi sitio.- ya iremos a por el helado otro día. - lo último lo dije más flojo.

Se paso la mañana volando y a la hora de salir se entretuvieron recogiendo las cosas, estaban agotadas pobres. Yo esperaba en la puerta mientras poco a poco iban saliendo.

-Venga chicas un poco más rápido.- chille asomándome a dentro para las pocas que quedaban.

Entonces vi casi en frente mío un chico que reconocí como el hermano de Amalie. Estaba saliendo del coche sólo que el coche estaba aparcado aquí delante.

- Buenos días.- me dijo apoyándose en el coche.

- Amalie está todavía dentro.- le dije mientras me apoyaba en la pared.

- Lo suponía, solo que ahora me interesas más tú. Tienes instagram o algo?- preguntó mientras me miraba con una sonrisa coqueta.

Yo solo pude levantar las cejas ligeramente sorprendida y sonreír también ante ese comentario.

- Claro, Sofia Bianco, ya me encontrarás.- le conteste sin saber muy bien que decir.

- Yo me llamo Oliver.- empezó pero justo salió su hermana e interrumpió la conversación.

- Bueno hasta mañana Amalie- dije y me despedí de ella con la mano. Después mire al mayor que también saludaba y al conectar miradas me guiño un ojo.

Con eso me fui a mi casa deseando llegar para hablar con Martina, mi mejor amiga. Así que lo primero que hice al llegar fue escribirle para invitarla a casa.

A las 5 sonó el timbre de mi casa y segundos después escuché a mi madre hablar con Martina en la cocina

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A las 5 sonó el timbre de mi casa y segundos después escuché a mi madre hablar con Martina en la cocina. Ya era considerada una más de la familia. Fuimos a mi habitación a ponernos un bikini y bajamos a la piscina para librarnos del calor.

Cuando ya estuvimos aposentadas y cómodas, ella tumbada en una colchoneta flotando por ahí y yo sentada en el bordillo empezamos con el chisme.

- Oye y eso q me tenias que contar?- preguntó mi amiga incorporando la cabeza para mirarme.

- Ah es una tontería, pero verás, hay un chico...- empecé.

- Lo sabía! Sabía que iba de un tío!- dijo súper emocionada.

-Calmaaa. Pues es el hermano de una niña de las que entreno.- continue mientras ella asentía con la cabeza.- el primer día me fije, es guapo el jodido.

-Foto?- hizo una pequeña interrupción para que le enseñara una foto.

- No tengo pero en cuanto tenga te enseño. Pues resulta que hoy ha venido hasta la puerta al acabar el entreno, y cuando le he dicho que Amalie estaba dentro me ha contestado que no, que venía a preguntar por mi. Y me ha pedido el insta.- soltamos ambas un gritito de emoción.- espera que es que también me ha guiñado un ojo cuando se iba.

- Aayyy que te vas a pillar.- acabó Martina metiéndole al agua.

Después de dar por acabada la sesión de cotilleo estuvimos relajándonos un rato allí tomando el sol y bañándonos. Después nos entró hambre y envuelta en una toalla entré a casa a cojee helados y mi móvil.

Nos los comimos en la mesa del jardín mientras revisábamos el móvil. Entonces vi una notificación nueva.

@olliebearman ha comenzado a seguirte

Levanté la mirada de inmediato para mirar a Martina y cuando esta se dio cuenta le enseñé la pantalla del móvil. Entre en el perfil para cotillear después de devolverle el follow. Me había dado curiosidad que también tuviera la cuenta verificada.

- Tia, que tiene más de 300k seguidores!- exclame al ver el perfil.

- A ver trae pa acá- dijo arrebatándome el móvil de las manos. - Hombre no está mal.

- Perdona es guapísimo.- dije levantando una ceja mientras observaba cómo deslizaba por el perfil.

- Es que es piloto de carreras- dijo mi amiga devolviéndome el móvil. - F2 no está mal.

Entonces fui yo la que deslice por las publicaciones.

Like diamonds in the skyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora