Parte 6

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MARCOS PÉREZ

Confió en que las cosas pasan por algo, pero puede llegar a ser que me pasen tantas cosas malas en un solo día, yo creo que Dios me está poniendo muchas pruebas.

Y si las cosas no fueran lo suficientemente malas, comenzó a llover, odio la lluvia, cuando los vi por última vez, estaba lloviendo y aunque les llore para que se queden, no lo hicieron y después llego esa noticia tan desgarradora, que sin importar cuando quisiera, no sanaba.

Pero bueno, del pasado no tenemos control, así que mejor no pensar en eso, porque papá ya venció.

Mi celular comenzó a sonar, es mamá.

-Hola cariño ¿por dónde andas?

-Vine comprar el libro que acaba de publicar la editorial, ¿Sara puede venir a buscarme?

-Le voy a decir, mándame tu ubicación y seguro va. ¿Llevaste abrigo a andas mostrando tus músculos al aire?

-Ya me conoces doña, te amo. Adiós.

Le corté antes de que me reté por decirle doña, las madres son tan elocuentes.

La lluvia solo empeoraba cada vez más, no podía seguir caminando, así que decidí ir debajo de ese árbol que vi hace unos días, tiene una enorme copa y evita un poco que se moje debajo de él y hay un banco, así que podría descansar.

Cuando llegue pude ver que alguien estaba ahí, esa mirada perdida yo sabía cómo se sentía. Algo en mi (el Espíritu Santo seguramente) me decía que camine a ese lugar y que muestre mis heridas.

La defensiva de esta chica me sorprendía, nunca había conocido a nadie con mis mismos pensamientos, claramente los pensamientos de mi viejo yo. Su resentimiento y desilusión se podía notar a simple vista, calzaba perfecta con el personaje del libro que estaba escribiendo.

Aprovechando el silencio no incomodo, me puse a describirla en mi libreta que llevo a todos lados y también dibuje un boceto de ella.

Cabello ondulado castaño, ojos oscuros penetrantes, estaba sentada, así que no pude notar mucho de su cuerpo o altura, tenía una blusa ancha y larga, de vez en cuando se abrazaba a sí misma, al parecer tenia frio. Es joven y meticulosa.

Es bonita, su sonrisa (aunque fue efímera) era apagada, brillante y ¿tierna?

Pude notar que algo le dolía, pero no era su cuerpo, algo en su interior estaba hueco, quebrado y ella estaba sufriendo, probablemente ni ella lo sabía, porque como no sangra, puede llegar a parecer que todo está bien.

-Es inútil. – comentó, probablemente cerrando sus oídos a lo que estuviera dispuesto a decir.

Me quedé callado, pensando y esperando que el Espíritu Santo me guie en esto y que me dé las palabras adecuadas. Me gustaría abrazarla, pero sería algo muy raro.

Como por inercia, prendí mi celular para ver la hora, mi hermana, una de las mellis me mandó un mensaje.

- "Mira lo que leí hoy, te puede servir para alguna predica o libro: "que cuando nos miren, nos miren llenos de heridas, lleno de manchas, pero no limpios, porque eso es parte del testimonio."

Dios me permitió pasar por esa prueba, para ser luz y ayudar a los demás cuando pasen por lo mismo.

-Sos callado, pero sé que tenes más cosas de las que hablar que yo misma, y desahogarse con desconocidos es bueno a veces. Sin dar explicaciones y sin pensar en que te van a juzgar porque no los volverás a ver. – Dijo después de un rato.

Dios estaba usando esto a mi favor, me daba pie para comenzar con mi historia, aunque algo me detuvo, cuando quería comenzar, las palabras por alguna razón no salían, y sabía quién me detenía. Decidí esperar y ver qué es lo que quiere.

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